Revuelta vecinal en Nou Barris contra un transformador eléctrico en los bajos de un edificio
El equipamiento se incendió hace dos meses y los vecinos se oponen a que Endesa instale uno nuevo
Barcelona"Aún huele a quemado", dice Meritxell López mientras señala desde la calle la pared tras la que se encuentra el transformador eléctrico que, desde hace dos meses, tiene buena parte del barrio de la Prosperitat en pie de guerra. El equipamiento, ubicado en los bajos de un edificio de la calle Palamós, fue incendiado el pasado 22 de septiembre. El susto entre los vecinos todavía dura. Y también los problemas. El transformador sigue sin poder arreglarse por un conflicto entre el vecindario y Endesa, y las soluciones de emergencia adoptadas por la compañía no pueden soportar la demanda energética de la zona. El último fin de semana, en plena ola de frío, hubo cortes de luz constantes, algunos de entre cinco y siete horas.
El generador daba servicio a edificios de hasta ocho calles del barrio y las pancartas que cuelgan de muchos balcones de la zona dejan claro cuál es el motivo del conflicto. Tras el incendio, los vecinos no quieren que se cambie el transformador. Quieren que se marche. "¿Y si vuelve a ocurrir?", se pregunta López, que es presidenta de la Asociación de Vecinos de la Prosperidad. Para justificar los recelos, muestra imágenes del día del incendio, con una columna de humo negro trepando por la fachada del bloque mientras dentro de la sala donde se encuentra el transformador se van oyendo explosiones. En conversación con el ARA, López remarca que el espacio donde se encuentra el equipamiento eléctrico es pequeño y está demasiado cerca de las viviendas. "No pueden volver a meter al transformador en una olla a presión", sostiene.
Fuentes de Endesa defienden que la instalación es segura, y que el incendio fue un accidente causado por unos trabajos de mantenimiento. La compañía afirma que la mala fortuna hizo que la colocación de una prenda que tenía un defecto de fábrica generara el incendio y dejara inservible el equipamiento, y remarcan que de centros de transformación eléctrica similares a éste hay más de 7.000 repartidos por toda la ciudad sin que causen problemas.
Situación "precaria"
Mientras se resuelve la disputa entre vecinos y empresa, el transformador sigue estropeado y se han aplicado soluciones de urgencia. Primero un generador externo que también fue problemático porque se quedaba sin gasóleo cada dos por tres y que finalmente también se estropeó y tuvo que ser sustituido por otro que los vecinos denuncian que hacía un ruido insoportable. Finalmente, Endesa optó por reconfigurar la red conectando a otros transformadores a los vecinos de la zona que hasta ahora dependían de la instalación de la calle Palamós. Sin embargo, con la llegada del frío estos tampoco han aguantado la sobrecarga.
"El pasado fin de semana tuvimos cortes prácticamente todos los días, algunos de hasta siete horas", denuncia Paco, un vecino del mismo bloque donde se encuentra el transformador. Dice que en la zona vive mucha gente mayor, algunos con problemas de movilidad y que, por tanto, sufren si se estropea el ascensor, y otros, como él mismo, que por su salud deben estar conectados puntualmente a máquinas. En la esquina de la calle Palamós, sin ir más lejos, hay una residencia de ancianos.
Fuentes de Endesa admiten que cuando hay picos de consumo, como en las olas de frío, el suministro sufre. "Actualmente, la red de esta zona del distrito de Nou Barris está en situación precaria, y continuará así hasta que nos dejen cambiar la máquina", avisan. El problema radica en que Endesa sólo puede acceder a la sala donde se encuentra el transformador averiado desde una trampilla que hay en la acera, pero es demasiado pequeña para introducir un transformador nuevo y necesitan poder entrar la maquinaria a través del taller de vehículos que hay al lado.
Jordi Marqués es quien gestiona el taller, lleno hasta arriba de coches que habría que mover para hacer entrar la maquinaria. Recuerda cómo las explosiones del día del incendio hacían temblar la pared que da al transformador, que alcanzó temperaturas superiores a los 50 grados. Si la comunidad de vecinos no está de acuerdo con que se vuelva a poner el transformador, dice, él debe respetarlo. Además, remarca los costes que tendría para su negocio toda la operación, ya que habría que despejar el taller de vehículos y cerrar.
La mediación del Ayuntamiento
Ante el bloqueo de la situación, el Ayuntamiento ha decidido intervenir. En la última comisión de Economía, el gobierno municipal aceptó un ruego de Junts por Barcelona que le instaba a abrir una línea de atención directa con los vecinos y velar por la resolución del conflicto. Fuentes del distrito de Nou Barris subrayan que el consistorio está mediando en "un conflicto entre privados" y que espera que "se solucione lo antes posible", conseguir que el vecindario disponga de toda la información posible y que la compañía garantice el suministro eléctrico y la seguridad de las instalaciones. La semana pasada, de hecho, hubo una primera reunión. Sin embargo, los vecinos se mantienen en pie de guerra, con caceroladas cada noche y una manifestación prevista para el martes.