Barcelona quiere subir de 20 a 80 euros la tarifa de aparcamiento para autocares turísticos
Collboni incorporará esta medida en las ordenanzas fiscales que se debatirán en octubre
BarcelonaEl Ayuntamiento de Barcelona quiere cuadruplicar el precio que pagan los autocares turísticos por aparcar en Barcelona. En rueda de prensa, el teniente de alcaldía de Economía, Jordi Valls, ha anunciado que las próximas ordenanzas fiscales incluirán una propuesta para aumentar el precio público de la tarifa de los aparcamientos de autocares turísticos. Según los datos municipales, aparcar en Barcelona tiene ahora un precio medio de 20 euros al día para los autocares turísticos, y el objetivo del gobierno de Jaume Collboni es que a partir de la aprobación de las nuevas ordenanzas pasen a pagar cerca de 80.
El objetivo del consistorio es incrementar la aportación que hacen los turistas que llegan desde otros puntos del país en autocar para pasar un día en la ciudad y, así, compensar el impacto que este tipo de transporte turístico tiene sobre la ciudad. Ahora mismo, un turista que se queda a dormir en la ciudad paga por término medio unos 7 euros en tasas o impuestos, mientras que los visitantes que llegan en autocar desde otros puntos del país para pasar sólo un día en la ciudad pagan menos de 50 céntimos a pesar de realizar un uso intensivo del espacio público.
El gobierno municipal calcula que este incremento –que diferenciaría entre los autocares que aparquen en la ciudad y los que sólo encochen o desencochen pasajeros y también en función de la zona donde estén– supondrá que el Ayuntamiento pase a recaudar 4 millones de euros anuales en este concepto. Actualmente sólo recauda un millón. Durante el 2023, 70.000 autocares turísticos entraron en Barcelona.
Hace tiempo que Valls tiene sobre la mesa la carpeta de la fiscalidad sobre los autocares turísticos. Ahora, con el primer debate sobre las ordenanzas fiscales a la vuelta de la esquina –se deben presentar antes de la comisión de Economía del mes de octubre–, el concejal saca la medida del cajón con la esperanza de obtener el apoyo de otros grupos para poder salir adelante.
En cuanto a una posible oposición del sector a la medida, Valls les ha reclamado comprensión y que entiendan que el turismo tiene "externalidades negativas que afectan a la convivencia". "El sector debe entender que también está interpelado por encontrar una solución", apuntó.
Impuesto a los cruceros en función de la temporada
El anuncio sobre el incremento del precio público de la zona de aparcamiento para autocares turísticos forma parte del abanico de medidas para la gestión turística que plantea el gobierno municipal por este mandato. Entre las medidas, algunas ya han empezado a llevarse a cabo, como la gestión de los espacios de gran afluencia. Otros aún deben concretarse, como el despliegue de nuevas rutas para el bus turístico o la revisión del PEUAT.
Durante la rueda de prensa, Valls se ha referido también a los cruceros. El teniente de alcaldía ha reiterado la apuesta del Ayuntamiento por abrir conversaciones con el Puerto de cara a reducir la afluencia de cruceristas, y ha admitido que en el terreno de la fiscalidad están estudiando la posibilidad de tener una tarifa diferenciada por en los cruceros entre la temporada alta y la temporada baja. Ahora bien, ha remarcado que todavía se está trabajando en esta idea y que por ahora el gobierno municipal no está en condiciones de decir cuál es o cuál será la tarifa.
En cuanto a la revisión del PEUAT, Valls se ha mostrado partidario de mantener las restricciones existentes a la hora de abrir hoteles en las zonas tensionadas que establece ahora mismo la normativa en Barcelona. En cambio, también ve con buenos ojos abrir algún hotel en torno a la futura estación de La Sagrera.
Respuesta a la patronal de los pisos turísticos
Durante su comparecencia, Valls ha reaccionado también a el anuncio hecho este lunes por Apartur. La patronal de los pisos turísticos de Barcelona explicó que ya se han presentado reclamaciones patrimoniales a la Generalitat por valor de 1.000 millones de euros a consecuencia del decreto con el que ampara la extinción de todas las licencias de este tipo de viviendas en cinco años. Valls consideró que estas reclamaciones son "temerarias".
Aunque la reclamación patrimonial se dirige contra la Generalitat, el teniente de alcaldía ha querido defender el decreto del Govern y ha subrayado que no se está "expropiando nada". "La propiedad sigue siendo del propietario, si quiere puede alquilarla o venderla. Lo que no puede hacer es mantenerla como vivienda turística", ha dicho. Valls recordó que el coste de la licencia que tuvieron que pagar en su día era de 227 euros y que ahora piden una indemnización que, de dividirse, supera los 600.000 euros por cada piso turístico.