Barcelona quiere eliminar todos los pisos turísticos en cuatro años
Collboni también anuncia modificaciones en la reserva del 30% de las nuevas promociones en vivienda social
BarcelonaEl Ayuntamiento de Barcelona pone fecha al final de los 10.101 pisos de uso turístico (HUT) con licencia existentes en la capital catalana. "Queremos que a partir de 2029 desaparezca la figura del piso turístico tal y como hoy la conocemos", ha anunciado el alcalde, Jaume Collboni. La medida se incluye en el marco de lo que el consistorio ha bautizado como "Pla Viure". En la presentación de este plan, Collboni también ha detallado cómo quiere modificar la normativa, aprobada durante los mandatos de Ada Colau, que obliga a reservar un 30% de las nuevas viviendas en alquiler social. Para que la medida "funcione" y poder tener "más vivienda protegida", el Ayuntamiento quiere "facilitar y desbloquear la inversión privada".
El acceso a la vivienda es "el principal problema" que tiene Barcelona, según Collboni. Sin embargo, en un año de gobierno, el consistorio no había anunciado ninguna gran medida en esta materia. Hasta la fecha, que el Ayuntamiento ha presentado dos medidas "de carácter estructural". La más novedosa y que los socialistas no habían planteado hasta ahora es la eliminación de los pisos turísticos en la Ciudad Condal. El consistorio utilizará el decreto ley de la Generalitat de regulación de las viviendas de uso turístico, aprobado en 2023 con los votos de PSC, ERC, comunes y CUP, y que deja en manos de los ayuntamientos el tope en los pisos turísticos. Con la normativa en mano, Collboni ha anunciado que no se darán nuevas licencias con el objetivo de que en noviembre de 2028, cuando caigan todas las licencias actuales, los 10.101 pisos turísticos legales pasen al parque residencial, ampliando así su oferta .
Entrando en detalle, el decreto catalán establece que en aquellos municipios donde haya problemas de acceso a la vivienda sólo sea posible abrir pisos turísticos si el ayuntamiento lo permite en el planeamiento urbanístico, y siempre que quede justificado que existen suficientes viviendas para los residentes. Barcelona es una de las ciudades tensionadas según el decreto catalán, y teniendo en cuenta la emergencia habitacional, el gobierno municipal se ha comprometido a no impulsar ningún nuevo planeamiento urbanístico que haga compatible a los pisos turísticos con la demanda de los residentes.
Modificación del 30%
Collboni también ha anunciado cambios en la reserva del 30% de las viviendas nuevas en pisos sociales. Pese a reconocer que él mismo avaló la medida, ha dicho que "el objetivo de este gobierno es que el 30 por ciento realmente funcione". El alcalde encargó hace unos meses a un grupo de expertos –liderado por el economista especializada en el sector de la vivienda Carme Trilla– un estudio sobre la cuestión, y los resultados proponen mantener lo previsto en la Modificación del Plan General Metropolitano (MPGM) de 2018, y ampliarlo a nuevas opciones para que los promotores privados puedan hacer efectivo el 30%.
La primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, ha asegurado que "todo lo que hoy es posible en el marco del 30% seguirá existiendo como posibilidad" y que, por tanto, no se recorta la normativa. Lo que se hace, según Bonet, es "abrir otras formas de hacerlo posible". Hasta ahora, el porcentaje de edificios protegidos debía ubicarse en el mismo edificio en el que se hacían los pisos privados o en un solar del mismo barrio. Ahora, para "hacer más ágiles" los trámites burocráticos, el Ayuntamiento quiere que el 30% también pueda aplicarse en un solar de los barrios adyacentes al lugar donde se haga la promoción de obra nueva. Otra novedad es que se abre la puerta a que sea un operador social sin ánimo de lucro quien ejecute las viviendas del 30% de las promociones privadas.
De "cortina de humo" a "llamamiento a la ilegalidad": las reacciones en el anuncio
Para los comunes, las medidas presentadas por Collboni son "una buena noticia", pero "no son ningún anuncio", puesto que aseguran que el alcalde está obligado a hacerlo porque Barcelona es un área tensionada y así lo marca la normativa. Dicen que se trata de “una cortina de humo para esconder crisis como la F1 o Luis Vuitton.” Sobre la reforma del 30%, medida estrella de esta formación durante sus mandatos, la portavoz de los comunes, Janet Sanz, ha dicho que Collboni “siempre baila al ritmo que le marcan los lobbies, a quien no le gusta ese 30%”.
En un tono más contundente, la Asociación de Apartamentos Turísticos de Barcelona (Apartur) ha afirmado que el alcalde ha hecho "un llamamiento a que la ciudad se llene de alojamientos turísticos ilegales". Desde el momento en que se aprobó el decreto de la Generalitat para regular los pisos turísticos, Apartur se mostró contraria al mismo. Hoy, la asociación de empresarios eleva el tono: "¿No queremos turismo familiar en Barcelona, de verdad? ¿Cuántas tiendas, restaurantes y museos tendrán que cerrar?", se pregunta Enrique Alcántara, presidente de Apartur, al tiempo que asegura que " el TC deberá tumbarlo y, si no, lo hará la Unión Europea".
Desde el Sindicato de Alquiladoras, reprochan a Collboni que la medida de los pisos turísticos no tendrá ningún impacto hasta noviembre de 2028, y añaden que el contexto político puede cambiar porque, por ejemplo, en 2027 hay elecciones municipales, lo que podría “convertir en humo” ese anuncio. En un comunicado, piden mecanismos "efectivos" para perseguir los pisos turísticos ilegales y añaden que "la crisis de vivienda en Barcelona no se fundamenta principalmente en las viviendas de uso turístico, sino en la falta de regulación de los alquileres temporales" . Además, recuerdan que hace un mes “tanto Junts como el PSC derribaron el decreto impulsado por el Govern” que precisamente regulaba este tipo de alquileres.