Barcelona

La losa de Sant Antoni: una herida abierta en la ronda

Los vecinos piden soluciones definitivas para el espacio, degradado y ocupado todavía por la plataforma donde estaba el mercado provisional

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El mercado de la miseria a la ronda Sant Antoni

BarcelonaLos juegos infantiles que se pintaron, a finales del 2018, sobre el pavimento que había acogido las carpas provisionales del Mercat de Sant Antoni, en Barcelona, ya se empiezan a desgastar. Y muchos vecinos dan por más que amortizada la reforma táctica que se hizo en la ronda una vez inaugurado el nuevo mercado, especialmente la losa de hormigón que sostenía las carpas, decorada ahora con los juegos dibujados, grandes jardineras y poca cosa más. Hay quienes reclaman desde hace tiempo más verde y actuaciones definitivas, y algunos de los que sufren de cerca el día a día de la ronda denuncian que se acumulan los problemas de convivencia: desde peleas hasta botellones, pasando por el mercado de la miseria que se instala prácticamente cada día.

"Aquí se vienen trastos y lo que no son trastos", asegura un comerciante de la zona que prefiere no decir su nombre y que está convencido de que en la parte sin tráfico de la ronda abundan los trapicheos de drogas. La policía, denuncian los vecinos, acaba viniendo prácticamente cada día. El jueves por la tarde, sin ir más lejos, un dispositivo de la Guardia Urbana con agentes uniformados y de paisano –de los que pasan desapercibidos a los avisadores– requisó el material que algunos vendedores tenían expuesto en las mantas: desde ropa usada hasta figuritas de Playmobil o antigüedades.

Intervención de la Guardia Urbana, el jueves por la tarde, en la ronda Sant Antoni

"El problema es la losa", insiste Toni Olivella, de la nueva plataforma de afectados por la losa de Sant Antoni. Considera que es un espacio que nunca se ha acabado de integrar –el desnivel entre la plataforma y el resto de la calle no se ha solucionado– y que hace "de efecto llamada" para todo tipo de actividades en la frontera entre los barrios del Raval y Sant Antoni y que no se dan en la parte de la ronda abierta al tráfico. Por eso la plataforma ha empezado una campaña para que el Ayuntamiento abandone la reforma que tenía que empezar a hacer ya en febrero con el objetivo, precisamente, de "dignificar" la losa con nueva pintura y elementos de estancia. Estos vecinos no quieren más propuestas de tipo táctico. Nada provisional, ni tampoco nada que facilite las concentraciones nocturnas.

La nueva reforma táctica que tenía que empezarse el mes que viene en la ronda Sant Antoni

"No queremos más bancos, ni elementos de juego o para hacer deporte", denuncian los vecinos de la nueva plataforma, que piden que no se haga un nuevo "pedazo" en la ronda y que se acelere la reforma definitiva, la que ya se tenía que haber hecho en 2018. Entonces el gobierno municipal decidió pararla para repensar aspectos como si era necesario reabrir un carril de circulación por sentido –para el bus y la carga y descarga– en un espacio y que ya llevaba nueve años cortado al tráfico. El plan inicial también dibujaba un carril bici de doble sentido en la parte central.

Reforma conjunta

Después del nuevo malestar vecinal, que copó buena parte del último consejo de barrio de Sant Antoni, el Ayuntamiento ha decidido parar el proyecto provisional que tenía que hacer y que tenía un coste de 750.000 euros y redebatirlo con el vecindario. El regidor del Eixample, Pau González, defendió que la voluntad del consistorio es hacer la reforma definitiva en la ronda "cuanto antes mejor" y retirar la losa, pero que este es un gran proyecto que no se puede encarar de manera inmediata y que se quiere coordinar con la reforma del conjunto de rondas que rodean Ciutat Vella –Sant Pau, Sant Antoni, Universitat y Sant Pere–. Ahora el Ayuntamiento reajusta las mejoras provisionales que pensaba hacer.

"Queremos hacer la mejor actuación posible hasta que sea posible la definitiva", expuso el regidor, después de que varios vecinos defendieran que lo que se preveía no serviría de nada y que era mejor ahorrarse la reforma puente y empezar con la que se decidió parar en 2018. Una posición, sin embargo, que no es unánime en el conjunto del barrio. Entidades como Fem Sant Antoni no ven claro que sea necesario volver al dibujo previsto hace cuatro años cuando se reabría la ronda al tránsito y celebran que el barrio haya ganado espacio de uso ciudadano.

Medidas paliativas

"Después de 12 años, ha quedado demostrado que el espacio pacificado funciona bien y que la ciudad necesita lugares esponjados, sobre todo en zonas tan densas como el Raval", defiende Xavier Caballé, de Fem Sant Antoni, que pide reabrir el proceso participativo sobre la reforma escuchando a los vecinos por un lado y otro de la ronda y tomar decisiones ya sobre cuál será el dibujo definitivo.

"La situación actual no es admisible", denuncia el presidente de la asociación de vecinos del barrio, Pep Sala, que asegura que harán falta medidas paliativas antes de la transformación definitiva. Desde el Ayuntamiento explican que se está trabajando para introducir "posibles ajustes" en la nueva propuesta provisional que se preveía y que el objetivo será hacer actuaciones inmediatas vinculadas a la accesibilidad, la limpieza y la seguridad. No empezarán en febrero como se había dicho. Y está por ver si incluirán o no las zonas de juego anunciadas.

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