En busca de una alternativa para la L8 que proteja el parque Joan Miró

BarcelonaLlegan semanas clave para el futuro del Parc Joan Miró de Barcelona. Estos días, al tiempo que los vecinos redoblan su presión para salvar los 178 árboles que están en peligro por las obras de la L8 de Ferrocarrils, los técnicos del Ayuntamiento y de la Generalitat trabajan a contrarreloj analizando alternativas menos agresivas con el parque, uno de los escasos pulmones verdes con los que cuenta el Eixample. Ambas partes saben que la decisión definitiva es inminente. La batalla, que hace meses que se libra, gira en torno a la ubicación de la zona logística de explotación de la tuneladora, un espacio clave para las obras donde deben instalarse las oficinas, el almacén de piezas, la maquinaria y, sobre todo, el pozo por el que se debe extraer la tierra a medida que se excave el túnel.

“Serán 150 camiones al día llevándose tierra”, avisa Xavier Riu, vicepresidente y vocal de urbanismo de la Asociación de Vecinos y Vecinas de la Izquierda del Eixample, una de las entidades que han sumado esfuerzos para salvar la arboleda del parque. Esta plataforma –que subraya que no está en contra del alargamiento de la L8 entre plaza Espanya y Gràcia– defiende que la ubicación escogida por el Ayuntamiento y la Generalitat –al lado del parque que toca en la calle Diputació con Vilamarí– es especialmente dañina porque, más allá de la tala de árboles en uno de los distritos con índices más altos de contaminación de la ciudad, es la parte más cercana a la biblioteca Joan Miró y el Institut Ernest Lluch.

David Alonso forma parte del AMPA del instituto y, más allá del ruido que, opina, puede hacer impracticable dar clase con las ventanas abiertas en las aulas que dan a la calle Vilamarí, apunta que esa zona del parque se hace servir también muchas veces como zona de recreo para buena parte de los cerca de mil alumnos con los que cuenta el instituto. Le preocupa, además, que el paso constante de camiones pueda generar inseguridad en las entradas y salidas del instituto pero también de la Escuela Joan Miró, situada en el chaflán de Diputació con Entença.

Dos ubicaciones alternativas

Por eso, la plataforma ha propuesto varios emplazamientos alternativos como desplazarlo al otro lado del parque –la que toca en la calle Tarragona– u otro justo por debajo de la avenida Paral·lel, que afectaría a un espacio de la Feria. De momento, la teniente de alcalde de Urbanismo, Laia Bonet, confirmó el miércoles que el Ayuntamiento trabaja con el departamento de Territori analizando ubicaciones complementarias, pero hasta ahora en las reuniones que han mantenido con la plataforma siempre les han subrayado que cualquiera opción alternativa generaría más “ruido y contaminación” para los vecinos, y que una posibilidad pasa por reducir la zona del parque afectada y minimizar la tala de árboles, pero manteniendo la ubicación actual.