Más multas que vehículos: el desaguisado de las bicis compartidas en Barcelona

BarcelonaA finales de agosto, una bicicleta turquesa aparcada en medio de la acera del lateral de la Gran Vía obligaba a los peatones a esquivarla. Estuvo allí durante más de cuatro horas. No era una intervención artística ni un homenaje espontáneo al pedal. Es una escena cada vez más habitual en la capital catalana; la de las bicicletas compartidas –llamadas bicisharing– aparcadas de cualquier modo. Es fácil encontrarlas en medio de lugares concurridos como la rambla de Catalunya o la calle Consell de Cent, pero también impidiendo el paso en aceras estrechas. Incluso a las puertas del mismo Ayuntamiento de Barcelona, ​​en la plaza Sant Jaume o en la plaza Sant Miquel.

El desaguisado es constatable con un paseo a cualquier hora por el centro de la ciudad. Bicicletas blancas, rojas, azules, turquesas o verdes aparcadas fuera de su sitio y en muchos casos sin cuidado. Sólo el miércoles por la tarde era posible ver uno de estos vehículos de color azul aparcado en medio de la plaza de la Catedral, palplantado frente a los bancos donde se sienta la gente a descansar. A poca distancia, detrás del Mercat de la Boqueria, alguien había dejado otra bicicleta –en este caso verde– justo frente a la salida de emergencia de la Escola Massana. Dos calles más allá, cuatro bicicletas blancas bloqueaban el paso en una esquina.

La percepción de estos paseos por la ciudad se puede transformar rápidamente en datos. Según fuentes municipales, desde que se inició el año, los dispositivos de vigilancia a cargo de la Guardia Urbana y la empresa municipal BSM han puesto un total de 3.733 multas a este tipo de bicicletas por estar mal aparcadas. Casi catorce todos los días. Teniendo en cuenta que en total en la ciudad existen 3.478 vehículos de este tipo, podríamos decir que a finales de septiembre todas las bicicletas habían sido multadas al menos una vez. Las mismas fuentes remarcan que, hasta ahora, se han cobrado el 86% de las sanciones, una cifra que consideran "muy alta" dado que hay sanciones todavía en período de pago.

En algunos casos, sin embargo, la multa no es suficiente. A veces la bicicleta está tan mal aparcada que imposibilita o dificulta en exceso el paso de los peatones, e incluso les obliga a bajar de la acera. También interviene la grúa municipal, más acostumbrada a llevarse coches y motos que bicicletas. Sólo entre enero y agosto, este servicio ya ha tenido que retirar de la vía pública 884 bicicletas de bicisharing. Más de tres todos los días. Y otras 330 de las que tuvieron que retirarse con la grúa durante todo el 2024, si bien es cierto que este año la ciudad cuenta con más bicicletas compartidas que hace un año.

Un requisito extra

A finales de 2024, el Ayuntamiento adjudicó las nuevas licencias para bicicletas de uso compartido. Desde entonces, en la capital catalana operan con siete empresas –Smart Cycles, RideMovi, Cooltra, Boltest TXFY, Lime Technology, Bird Rides Spain y Voi Technology– que disponen de entre 496 y 497 licencias cada una. Aprovechando el otorgamiento de estos nuevos permisos –que tienen una vigencia inicial de dos años prorrogables a otros dos–, el Ayuntamiento añadió un requisito adicional a las empresas adjudicatarias para que controlen el correcto estacionamiento de los vehículos.

Entre la lista de deberes a las empresas para obtener y mantener la licencia, el Ayuntamiento incluyó, por ejemplo, la obligación de garantizar que las bicicletas siempre se dejen ligadas a los anclajes en forma de U invertida que hay en la ciudad. También el compromiso de reubicar correctamente los vehículos mal aparcados en un máximo de 24 horas. Sin embargo, la red está llena de vecinos que denuncian la presencia de bicicletas mal estacionadas durante tres y cuatro días.

Además, las empresas deben facilitar al Ayuntamiento en todo momento los datos relativos a la geolocalización de cada vehículo, que deberá contar con un número de identificación único y visible. Los diferentes operadores deben vigilar también que, en ningún caso, más del 50% de su flota se concentren en la zona centro de la ciudad por un período superior a las dos horas.

El incumplimiento de estos requisitos, como declaraba en El Periódico el director de los servicios de Movilidad, del Ayuntamiento, Adrià Gomila, puede llegar a suponer la rescisión del contrato con estos operadores. Por ahora, fuentes municipales subrayan que el consistorio está en contacto con las empresas para corregir las problemáticas del servicio.