El monumento de Barcelona al europeísmo cae a pedazos

BarcelonaSi el compromiso europeísta de Barcelona tuviera que medirse por el estado de su homenaje a los padres de la Unión Europea podría pensarse que el euroescepticismo impera en la capital catalana. Así lo corroboraría, como mínimo, la decadencia del principal monumento de la plaza de Europa, en el Anillo Olímpico de Montjuïc. Una cascada en semicircunferencia coronada por un friso de 110 metros que rinde homenaje a 25 políticos e intelectuales con vocación europeísta que lleva tiempo acumulando muestras de abandono y dejadez.

Averiguar quiénes son las 25 personalidades homenajeadas es hoy una misión imposible. Con el tiempo, las piezas de piedra del friso han ido cayendo a pedazos, lo que hace ilegibles muchos de los nombres y fechas que aparecían. En este tipo de homenaje a los Diez negritos de Agatha Christie, sólo Konrad Adenauer, Antón Cañellas, Antonio Gutiérrez, Umberto Serafini, Joan Reventós y Jean Monnet resisten intactos. El resto o han desaparecido por completo o han perdido las fechas de nacimiento y muerte o fragmentos de su nombre.

Entre los agravados se encuentran desde Willy Brandt hasta Winston Churchill, pasando por John Maynard Keynes, Rosa Luxemburgo, François Mitterrand, Josep Tarradellas, Robert Schuman y Carles Pi y Sunyer. Los restos de sus nombres hace tiempo que, como explicó El Periódico, descansan apiladas de cualquier manera en un solar que actúa como una especie de almacén al aire libre junto a lo que había sido la antigua fábrica Rivière de alambre, en Can Tunis.

Una cascada cerrada desde hace seis años

Más allá del friso con los nombres, también pide a gritos una restauración a fondo la cascada, con muchos trozos de piedra desgarrados y con problemas estructurales desde el 2019, cuando tuvo que cerrarse por culpa de unas filtraciones de agua. Sí se mantiene en perfecto estado el muro que hay al inicio del friso, y que, con diseño de Enric Satué, recoge un fragmento del artículo 1 del Tratado de la UE: "Una unión cada vez más estrecha entre los pueblos de Europa, en la que las decisiones serán tomadas de la forma cercana posible a los ciudadanos".

Inaugurado el 9 de mayo de 1998, este homenaje a la Unión Europea completó la ordenación de la explanada construida con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992 alrededor del Estadio Olímpico y el Palau Sant Jordi. Un proyecto diseñado por los arquitectos Federico Correa, Alfonso Milà, Carles Buxadé y Joan Margarit. Pese al estado del monumento, este espacio en la parte baja del Anillo Olímpico –una gran plaza redonda justo debajo de la Torre Calatrava con un balcón impresionante sobre la Zona Franca– sigue siendo imponente.

En febrero el alcalde de Barcelona, ​​Jaume Collboni, anunció que dentro del plan para transformar Montjuïc el Ayuntamiento tiene previsto poner al día el Anillo Olímpico y algunos de sus equipamientos. Con un presupuesto de 370 millones de euros, el proyecto incluye la ampliación de la sala Sant Jordi Club, para acoger conciertos de hasta 8.000 espectadores; la renovación del Palau Sant Jordi; la modernización del Estadio, y la transformación de la explanada. Según explicó Collboni, la idea es plantar cerezos y crear espacios de estancia y zonas de restauración para que sea un "nuevo espacio de uso ciudadano".

Por ahora, fuentes municipales apuntan a que el proyecto básico de reparación de la cascada -en cuanto a las filtraciones de agua- ya está redactado, pero que ahora se está evaluando la posibilidad de incluir en el mismo proyecto la remodelación entera del monumento para poder rehacer el friso y recuperar su estado original.