La estrella gigante ya ilumina una plaza Sant Jaume sin pesebre
Curiosos y turistas predominan en el estreno del espectáculo lumínico
BarcelonaFaltan cinco minutos para las seis y media de la tarde cuando en la plaza Sant Jaume de Barcelona se apagan las luces. No hay mucha expectación, pero lo que está a punto de ocurrir podría catalogarse casi de histórico. Quizás no por la épica, pero sí por la excepcionalidad. Por primera vez en décadas, la plaza no dará la bienvenida a las Fiestas con el tradicional pesebre. Huyendo de la polémica que en los últimos años había acompañado a esta instalación, el alcalde, Jaume Collboni, ha optado este año por un cambio radical: una estrella gigante que desde este viernes y hasta el 5 de enero ofrecerá un espectáculo lumínico delante del Ayuntamiento y el Palacio de la Generalitat.
Pero la polémica por el pesebre en Barcelona es como la energía. Ni se crea ni se destruye, sólo se transforma. Ante la imposibilidad de debatir sobre si el belén de este año gusta más o menos, la discusión gira en torno a la falta de un nacimiento. Al menos puertas adentro del Ayuntamiento. Antes del estreno por la tarde, la estrella ya había sido protagonista del pleno municipal de noviembre. Los concejales de PSC, Barcelona en Comú y ERC han rechazado una proposición del PP que pedía instalar en la plaza Sant Jaume un pesebre tradicional y no "esconderlo detrás de un muro".
Por la noche en la plaza el debate está menos vivo. La mayoría de personas son pasavolantes o turistas que se han encontrado por casualidad con el espectáculo. Sin embargo, hay que han llegado con la lección bien aprendida. Es el caso de Carlos y Fina, que son de Girona y que han aprovechado que tenían médico en Barcelona para pasar el día en la capital catalana. A media tarde han visto el cartel que anunciaba el encendido de la estrella gigante y han vuelto puntales para poder verla. Son de los pocos que se han descargado el código QR que permite escuchar en el móvil la música que acompaña al espectáculo.
La idea de los impulsores –el creador digital Àlex Posada y el arquitecto y artista Xevi Bayona Camó– es que la gente pueda escuchar la música que acompaña al espectáculo lumínico desde su móvil con auriculares. Sin embargo, en este primer pase se oye levemente la música que sale de algunos teléfonos sin auriculares. El resto –que son la mayoría– miran en silencio como, a las seis y media tocados, empiezan a iluminarse los brazos de esta estrella gigante de 20 puntas. La instalación mide 10,6 metros de altura y pesa 2,5 toneladas.
Sin estridencias
Los brazos se iluminan primero despacio. in crescendo que, si no se está escuchando la música, queda algo diluido. Es la consagración navideña de la nueva etapa en el Ayuntamiento, que el gobierno municipal quiere lejos de las estridencias. Sin embargo, las primeras veces que la estrella se enciende con cierta potencia se exclaman algunos “Oooh!”. Cinco minutos y pico después de empezar, la cometa rehoje con toda su potencia y el espectáculo se acaba. Hay unos tímidos aplausos, pero el recibimiento es más bien frío. En menos de media hora empezará de nuevo. Y así, cada treinta minutos hasta las 22 h. Todas las tardes hasta el 5 de enero.
Cuando la estrella se vuelve a apagar, muchos aprovechan para hacerse selfies frente a la monumental figura, que recuerda inevitablemente la estrella que corona la Sagrada Família. Los grupos de turistas que se han topado con el espectáculo lumínico continúan su camino, y algunos de los locales que se han acercado a la plaza Sant Jaume apagan su sed de pesebre visitando lo que hay en el Patio de Carruajes del Ayuntamiento , que acoge el tradicional nacimiento que hasta ahora se instalaba en el Museu Marès. Porque al final de pesebre hay. Lo que ocurre es que ahora ya no está en medio de la plaza.