Barcelona hará otra reforma provisional de la ronda Sant Antoni
El espacio se arreglará con elementos de urbanismo táctico mientras no se consensua un proyecto para el conjunto de las rondas
BarcelonaDespués de pasarse nueve años ocupada por las carpas del mercado provisional de Sant Antoni, a finales de 2018 la ronda de Sant Antoni de Barcelona quedó liberada de esta función y la losa que había sostenido las carpas se adaptó, con juegos pintados en el suelo y jardineras, al uso vecinal. Pero la ronda todavía espera su transformación definitiva, que con el primer calendario en la mano tenía que haber empezado después de que el mercado dejara libre la parte central pero que el gobierno de Colau decidió aplazar para reconsiderar algunos puntos, como si se tenía que reabrir un carril de tránsito por sentido en toda la ronda —para hacer pasar el autobús y mejorar la carga y descarga en el Raval— o si los nueve años de experiencia sin coches y la superilla acabada de estrenar permitían un espacio más pacificado en la zona donde estaban las carpas.
El debate todavía no se ha cerrado y ahora lo que ha anunciado el Ayuntamiento es una nueva transformación provisional para mejorar este espacio de estancia mientras se define la reforma definitiva, que se quiere que tenga un dibujo integral conjunto de las rondas que rodean Ciutat Vella: Sant Pau, Sant Antoni, Universitat y Sant Pere. Por lo tanto, no será inminente.
Lo que se ha presentado ahora a los vecinos de la zona es una reforma pensada para durar mientras no arranca la definitiva y que buscará hacer más agradable el espacio de la losa. Se intervendrá, a partir del mes de febrero, en el tramo que va de Urgell a Casanova (unos 4.500 metros cuadrados) para introducir verde y nuevas zonas de juego. Está previsto que las obras duren tres meses, así que tendrían que estar terminadas la primavera del año que viene. Una de las novedades será la colocación de elementos de madera para rodear todo el espacio central y funcionar como una especie de banco grande.
El Ayuntamiento destinará 750.000 euros a estos arreglos que, según el regidor del Eixample, Jordi Martí, buscan "dignificar" el espacio y hacerlo más a la medida de los usos que ya le están dando los vecinos mientras se "reflexiona bien" sobre cómo tiene que ser el dibujo definitivo de las rondas. "Lo que se hace es una mejora de lo que había, que se había degradado con facilidad porque era muy provisional", dice Pep Sala, de la Asociación de Vecinos de Sant Antoni, que asegura que el debate sobre qué dibujo tendrá que tener la ronda en la reforma definitiva continúa abierto. Según el gobierno municipal, habrá que tener en cuenta variables como los cambios en movilidad que ha traído la pandemia o la reforma que ya se ha hecho, también con urbanismo táctico, para sacar carriles de la ronda Universitat.