Barcelona

Barcelona rescata el monumento escondido del Cobi

El Ayuntamiento trabaja para reabrir el chiringuito que lo acoge en un parque junto al Port Olímpic

El monumento del Cobi está escondido en un chiringuito ahora degradado en unos jardines junto al Puerto Olímpico
20/04/2025
3 min

BarcelonaBarcelona acumula varias deudas pendientes con sus iconos. Peret, el rey de la rumba, lleva más de seis años esperando una calle, y el camino del Copito de Nieve para conseguir formar parte del nomenclátor de la ciudad es más largo y penoso que lo llevó desde Guinea Ecuatorial hasta la capital catalana. inauguración de los Juegos de 1992, la ciudad cuenta con una escultura que la homenajea. Ahora bien, escondida y desde hace años medio abandonada. la ronda Litoral, bajando unas escaleras, hay un local cerrado y vallado. Un chiringuito que hace tiempo acogió un restaurante, pero que ahora está cubierto de pintadas y protegido por unas vallas metálicas. gamba como la que el artista tiene en el Port Vell para coronar una fuente de bronce

La obra nunca llegó a ser lo que Mariscal había querido. presidir un espacio bajo los árboles que en un primer momento tuvo su encanto, pero que con los años se fue degradando hasta el estado de abandono actual.

El chiringuito con la fuente del Cobi cerrada, sin agua y llena de pintadas.

Desde entonces, el espacio ha sido cerrado y vallado, casi sólo visitado por los grafiteros y por algunos sintecho que aprovecharon el cobijo que ofrece la zona para instalarse durante un tiempo. Una decadencia que ahora el Ayuntamiento quiere revertir. Según ha podido saber el ARA, el consistorio tiene en licitación unas obras para arreglar desperfectos del chiringuito, que sufre algunas filtraciones. El objetivo es tener el espacio en perfectas condiciones para que durante la temporada 2026 se pueda realizar una nueva concesión como bar restaurante.

El otro Cobi de la ciudad

La situación del monumento del Cobi demuestra que ni siquiera la mascota de aquellos Juegos escapa del deterioro que sufren muchos equipamientos olímpicos, que llevan tiempo pidiendo a gritos una limpieza.

En este caso, para encontrar la escultura hay que viajar hasta el Camp de l'Arpa. En el número 223 de la calle Sant Antoni Maria Claret, el cerrajero Jordi Suari lo expone en su escaparate. de las habitaciones y trasteros que los deportistas tenían en la Villa Olímpica durante los Juegos.

El Cobi hecho de llaves de la Villa Olímpica que se encuentra en el escaparate de la cerrajería J. Suari.
El Cobi hecho de llaves de la Villa Olímpica que se encuentra en el escaparate de la cerrajería J. Suari.

Suari era el encargado del mantenimiento de las cerraduras y de comprobar que todas las llaves –originales y duplicadas– funcionaran correctamente. Fue un trabajo intenso. Recuerda cómo durante cinco días frenéticos tuvo que hacer una revisión minuciosa de estado de la puerta, cerraduras, timbres, mirillas, pomo y pinturas de 1.996 pisos. El trabajo tuvo recompensa –la oportunidad de estar cerca de los deportistas tanto olímpicos como paralímpicos–, pero también momentos surrealistas, como cuando le invitaron a enseñarle al rey Juan Carlos I las instalaciones. También hubo algún episodio de tensión, como cuando los tenistas Steffi Graf y Boris Becker pusieron pegas a que se hicieran copias de seguridad de sus claves.

Cuando terminaron los Juegos y se tuvieron que cambiar las cerraduras para que los pisos pudieran tener nuevos propietarios, Suari le pidió al entonces alcalde, Pasqual Maragall, si podía quedarse como recuerdo las llaves de la Vila Olímpica. Luego vino un año entero de trabajo para soldar todas aquellas claves hasta conseguir la figura gigante del Cobi que desde entonces luce en su escaparate. Sin embargo, esta figura es sólo una sexta parte del conjunto que había hecho en su momento y que más tarde tuvo que deshacer por razones de espacio. Estaba formado por 37.000 llaves e incluía también una réplica de Petra, una maqueta de la Villa Olímpica y una pancarta que todavía se conserva.

Durante un tiempo, la ciudad estudió la posibilidad de exponerlo en la calle, muy cerca del otro monumento que ahora se quiere restaurar. La idea era situarlo en la isla 10 de la Villa Olímpica, donde ahora se encuentra el Centro de la Villa. El coste de conservar las llaves de la yema por las inclemencias del tiempo acabaron con esa opción. También el Barça se interesó, pero lo descartó. Finalmente, en 1996, Suari abrió la tienda de Sant Antoni Maria Claret y puso la escultura en el escaparate, donde sigue hoy día convertida en la otra escultura del Cobi en Barcelona.

La conexión con Gaudí

La ciudad cuenta con otro homenaje al Cobi, en este caso anónimo. Se encuentra escondido en una de las obras más emblemáticas de Gaudí en Barcelona. En este caso para encontrarla hay que afinar la vista, y observar con detenimiento el quebradizo que decora una de las chimeneas del Palau casi como quien entrecerraba los ojos frente a aquellos libros del ojo mágico esperando la aparición de una figura tridimensional. Si uno fija bien, podrá reconocer la silueta del Cobi escondida entre las piedras.

Según explicó Xavi Casinos en 'La Vanguardia', la clave del misterio está en las obras de restauración del edificio, que empezaron a partir de 1984. En concreto, una de las chimeneas se restauró en 1992, y parece que alguien pensó que había que dejar testigo. Por eso colocó el trencadís formando la silueta del Cobi y, debajo, el símbolo de los Juegos de Barcelona diseñado por Josep Maria Trias. La chimenea se bautizó como 'la olímpica'.

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