Seguridad

Los Mossos confirman seis denuncias en Catalunya por pinchazos a chicas en discotecas

Piden que las chicas agredidas vayan rápidamente a un centro médico para identificar la sustancia

Aniol Costa-Pau
y Aniol Costa-Pau

BarcelonaLos Mossos d'Esquadra han confirmado seis casos en Catalunya de chicas que denuncian haber recibido inyecciones mientras bailaban en una discoteca. El primer precedente se detectó el pasado 10 de julio en Lloret de Mar, cuando una joven de 18 años alertó que había notado una punzada en el brazo en la pista de baile del club nocturno St. Trop’. El testigo, recogido en exclusiva por el ARA, explica que sintió mucho escozor en la zona de la punzada y malestar general, y tuvo el brazo totalmente dormido durante más de dos horas.

De hecho, según los Mossos, todas las denuncias de posibles sumisiones químicas a través de pinchazos que están investigando pasaron en Lloret, excepto el último caso –el sexto–que pasó en Barcelona. La portavoz de los Mossos, Montserrat Escudé, ha explicado a Catalunya Ràdio que justamente este lunes contactaron con el último caso detectado, el de dos chicas que este fin de semana explicaron en unas stories de Instagram que habían recibido una inyección en el brazo y una en la pierna en el local de ocio nocturno Les Enfants de Barcelona. A raíz del revuelo mediático de los mensajes, los Mossos han contactado con las autoras de los mensajes y, según Escudé, presentarán la denuncia este martes. En todos los casos, las víctimas son jóvenes de entre 20 y 25 años que habrían sufrido las punzadas mientras estaban en discotecas.

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Sin embargo, de momento, en ninguna de las seis investigaciones policiales abiertas se ha podido determinar si las chicas recibieron la inyección de algún tipo de sustancia psicotrópica o sedante. Es por eso que, en declaraciones al ARA, los Mossos d'Esquadra insisten que “como la punzada en sí misma no es un delito, es fundamental que las víctimas aporten un análisis toxicológico para ayudar a esclarecer las motivaciones de esta nueva práctica”. Piden, pues, que las chicas que noten este tipo de punzadas acudan rápidamente a un centro médico para poder identificar a tiempo los rastros de una posible droga química en la sangre. Los hospitales, sin embargo, conscientes de la delicadeza del tema, por ahora no quieren hacer declaraciones públicas al respeto y admiten que están trabajando en qué protocolo poner en marcha en estos casos. Eso sí, como en cualquier incidente con una aguja, garantizan la activación del tratamiento retroviral contra posibles infecciones de VIH o hepatitis. Fuentes del Hospital Clínic han asegurado al ARA que desde principios de año han recibido a alguna paciente que ha sufrido este tipo de agresión, pero matizan que son "muy pocas".

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Ahora mismo, el objetivo de los Mossos se centra en determinar el objetivo de los autores de esta práctica, que, de entrada, en ninguna de las seis denuncias se ha podido vincular con una agresión sexual o un robo posterior. Así, con todas las hipótesis todavía abiertas, el cuerpo policial trabaja para “dimensionar el alcance del problema” y no quiere lanzar ningún mensaje de psicosis o alerta generalizada. La portavoz de los Mossos d'Esquadra ha explicado que los agentes quieren ser "muy rigurosos" para no crear un "clima de terror" sobre estas punzadas. Aun así, los Mossos reconocen que estos casos generan "mucha inquietud y mucha preocupación", sobre todo porque el modus operandi todavía plantea "muchas incógnitas", y explican que “trabajan en coordinación con la Europol”, puesto que Francia y el Reino Unido hace meses que investigan esta práctica