Actividad económica

Barcelona veta a nuevos supermercados fantasma y relega las cocinas a los polígonos

El gobierno de Colau presenta un nuevo plan de usos, pactado con ERC, que restringe las actividades pensadas para la entrega a domicilio

Gerard Mira
3 min
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BarcelonaLa polémica generada, ahora hace un año, por la aparición de los primeros dos proyectos de macrococinas fantasma en Barcelona llevó al Ajuntament a dictar un freno para esta actividad, con una suspensión de licencias para negocios de este tipo. Pero después llegaron, también, los llamados supermercados fantasma, que son los almacenes donde se preparan las compras online para poderlas distribuir en los domicilios y que no están vinculados a ninguna tienda. Ahora el gobierno de Colau ha anunciado una nueva regulación que prohíbe los supermercados de este tipo –a pesar de que no puede actuar sobre los que ya hay en funcionamiento– y relega las cocinas fantasma a zonas industriales y con condiciones muy restrictivas: en calles de anchura superior a los 25 metros, cuando no estén ubicadas junto a una vivienda y con un radio de más 400 metros entre ellas. Se podrán abrir en estas condiciones en la Zona Franca y en el Besòs, pero no en el 22@, que no se considera una zona aislada. Los proyectos ya parados en Sant Martí y en las Corts no saldrán adelante porque no cumplen los requisitos fijados.

"Ni un solo supermercado fantasma más y cocinas, pocas y alejadas de los barrios", ha avisado la teniente de alcaldía de Urbanismo, Janet Sanz, que ha contrapuesto estos negocios al comercio de barrio. El plan también regula el reparto a domicilio de bares y restaurantes, que ahora no está recogido en las licencias de estos locales y que es una práctica que se ha disparado con la pandemia. Lo que se hace ahora es reconocer esta actividad, pero establecer que habrá que pedir una licencia especifica para poder mantener el reparto a domicilio. El 80% de los locales de la ciudad tienen una superficie inferior a los 150 metros cuadrados y estos no tendrán que hacer una reserva de espacio en el interior pensada para la actividad de reparto, con la única excepción de los locales situados en calles pacificadas. Los más grandes, el 20% restante, tendrán que hacer una reserva interna de cinco metros cuadrados por cada 100 metros para garantizar el trabajo de los repartidores sin ocupar la calle.

El plan también afecta a los locales de platos preparados: se limita el número de nuevos locales de este tipo a un solo establecimiento en un radio de 100 metros y no podrán estar en calles de menos de siete metros de ancho ni superar los 300 metros cuadrados. Estos negocios también tendrán que hacer reserva de metros cuadrados para el reparto, como los bares y los restaurantes. Las cocinas que sí que puedan abrir también tendrán que tener un espacio interior reservado para el reparto: 10 metros por cada 100. Esta reserva se prevé para vehículos de movilidad personal, como los patinetes.

Todos los locales dispondrán de dos años de moratoria una vez formalizada la licencia para poder adaptarse a los nuevos requisitos. La aprobación inicial del texto es vigente ya este viernes, a partir de aquí, el Ajuntament tendrá un año para hacer la aprobación definitiva y entonces será cuando se abrirá el periodo de dos años para hacer las obras en los locales.

Pactado con ERC

El gobierno municipal ha presentado nuevo plan estratégico para el sector junto con el grupo municipal de ERC, que el año pasado ya instó a poner orden al sector y que ahora se ha erigido nuevamente en socio de Colau para sacar adelante este plan de usos. "Barcelona no puede ser una ciudad fantasma. Ante una nueva amenaza en el comercio de proximidad, había que actuar y por eso estamos aquí", ha defendido el portavoz de ERC en la ciudad, Jordi Coronas, que ha admitido que lo que se está dando es un primer paso y que ahora habrá que desarrollarlo.

Con este plan se pretende crear una nueva licencia que regule el servicio de repartidores, tanto de las grandes empresas como de los locales más pequeños. "Queremos dar respuesta a la ocupación que viven las aceras con las acumulaciones delante de los locales, mejorar las condiciones laborales de los trabajadores, que muchos de ellos probablemente no tienen ni un espacio para ir al lavabo ni donde descansar, y regular este modelo para que encaje con el que tenemos para la ciudad", ha dicho la regidora de comercio, Montserrat Ballarín.

¿Qué pasa con los que ya existen?

Sanz ha afirmado que las dos macrococinas a las que les retiraron la licencia de obras el año pasado seguirán sin poder obtener una licencia, pero que "las cocinas que ya están establecidas, y que no han cerrado, no desaparecerán". "Se tendrán que someter, eso sí, a la nueva regulación y pasar la inspección pertinente", ha añadido la teniente de alcaldía de Urbanismo .

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