Urbanismo

El urbanismo táctico de la supermanzana de Sant Antoni ya tiene fecha de caducidad

El Ayuntamiento pone en marcha el procedimiento para convertir en estructural la pacificación de la zona

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Supermanzana en la calle Borrell con Parlament, en el barrio de Sant Antoni

BarcelonaBarcelona dejará atrás el urbanismo táctico en uno de los lugares en los que se hizo emblemático: la supermanzana de Sant Antoni. Este jueves se ha hecho público el ganador del concurso de ideas abierto en el anterior mandato, y el Ayuntamiento prevé adjudicar en las próximas semanas la redacción de los anteproyectos para convertir en definitiva la pacificación de esta zona antes de que acabe el mandato. Una reforma largamente reclamada por los vecinos y entidades del barrio, que llevaban tiempo denunciando la degradación del espacio y reclamando una solución estructural.

A pesar del inicio de los trámites, todavía habrá que esperar un tiempo para ver completada la reforma de la supermanzana. El gobierno municipal prevé poder empezar a principios de 2026 las obras, que tienen una duración prevista de año y medio y un coste estimado de 8 millones de euros. En declaraciones a los periodistas, la primera teniente de alcalde, Laia Bonet, ha explicado que no pueden ir más rápido porque las pujas "duran lo que duran". Sin embargo, ha subrayado que con el anuncio de este jueves se da "un horizonte temporal" a los vecinos para acabar con el deterioro del espacio, y se ha comprometido a seguir trabajando para mantener el espacio "dignamente" hasta en la reforma.

En concreto, se actuará sobre los 13.400 metros cuadrados que suman los tres tramos de la calle del Comte Borrell entre Paral·lel y Manso y los dos de la calle Parlament entre Viladomat y la ronda de Sant Pau. El actual gobierno municipal ha descartado pacificar también la parte baja de la calle Rocafort como pretendía el ejecutivo anterior, liderado por los comunes.

La propuesta ganadora, sin embargo, sólo es el punto de partida sobre el que se diseñará el proyecto definitivo de reforma, que el Ayuntamiento descarta que sea una réplica exacta de lo que se ha hecho hasta ahora en otros ejes pacificados como Consell de Cent o la misma parte superior de la supermanzana –entre el Mercado de Sant Antoni y la Gran Via–. "No debería repetirse lo que no ha funcionado en los ejes verdes", ha apuntado Bonet.

Recreación de la propuesta ganadora del concurso de la plaza entre Comte Borrell y Parlament

El consistorio deja abierto así el detalle sobre cómo será esta consolidación del tramo inferior de la supermanzana de Sant Antoni. Aunque todavía hay que hacer público el informe detallado en el que se evalúa qué ha funcionado y qué no en el eje verde de Consell de Cent, desde el gobierno municipal ya se han ido apuntando algunas de las lecciones que se han extraído de lo que fue el proyecto estrella del anterior mandato. Éstas van desde el alto coste de su mantenimiento a la necesidad de facilitar la convivencia entre los diferentes usos evidenciando el espacio destinado a cada uno. O, dicho de otro modo, pasando del pavimento homogéneo que existe por ejemplo en Consell de Cent a uno que defina mejor los espacios para distinguir entre lo que es zona de paso de vehículos o espacio reservado por carga y descarga, etc. De ahí que todo esté abierto y que ni siquiera esté garantizada la plataforma única.

Sentencias contra los ejes verdes

El anuncio de la consolidación de la supermanzana de Sant Antoni llega en un momento en que los ejes verdes están siendo discutidos. No sólo por el informe sobre Consell de Cent que está elaborando el propio Ayuntamiento sino también por las diferentes sentencias judiciales contra estas pacificaciones. Hasta tres juzgados han considerado que la reforma de la vía pública no podía tramitarse como una obra ordinaria, sino que, para peatonalizar la calle, había que modificar el plan general metropolitano (PGM). En ambos casos, el Ayuntamiento ha presentado recurso.

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