Violencia sexual

Los abusos del tenor de Calella

Una decena de testigos relatan cómo actuaba Albert Deprius, detenido hoy por haber agredido a una menor

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Deprius, a la derecha, durante un acto

CalellaElla tenía 14 años. Él se acercaba a los 40. Ella era alumna. Él, profesor y director de la escuela. Ella soñaba con dedicarse a la música. Él era un reconocido tenor y director de orquesta. Él lo era todo en Calella. Albert Deprius hizo con la joven lo mismo que había intentado tantas veces –algunas lo consiguió– con otras chicas. Hoy los Mossos d'Esquadra lo han detenido por haber agredido sexualmente a una menor entre los años 2010 y 2014. No es la única denuncia que ha recibido este músico; dos chicas también dieron el paso: una lo denunció en 2016 y acabó con acuerdo extrajudicial, y otra lo denunció el julio pasado.

El ARA hace ocho meses que está en contacto con la última de las denunciantes. Primero se atrevió a compartir lo que había sufrido cuando era pequeña y que siempre había negado por miedo y vergüenza. Al cabo de unos meses se vio capaz de hablar con otra víctima y, finalmente, el 28 de noviembre puso la denuncia. Todo arrancó en 2010, cuando ella tenía 14 años y empezó a hablar por Messenger (después Facebook) con el profesor. Conversaciones hasta altas horas de la madrugada que derivaron en videollamadas y conversaciones subidas de tono. El día después de la primera videollamada, con contenido altamente sexualizado, se quedaron solos en la escuela, en su despacho. Él se masturbó y hubo tocamientos. A partir de aquí y durante prácticamente cuatro años, las agresiones continuaron regularmente: en el coche, en la escuela mientras ella tocaba el piano, en el baño o incluso en unas estancias. "Lo conozco desde los 7 o 8 años, él fue una figura paternal para mí, una mezcla entre padre y profesor. Era la fusión perfecta, tenía una fascinación por él", explica la chica, que durante aquellos años veía todo aquello "como un juego" del que "nadie se podía enterar". Al cabo de un tiempo, cuando en Calella empezaron las preguntas sobre Deprius, él se disculpó llorando, pidiendo que no dijera nada. También confesó que se lo había explicado a su mujer y que habían empezado a hacer terapia.

La anterior denuncia se puso en julio y ya detuvieron al tenor. El caso está en el juzgado de instrucción número 2 de Mataró. Cuando la chica tenía 19 años estuvo colaborando en una obra de Deprius, que ya superaba los 46. "Para que te quites de encima la vergüenza tendremos que ensayar desnudos", le dijo él, juguetón. Los mensajes de WhatsApp eran cada vez más extraños. Un día él le propuso ir juntos a Barcelona para hacer unas pruebas de vestuario. Desvió el coche en una salida de la carretera y, parados en un lugar discreto pero ni de lejos escondido, le tocó los pechos y le desabrochó la camiseta. Según la denuncia, había cerrado el coche y ella no podía escaparse, así que se dio la vuelta para no ver cómo él se masturbaba. "Cuando acabó cambió la cara y se echó a llorar pidiendo perdón", relata la denunciante. Ese día Deprius reconoció que había actuado así con otras chicas y que esto le había estado a punto de costar el matrimonio. La causa también incluye un delito de amenazas. Nuevamente las videollamadas. Él insistía, y un día se llegó a masturbar. En una ocasión ella acabó participando del juego que le planteó él y mostró los pechos. "ME sentí estúpida y manipulada", reconoce. A partir de este episodio, él jugó esta carta y, según declaró un testigo en sede judicial, amenazó a la chica con publicar el vídeo –que tenía grabado– si explicaba algo.

Acuerdos y silencios

La primera denuncia de 2016 la puso una trabajadora. Él se había mojado los pantalones y se los quitó, haciendo bromas e incomodando a la chica, que estaba preparando las clases. Después se quitó los calzoncillos y ella, que estaba haciendo fotocopias, se marchó hacia otra clase, donde se encerró atemorizada. Él fue hasta ahí y estuvo simulando que entraba. Ella lo advirtió de que si lo hacía gritaría, pero Deprius acabó entrando y la intentó persuadir para que no siguiera gritando. "Él era el director, tenía el poder y jugó con esto", relata una persona conocedora de los hechos. A pesar de recibir presiones, a través de una familiar de él, para que desistiera, la chica lo acabó denunciando. Sin embargo, el caso, por la vía penal, se archivó y, antes de seguir por la vía civil, se llegó a un acuerdo extrajudicial.

Una de las pintadas que se hicieron en Calella.

En Calella Deprius es una persona respetada. Hasta el punto de que la primavera de 2018 un concejal trasladó la cuestión al Ayuntamiento, que entonces dirigía Montserrat Candini. No se pudo hacer nada: en una reunión interna la alcaldesa informó de que sin una denuncia no podían actuar. Así, el tenor pudo continuar haciendo todas las actividades y festivales que tenía en marcha en el municipio. Quien siempre lo ha defendido es el cura del pueblo, Cinto Busquet, que al poco de la llamada a la alcaldesa ya estaba al corriente de la investigación periodística. Hace unos años una profesora se enteró de lo que había pasado entre el músico y varias alumnas y profesoras. Se marchó del centro que dirigía él y mientras buscaba un nuevo local para hacer las clases apareció la figura del rector. Medió para intentar que el tema se solucionara sin salir a la luz pública, y llegó a decir que "hay muchas chicas que quieren hacer daño a los hombres". Busquet citó a la profesora para hablar de la información que ella había recopilado sobre Deprius y, para sorpresa de ella, apareció el tenor. "Ahora un abrazo y os perdonáis", pidió el cura, que había montado el encuentro y que, según dos testigos, unos días más tarde, viendo que ella no desistía, tildó a la profesora de "demonio" y "bruja".

En declaraciones al ARA, el cura mantiene que se trata de una campaña para difamar a Deprius y que la profesora y una cómplice "tiran mierda" con "mala voluntad" contra una familia que "ya ha sufrido mucho". Busquet pone la mano en el fuego por Deprius: "Conozco a Albert perfectamente, esto es penoso".

L'Escola Pia de Calella rompió cualquier vínculo con Deprius el 5 de noviembre pasado. Desde 2018 el músico, a través del Cor Harmonia que dirige, utilizaba un espacio de la escuela y profesores del coro daban clases de música a alumnas del centro educativo. A principios de noviembre, una persona se puso en contacto con la Escola Pia y les explicó lo que había pasado hace unos años con el músico.

Muy activo en internet

El músico utilizaba muchas veces las redes sociales para intentar acercarse a chicas jóvenes. Varias personas, algunas eran adultas y otras menores, han relatado al ARA que les escribía a través de Facebook y que siempre llevaba la conversación hacia el mismo terreno. En algún caso envió fotos, hizo insinuaciones sobre masajes o sobre estar desnudos, y al final pedía que borraran el contenido de la conversación. "Quiero que el masaje nos lo hagamos desnudos", le dijo, por ejemplo, a una chica de 17 años. También le puso la mano en el muslo a una joven y la intentó besar saliendo de unos ensayos en el barrio de Gràcia de Barcelona. Él la doblaba en edad. Otras chicas han relatado que a veces él las recibía en su casa –encuentros por cuestiones laborales– saliendo de la ducha, con solo una toalla.

El patrón se ha repetido durante años y, por eso, fuentes conocedoras del caso están convencidas de que podría haber más personas afectadas. El ARA ha hablado con una chica que hace casi dos décadas estuvo a punto de denunciarlo. La llamaba constantemente, tuvo que bloquear su móvil y se encontró 23 llamadas suyas. Lo trasladó a los propietarios del centro de música Salom, que dirigía Deprius, pero no lo echaron: ella pasó a dar clases en casa y le pidieron que no dijera nada para no dañar la imagen de la escuela. Ella también recibió la llamada del cura Busquet años más tarde. "Todas las chicas se enamoran de él, y él no puede hacer nada", le argumentó el religioso.

A lo largo de su dilatada carrera, Deprius ha actuado en todo el mundo, en recitales y óperas en auditorios de Francia, Italia, Rusia, Panamá o Cuba. Ha trabajado en el Gran Teatre del Liceu, el Palau de la Música y l'Auditori de Barcelona. Además, lleva la dirección artística de la Temporada Lírica Ciutat de Calella y el Festival Internacional Canta al Mar.

Investigación

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