Barcelona

La Sagrada Família se compromete a buscar la vía para que los vecinos afectados por la escalinata se queden en el barrio

Esteve Camps apela al "diálogo" ya "no encerrarse en banda" para alcanzar un acuerdo

G.P.
4 min
Fachada de la sagrada Familia en la calle Mallorca, a la derecha viviendas afectadas por la construccion de la escalinata.

BarcelonaEl Ayuntamiento de Barcelona se ha puesto como objetivo resolver en este mandato uno de los debates más espinosos de la ciudad: el futuro de la escalinata del templo de la Sagrada Família. Para ello, es necesario poner de acuerdo el templo y los vecinos afectados, que, si se lleva a cabo el plan original de Gaudí, tendrán que abandonar sus pisos. Este viernes, el presidente delegado de la Junta Constructora de la Sagrada Familia, Esteve Camps, ha asegurado que se "buscará la solución" adecuada para que todos los vecinos y vecinas que quieran puedan quedarse en el barrio.

Camps lo ha dicho en el acto de resolución de la primera convocatoria del Fondo de Acción Social del templo y después de la reunión que mantuvieron el mes pasado el Ayuntamiento y los afectados por la construcción de la escalinata que dará acceso al monumento por encima de la calle Mallorca. Según informa el ACN, el responsable de la junta apeló al "diálogo" ya "no encerrarse en banda" para llegar a un acuerdo, y dijo que el ejecutivo local se mostró "dialogante". Además, confió en el entendimiento con la Asociación de Vecinos porque ya ha habido colaboraciones anteriores. "Hablando la gente se entiende", ha dicho.

La clave de vuelta del debate sigue siendo la construcción de una gran escalinata que la junta constructora del templo proyecta ante la fachada de la Glòria y que implicaría escombros en dos manzanas, entre las calles Mallorca y Aragó. Así estaba previsto, de hecho, en el plan general metropolitano (PGM) de 1976, que reservaba un amplio paseo de dos islas para que la Sagrada Família tuviera un acceso diáfano que fuera bien visible desde la avenida Diagonal.

Esteve Camps ha defendido la legalidad de la verticalidad de la fachada de la Glòria y ha recordado que la polémica escalinata es un elemento que ya aparecía en el proyecto original de Antoni Gaudí. "Si somos sus herederos, debemos luchar para que se pueda hacer", ha afirmado.

El bloque de pisos de la calle Mallorca que queda justo en frente de la fachada de la Glòria es uno de los afectados.

Ahora bien, Camps admitió que es consciente de que los vecinos no quieren irse del barrio y que en la reunión que mantuvieron con los responsables municipales el pasado mes de mayo se expresaron en este sentido. Por eso, ha querido lanzar un mensaje tranquilizador y ha afirmado que "esto no será un problema porque se buscará la solución más adecuada para que todo el mundo que se quiera quedar en el barrio pueda quedarse".

El responsable de la junta del templo ha explicado que en los encuentros que ha mantenido con el consistorio en este sentido, el ejecutivo local se ha mostrado muy "dialogante" y ha dicho que la relación con la Asociación de Vecinos Sagrada Família es buena. "Hemos colaborado juntos por otras cuestiones", ha apuntado Camps, que ha dicho que "si se ha llegado a un entendimiento sin problema con otros temas seguro que ahora también se podrá".

El solar de la calle Mallorca, una posible salida

Camps ha recordado que en 2019 se adquirió un solar ubicado en la calle Mallorca que se usa como almacén y ha insistido en que este espacio podría servir para construir viviendas. "Podría ser un punto de inicio para una posible solución", ha afirmado, y ha añadido que en función de la clasificación que diera el Ayuntamiento podrían edificarse entre 113 y 138 pisos.

A la espera de ver qué propuesta hace el actual gobierno municipal, el último proyecto que hay sobre la mesa es el que el gobierno de Ada Colau hizo llegar a los vecinos el pasado mandato de la mano de entonces arquitecto jefe, Xavier Matilla. Aquellas propuestas, que se habían mantenido ocultas hasta ahora por un acuerdo de confidencialidad entre el anterior gobierno y los vecinos, minimizaban la afectación sobre las viviendas y trazaban un rompecabezas que permitía equilibrar la zona verde, la vivienda y los equipamientos interviniendo en sólo algunas islas de la zona.

Aunque hubo varias propuestas, hubo una que los vecinos admiten que les gustaba especialmente. En ésta, se reducía la anchura de la escalinata, que pasaba de 60 metros a sólo 40, lo que permitía reducir sustancialmente las viviendas afectadas y rebajaba la cifra de realojados a 171. Además, estos vecinos se instalarían en un nuevo edificio que se construiría en este solar de la calle Mallorca que ya es propiedad de la Sagrada Família y que está en la misma calle Mallorca, entre Lepant y Marina. Un inmueble en el que, según los cálculos del anterior gobierno, habría otras 72 viviendas.

Además, la escalera que permitiría acceder al portal de la Gloria –y que se quiere que atraviese la calle Mallorca a través de una plataforma elevada para que los coches pudieran seguir circulando por debajo– desembocaba en una plaza en un interior de manzana que sólo llegaba hasta la calle València –y no hasta Aragó, como está proyectado–, aunque el tramo entre Aragó y València sí debería habilitarse como zona verde. Sin embargo, el gobierno de Collboni no ha querido hacerse suya ninguna propuesta anterior –tampoco las del mandato de Xavier Trias– y ha dicho que todo el trabajo previo ayuda, pero que es necesario afrontar este debate con la mirada abierta para facilitar un acuerdo entre las partes.

stats