Bou estalla contra el PP y no descarta ir a otras listas si lo vienen a buscar
El todavía líder del partido en Barcelona acabará el mandato pero no repetirá como candidato popular
Barcelona"Respondí a cada golpe con silencio porque creía que era lo mejor para el partido, pero ya basta". Es el aviso del todavía jefe de filas del PP en Barcelona, Josep Bou, que este miércoles ha comparecido en rueda de prensa para dar detalles de la decisión, anunciada un día antes, de no repetir como candidato del partido el 2023. Bou, que se ha expresado en castellano "para llegar más lejos", ha cargado contra la dirección de los populares en Catalunya –pero no contra la del partido en España–, a la cual ha acusado de intentar invisibilizarlo e incluso de dejarlo en ridículo. Ha asegurado que desde que consiguió el objetivo de que el PP no se quedara sin representación en el consistorio (salvó dos regidores), ya vio claro que no lo querían. Desde entonces su relación con la ejecutiva de la formación fue más que complicada, a pesar de que varias fuentes apuntan que en el último año se había intentado enderezar.
Ahora, dice, tiene la convicción de acabar el mandato como presidente del grupo y haciendo equipo con Òscar Ramírez, con quien tampoco ha tenido una relación plácida, como portavoz. Después no repetirá en las listas del PP, pero no se ha cerrado a otras opciones constitucionalistas, como Vox o Ciudadanos. "Yo no llamaré a ninguna puerta. Si me vienen a buscar, ya hablaremos", ha dicho, después de reconocer que podía haber hecho el salto a la política de la mano de estas otras dos formaciones y que fue el anterior presidente del PP, Pablo Casado, quien lo colocó "a dedo" porque él ni era ni es militante del partido.
"Vengo a hacer camino, no vengo a romper nada", ha asegurado antes de denunciar algunas de las situaciones que lo han hecho sentir maltratado estos últimos años. Un ejemplo: que Isabel Díaz Ayuso viniera a hacer un acto en Barcelona por las elecciones catalanas del 14-F y nadie lo invitara a pesar de que su nombre figuraba en una silla que quedó vacía. Otro: que su imagen no apareciera en las fotografías que el partido difundía en las redes y que, incluso –ha dicho– se aprovechara alguna donde aparecía tapado. O que se intentara, a parecer suyo, hacer correr informaciones que decían que tenía cuentas en Andorra. Todo se envuelve después de que Bou hiciera dos relevos que no cayeron bien al partido: dos consejeros de distrito y el asesor de urbanismo, Eduardo Bolaños, que había sido regidor con Alberto Fernández Díaz y es la mano derecha de Alejandro Fernández. Bou también ha lamentado que dos de sus colaboradores más estrechos, que tampoco son militantes del partido (Luís Barroso y Eduard Batlles), también hayan recibido ataques.
Después de los malos resultados de los populares en las elecciones del 14-F, Santi Rodríguez volvió de nuevo a la secretaría general y Juan Milián y María de los Llanos de Luna cogieron carteras importantes en la formación. A partir de este momento se intentó reconducir la situación y se empezó a invitar a Bou a más actos del partido y también a todas las ejecutivas de la formación, a pesar de ser independiente. Un cambio que, a pesar de que fuentes del entorno al regidor aceptan, reprochan que fue mínimo. También se recondujo la relación con Ramírez en el ayuntamiento.
"No cuentan conmigo"
Todo ha acabado de estallar cuando la formación ha empezado a debatir quién tiene que ser el futuro candidato. "El PP de Catalunya no cuenta conmigo", ha asegurado Bou, a pesar de que hasta ahora, y así lo confirman varias voces, no ha habido una comunicación oficial por parte del partido diciéndole que no contaban con él para el 2023. Lo que es una evidencia es que Bou era el hombre de Pablo Casado en Barcelona y, cuando el presidente popular cayó, perdió su gran velador. Con Alberto Núñez Feijóo, el PP de Catalunya vuelve a tener más autonomía para decidir el candidato y una reelección de Bou no ha sido una de las quinielas. Viendo esto, ha decidido dar un paso al lado.
El regidor ha sacado pecho de haber conseguido el reto de mantener la representación del PP en el consistorio y de mantener la capacidad de decir las cosas por su nombre y no buscar evasivas, a pesar de haber entrado en política. "Nunca he sabido tener estilo político, ni sabré", ha dicho quien ha protagonizado algunas de las escenas más polémicas del mandato, como cuando denunció que le habían quemado el coche de forma intencionada. Bou también ha asegurado haber hecho el trabajo al que se había comprometido: pisando calle y renunciando, ha dicho, a cualquier extra pagado con dinero público, como una tarjeta para pagar parking o el móvil. Ha avanzado, de hecho, que su declaración de patrimonio cuando deje el cargo será más baja que la que firmó cuando accedió al Ayuntamiento.