Copa América de Vela

Guía para entender la regata más mediática del mundo

La costa de Barcelona acoge la 37 edición de la Copa América de Vela entre el 29 de agosto y el 5 de octubre

El barco italiano de la Copa America entrenando en las aguas de Barcelona.
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BarcelonaLa emblemática silueta del frente litoral de Barcelona será el telón de fondo de una de las competiciones más seguidas en el mundo: la Copa América de Vela. La capital catalana se ha preparado para un show que va más allá de las regatas y que se espera que un millón de espectadores miren a distancia. Los cinco kilómetros de costa barcelonesa funcionarán como un escaparate para intentar seducir a 2,5 millones de amantes de esta competición basada en la alta tecnología y que ha hecho de palanca de reformas urbanísticas en la capital catalana. Sin embargo, todo ello bajo la atenta (y crítica) mirada de los vecinos.

Cinco barcos con el reto de destronar al vigente campeón

Considerada la competición más antigua del mundo, la Copa América llega por primera vez a Barcelona en su 37 edición. La primera fue en 1851, durante la primera Exposición Universal de la historia en Reino Unido, cuando el barco América, de Nueva York, derrotó a los británicos. El deseo de estos de recuperar la copa perdida fue la chispa del torneo que, curiosamente, nunca han logrado ganar. Australianos, suizos o neozelandeses, en cambio, sí que lo han hecho.

La Copa América ha ido evolucionando, pasando de barcos de vela con dos palos a catamaranes que casi vuelan. Sin embargo, algunas cosas siguen como siempre: quién gana decide dónde, cómo y cuándo se hará la siguiente edición. Normalmente, el campeón decide defender el título en casa, pero el Team New Zealand ha roto la tradición trayendo la Copa a Barcelona. Según las normas de la competición, primero se hará una fase previa entre todos los barcos que quieren derrotar a los neozelandeses. Hay cinco aspirantes: elIneos Britannia, del Reino Unido; elAmerican Magic, de Nueva York; los italianos del Luna Rubia Prada Pirelli; elAlinghi Red Bull Racing, de Suiza, y los franceses delOrient Express Racing Team.

La conocida como Copa Louis Vuitton durará del 29 de agosto al 5 de octubre. Tras una primera fase de grupos en la que se enfrentan todos contra todos en regatas de dos barcos, los veleros se irán eliminando en uno play-off hasta que el ganador se enfrente al Team New Zealand en la Copa América propiamente dicha, programada entre el 12 y el 21 de octubre y con diez regatas. Antes, del 22 al 25 de agosto, los seis barcos realizarán una primera regata de entrenamiento sin valor competitivo. Y, como novedad, también estarán la Copa América femenina y la juvenil.

Unos 2,5 millones de visitantes y un impacto económico de 1.200 millones de euros

Calcular el impacto económico de un gran evento es difícil. La Fundación Barcelona Capital Náutica encargó a la Universidad Pompeu Fabra un estudio sobre el impacto de la Copa América en Barcelona. La conclusión: unos 1200 millones de euros. La competición es considerada como el tercer evento a escala mundial en impacto económico, sólo superada por los Juegos Olímpicos y por la Copa del Mundo de Fútbol.

Celebrar este evento tiene unas inversiones y gastos asociados de 1.115 millones de euros. De éstos, unos 195 son para inversiones y organización, 231 corresponden a los gastos de los equipos que participan y 695 millones son los gastos derivados de los 2,5 millones de visitas que los organizadores esperan en los dos meses de competición.

Acto de apertura al público del nuevo muelle de les Drassanes

La contrapartida será un incremento de la actividad productiva en la economía catalana: 1.239 millones de euros de valor añadido, es decir, aproximadamente el 0,5% del PIB catalán, y la generación de 19.000 empleos. Resumiendo, por cada euro de inversión o gasto corriente se generarán 6,35 euros de producto interior bruto para la economía catalana.

La organización prevé 2,5 millones de visitantes en dos meses, pero, en función de qué equipos sean los finalistas, se estima que se puede llegar a picos de 100.000 visitantes en un día. Y en el puerto se esperan hasta 3.000 barcos amarrados.

Un empuje para transformar el Port Vell y la Barceloneta

La competición de vela también ha servido para impulsar la reforma del emblemático frente litoral barcelonés. En palabras del alcalde, Jaume Collboni, Barcelona tiene ahora un Port Vell "más abierto" y un Port Olímpic "nou" que será más accesible y permitirá "reconectar" la ciudad con el mar. El objetivo del gobierno: tenerlos llenos de visitantes y, sobre todo, de barceloneses no sólo por la Copa América.

La transformación más ambiciosa ha sido la del Puerto Olímpico, nacido en 1992 para acoger los Juegos Olímpicos. Ahora otro evento deportivo ha acelerado el tramo final de unas obras que, inicialmente, debían alargarse siete años y que se han culminado en cuatro. A grandes rasgos, se han habilitado más de 20.000 m² de espacio público, con miradores y una amplia oferta gastronómica, eliminando el problemático ocio nocturno que había sido una fuente de conflictos y problemas para los vecinos. Todo esto ahora se ha sustituido por una gran plaza que centraliza una parte importante de las actividades culturales y económicas relacionadas con la economía azul.

Otro gran objetivo urbanístico para abrir Barcelona aún más en el mar ha sido la remodelación del Port Vell, que incluye hasta 19 proyectos. Entre ellos destaca el nuevo muelle Drassanes: se ha reconvertido la antigua terminal de ferrys de Baleària en un nuevo espacio que une la plaza del Portal de la Pau y el muelle Barcelona, ​​facilitando la continuidad urbanística de la Rambla hasta el Port.

Inauguración del nuevo Port Olímpic de Barcelona

El rechazo frontal de una plataforma vecinal a una "competición de ricos"

Aunque la Copa se presenta como una oportunidad para mejorar la ciudad, también hay vecinos y entidades que, lejos de entusiasmarse, miran con preocupación que un evento mundial pueda impulsar aún más el interés por Barcelona. De hecho, unos sesenta entidades entre las que se encuentran varias asociaciones de vecinos, organizaciones ambientales como Ecologistas en Acción o movimientos por la vivienda como el Sindicato de Alquiladoras, han creado la plataforma No en la Copa América.

"Es un evento que solo hará crecer el turismo y el capitalismo que lo convierten todo en producto", critica Irma Samayoa, una de las portavoces. La asociación denuncia que eventos como la Copa América contribuyen a expulsar a los vecinos de su ciudad tensando el mercado de la vivienda con la subida de los precios de los alquileres y generando un ocio desigual. "Todo está orquestado para un sector poblacional de un poder adquisitivo alto", dice Samayoa, que añade "Nos están vendiendo que servirá para vender que somos una ciudad de mar, cuando no creemos que sea necesario que nadie nos recuerde que Barcelona tiene una cultura náutica y de mar".

En cuanto a la renovación de espacios públicos que comportará la competición, la portavoz critica que haya sido necesario que se celebre "una competición de ricos" para que las mejoras sean una realidad. "Pagar las fiestas a los ricos no tendrá un impacto positivo en la vida de los barceloneses", concluye.

Dentro de la Barceloneta, sin coche y con acreditaciones

No habrá restricciones a la movilidad todos los días previstos de competición, pero el consistorio prevé límites de circulación en distintos puntos del entorno marítimo. El Ayuntamiento contempla cortes de circulación puntuales, que se aplicarán en función de las afluencias y bajo la supervisión de la Guardia Urbana, que será competente para determinar si es necesario aplicar las limitaciones previstas según la saturación del tráfico que se perciba.

La restricción más destacada es la de acceso a la Barceloneta. Sin embargo, los vecinos y trabajadores del barrio (así como los que quieran acceder a servicios de restauración) dispondrán de una acreditación para entrar en todo momento, y los desplazamientos en transporte público, en bici oa pie tampoco sufrirán ninguna restricción. .

Para evitar que las personas que vengan de fuera de la ciudad lleguen a la zona de la playa en vehículo privado, el consistorio habilitará un aparcamiento disuasorio de pago en el Fòrum. Además, habrá autobuses lanzadera desde ese punto todos los fines de semana entre el 7 de septiembre y el 27 de octubre y los días de máxima afluencia. Este servicio funcionará entre las 11:30 y las 18:30 horas con una frecuencia de paso inferior a los 10 minutos.

El equipo de vela de Gran Bretaña entrenando en el Port Vell

Un público selecto: desde la realeza hasta estrellas de Hollywood

La Copa América es un foco mediático innegable: la última edición acumuló 941 millones de espectadores de todo el mundo y en los que hay cámaras no faltan los famosos. Pese a que la llegada de caras conocidas suele llevarse en secreto, hay nombres que todo apunta a que no faltarán a la cita, sobre todo en las jornadas de finales de octubre, cuando se disputa la competición.

Es previsible que algún miembro de la familia real británica asista a las regatas para apoyar al Ineos Britannia. De hecho, el príncipe Guillermo y Kate Middleton no sólo son unos fieles seguidores de la vela, sino que en 2016 llegaron a navegar con motivo de la celebración de las regatas eliminatorias de la 36 Copa América. Ahora bien, la asistencia de la princesa de Gales está en entredicho por su delicado estado de salud.

Otros famosos que también son aficionados a la vela y han asistido a anteriores competiciones para animar al American Magic son Liam Hemsworth, Harrison Ford, Mark Ruffalo y Michael Douglas, que ahora vive en la población mallorquina de Valldemossa.

La pugna tecnológica por hacer "volar" yates sofisticados

Más allá de su dimensión deportiva, la Copa América es sobre todo una competición tecnológica entre países. Los ingenieros de cada equipo trabajan intensamente por conseguir los materiales más ligeros y resistentes y los diseños más innovadores. Piensan al milímetro los yates, que están llenos de sensores que miden tanto los datos de rendimiento de la embarcación como las cargas individuales de los componentes y las presiones de los cilindros hidráulicos.

El rasgo distintivo de los yates son los foils o alerones, que reducen la resistencia del agua. De hecho, más que navegar, estas máquinas vuelan sobre el agua. El objetivo del equipo es que sus regatistas surquen el mar con el vehículo más rápido del mundo y, por eso, todos disponen de una recogida de datos inmensa, que va desde la forma de las velas, hasta la inclinación del timón o diferencias de presión.

En este punto irrumpen disciplinas como la inteligencia artificial (IA), que han acabado convirtiéndose en la columna vertebral de una competición en la que la innovación es diferencial. Por ejemplo, con los simuladores se puede comprobar si el prototipo resiste las condiciones meteorológicas o alcanza su máximo potencial con el viento. Los regatistas también pueden ensayar y conocer el rendimiento del barco antes de tocar el agua y realizar los ajustes necesarios.

Los softwares que utilizan los barcos los desarrollan los equipos ad hoc, y esto obliga a ingenieros y tripulación a vigilar con celo que no haya filtraciones, hackeos, cámaras o micrófonos. Sin embargo, a su vez también deben observar los movimientos de los demás: cualquier detalle que obtengan del diseño o del sistema interno del velero puede ayudarles a alcanzar el éxito.

La Regata Cultural navegará por museos y bibliotecas de la ciudad

Una quincena de espacios y equipamientos culturales de la ciudad han querido sumarse a la Copa América programando actividades durante todo el verano y parte del otoño. La llamada Regata Cultural zarpó en junio en el Museu Marítim con las exposiciones Competir en mar y Penélopee, ¡el mar es tuyo!, que se podrán visitar hasta noviembre y enero, respectivamente. Instalado en el Muelle de la Madera, el Race Village programará, a partir del 30 de agosto, 24 actuaciones gratuitas de música y cultura popular todos los fines de semana.

En cuanto al Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, ​​destacan el ciclo de debates Las ciudades y el mar en tiempos de emergencia climática (9 y 10 de septiembre) y el espectáculo De sirenas y robots, con Tarta Relena y Joan Llort (8 de octubre). Además, el DissenyHub presentará una exposición sobre cómo repensar nuestra relación con el mar, El Océano habla, que se podrá visitar a partir del 10 de octubre.

El mar también será objeto de estudio en las bibliotecas públicas, que programan varios clubs de lectura sobre novelas con trasfondo marino, desde el clásico Moby Dick, de Herman Melville, enEl temporal perfecto, de Sebastian Junger. Además, Casa Asia propone conocer más a fondo a Nueva Zelanda, el país ganador de la última edición de la Copa, a través de sus escritores, su cine y su ciencia en un ciclo de charlas y proyecciones en otoño.

Dosier Barcelona a vela: la Copa América en la ciudad
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