Barcelona enciende la Navidad con bufanda y guantes: "Así es de película"
El paseo de Gràcia queda pequeño, con 46.000 espectadores, para dar el pistoletazo de salida a la iluminación de las fiestas navideñas
BarcelonaAún no eran las seis de la tarde y el termómetro en Barcelona marcaba ya menos de 10 grados. Pocas veces –al menos en los últimos años– en este punto de noviembre hace este frío en la capital catalana y ha sido la excusa perfecta para quitarle el polvo a la bufanda y los guantes. La ocasión también lo merecía: miles de personas –46.000 según la Guardia Urbana– se han concentrado en el paseo de Gràcia para dejarse deslumbrar por primera vez con las luces de Navidad de la ciudad, muchas de las cuales se estrenan este año.
Aunque el centro de la celebración estaba junto a plaza Catalunya, una hora antes de que el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, acompañado del de Belén, Maher Canawaty, pisaran el pulsador para dar el pistoletazo de salida a Navidad, la avenida Diagonal y Jardinets de Gràcia ya estaban totalmente apretados. Familias enteras –con cochecitos y perro vestido con jersey incluido– recorrían las calles de la ciudad observando los comercios que más precozmente habían encendido su alumbrado navideño antes del toque de inicio oficial. Todo por hacer tiempo hasta el momento más esperado.
A pocos minutos para las seis, en el paseo de Gràcia no cabía ni una aguja. El hecho de que este año el encendido se haya hecho en sábado –no como en anteriores años, que había estado entre semana– ha hecho que el centro de la capital catalana se llenara a tope. "¿Estás segura entre tanta gente y así de abrigada no tienes calor?", preguntaba una mujer a su hija adolescente. "No, mamá, el gorro y la bufanda le dan el toque, así es más de película", insistía ella mientras hacía codos para situarse frente a una de las pantallas gigantes que se han instalado para ver el espectáculo.
Un árbol de 14 metros
De repente, todas las farolas de la calle se han apagado, estalló un griterío generalizado y el espectáculo comenzó. De una nube de humo blanco ha emergido un gran árbol de 14 metros en medio de un bosque con gigantescos bastones de caramelo. El humo ha dado paso a un espectáculo de la Brava Arts con duendes flotando por el aire –con la ayuda de una grúa– y realizando acrobacias en torno a un gran contenedor transparente del que entraban y salían. La performance iba acompañada de un corazón formado por 40 vecinos de Barcelona que han cantado Un corazón que late, el villancico oficial de este año en Barcelona. "Mira, podemos verlo desde el móvil de esa señora", le ha dicho un hombre a su hijo, tras asumir que sería imposible conseguir una vista mejor que la que habían conseguido detrás de un árbol.
Poco después, el contenedor de duendes se ha convertido en un marcador para seguir la cuenta atrás por el encendido, que muchos de los presentes han hecho entusiasmados en voz alta. A las cinco y media en punto de la tarde, Collboni y Canawaty han pisado el interruptor para iluminar los 126 kilómetros de calles que este año tienen luces de Navidad en Barcelona. Sin embargo, los primeros en encenderse han sido las ya tradicionales tiras brillantes de paseo de Gràcia, ante las que muchos se han quedado a hacerse selfies, y han colapsado el centro de la ciudad un rato más.
Mucha menos gente había un rato después en la plaza Sant Jaume, donde se estrenaba el espectáculo lumínico Sinfonía de Estrellas. Una experiencia inmersiva y silenciosa que ilumina con detalles dorados las fachadas del Palacio de la Generalitat y del Ayuntamiento de Barcelona, dando a la plaza una nueva atmósfera. "Es precioso", comentaba un matrimonio admirado por la belleza de ambos edificios iluminados. A pocos metros también suscitaban elogios las nuevas luces con las que recupera la Navidad la Via Laietana después de tres años de obras.