Collboni propone subir el IBI a los hoteles de lujo y en las terminales de cruceros
Las ordenanzas también prevén incrementar entre 5 y 10 euros al año la tasa de residuos incluida en el recibo del agua
BarcelonaBarcelona sigue exprimiendo la fiscalidad sobre el turismo. Las ordenanzas fiscales para 2025 presentadas este viernes por el cuarto teniente de alcalde y concejal de Economía, Jordi Valls, prevén un incremento sensible del IBI sobre los hoteles de lujo de la ciudad, así como un aumento del precio que tiene por en los autocares aparcar en Barcelona. También prevén una subida del IBI a los inmuebles de características especiales (conocidos como bices) que afecta básicamente a equipamientos de dentro del puerto. Entre todas las medidas –también con el incremento del recargo de la tasa turística que entró en vigor este mes–, el Ayuntamiento aspira a recaudar el próximo curso 42,6 millones de euros más que en el 2024.
Estas son las líneas maestras de unas ordenanzas que Valls ha defendido que buscan explorar otras vías de ingresos para no incrementar la presión fiscal sobre los barceloneses. Sin embargo, la propuesta presentada por el gobierno municipal –y que ahora deberá debatirse en la comisión de economía de la próxima semana y el pleno de fin de mes– también incluye un incremento progresivo de la tasa de residuos que se cobra en través del recibo del agua. En este caso, las viviendas que gasten hasta 6 metros cúbicos de agua pagarán 5 euros más al año, y las que gasten entre 6 y 12 pasarán a pagar casi 10 euros más.
En cuanto a la subida del IBI en los hoteles, Valls ha explicado que la ley permite hacer un tipo diferenciado para el 10% de inmuebles con mayor valor. Una categoría en la que hay 233 inmuebles, de los que 203 son hoteles. Ahora la propuesta de ordenanzas hecha pública por el gobierno municipal prevé que estos inmuebles pasen de pagar un tipo del 1% a pagar un 1,08%. Esto, según los cálculos del Ayuntamiento, supondrá un incremento de la recaudación de 2,8 millones de euros.
La propuesta del gobierno se acerca a la que había planteado este jueves Barcelona en Comú, aunque el grupo de Ada Colau había pedido subir este IBI hasta el 1,3% –el máximo legal– para conseguir recaudar otros 10 millones de euros. Este viernes Valls ha subrayado que "hoy en día" no se plantean subir este impuesto más allá del 1,08%. También quiso lanzar un mensaje de alerta y subrayó el riesgo de utilizar la fiscalidad "de forma excesiva" y generar un impacto que no sea el deseado. Sin embargo, sí ha remarcado que los activos inmobiliarios de los hoteles se han revalorizado mucho y que el 63% de los inmuebles afectados no son propiedad de las cadenas hoteleras sino de fondos de inversión o sociedades patrimoniales que ceden su gestión.
Impacto sobre el puerto
La otra gran vía de ingresos prevista en estas ordenanzas pasa también por un aumento del IBI, en este caso a los inmuebles de características especiales (conocidos como bices) y que afecta básicamente a equipamientos de dentro del puerto, como las terminales de cruceros, la gasificadora o infraestructuras portuarias, así como en el túnel de peaje de Vallvidrera. En este caso, la voluntad del Ayuntamiento es acabar con el agravio actual, puesto que mientras que Barcelona sólo cobra un tipo impositivo del 0,8%, la parte del puerto que tributa en El Prat de Llobregat está pagando un 1,3% , el máximo legal.
Ahora el gobierno de Collboni propone una subida gradual hasta 2027. Este año los bices pagarían un 1,06%, en 2026 un 1,18%, y en 2027, un 1,3%. Todo ello haría que la recaudación del Ayuntamiento por este concepto pasara de los 13,8 millones de euros actuales a los 22,3 millones a partir de 2027, según los cálculos del consistorio.
Peaje a los autocares
La ordenanza también incluye una de las medidas que Valls ya anunció el pasado mes de septiembre: el incremento del coste que tiene para los autocares aparcar en Barcelona. El objetivo es que pasen de pagar unos 20 euros al día a pagar un máximo de 80. Para conseguirlo, el Ayuntamiento utiliza una triple vía. Por un lado, crea una nueva tasa para obtener un permiso diario para utilizar la Zona Bus. Por otro lado, aprueba otra tasa de 3 euros por cada operación de acolchamiento y desencoche en áreas especialmente masificadas como la Sagrada Família, el Parc Güell y la Rambla. Por último, sube un 12% las tarifas de la Zona Bus.
Los coches eléctricos pagarán la Zona Azul
Otro de los terrenos en los que entra la propuesta de ordenanzas fiscales del 2025 para Barcelona es en el de las bonificaciones. Entre los que sí notarán el peso de las ordenanzas fiscales en sus bolsillos estarán los propietarios de vehículos de cero emisiones, que hasta ahora contaban con la zona azul gratuita. Si se aprueban las ordenanzas, pasarán a pagar el 50% del ticket.
El gobierno municipal también ha propuesto una bonificación del impuesto de actividades económicas (IAE) para aquellas actividades que sean declaradas de especial interés municipal. Una bonificación que será de entre el 50% y el 95% y que se aplicará sobre actividades que supongan una gran inversión en activos fijos, o que lleven más de 50 puestos de trabajo a la ciudad o que impliquen el establecimiento de hubs de innovación o de start-ups.
Gestos a los comunes ya ERC
Para sacar adelante las ordenanzas fiscales, el gobierno municipal necesita el apoyo de ERC y Barcelona en Comú. La rueda de prensa de Valls de este viernes ha incluido gestos para ambos grupos. En el caso de los republicanos, Valls se ha hecho suya la petición en el Parlamento de ampliar el tope actual del recargo municipal a la tasa turística "Vemos positivo pasar de un tope de 4 euros a uno de 8 euros, y como equipo de gobierno vamos a reconducir esta propuesta en el Parlament de Catalunya", ha dicho. Sin embargo, ha planteado la conveniencia de estudiar cómo se aplica este recargo y ha abierto la puerta para que sea diferente en función de si es temporada alta o baja.
En cuanto a los comunes, más allá de la propuesta del IBI en los hoteles de lujo –aunque por debajo de lo que reclamaba el jueves Janet Sanz–, Valls ha abierto la puerta también a aceptar otra de sus peticiones: subir el precio de la entrada al Parc Güell. El teniente de alcalde admitió que les "agrada" la propuesta y se comprometió a trasladarla a Barcelona de Servicios Municipales (BSM), que es quien gestiona el parque. Eso sí, ha puntualizado que no tiene por qué ser un encarecimiento que doble el precio de la entrada de 10 a 20 euros como quieren los comunes.