Seguridad

"Siempre me voy del barrio cuando hay partido del Espanyol"

Los vecinos de la Riera de Cornellà denuncian problemas de convivencia, aunque admiten que la zona ha mejorado en los últimos años

Cornellá de LlobregatDe la Riera sólo queda el nombre del barrio. Roberto, de 78 años, nació en este punto de Cornellà de Llobregat, y recuerda cómo sus veranos se basaban en bañarse en el río y robar fruta y verdura de los cultivos que reseguían el agua. "Todo ha cambiado mucho", admite. Poco queda de aquellos veranos: primero la riera y los huertos quedaron rodeados de naves industriales, y luego enterrados por el cemento que levantaron el estadio del Espanyol y el centro comercial Splau. "El cambio ha sido a mejor", comenta. Afirma que antes había más droga y más delincuencia, y que con esta reurbanización el barrio ha subido de nivel, al igual que lo han hecho los alquileres.

La conversación con Roberto tiene lugar a escasos metros de la valla aún doblada con la que hace dos semanas una conductora chocó tras atropellar a una muchedumbre de aficionados del Espanyol concentrados antes del derbi. Hirió hasta 17, y un hombre ingresó en la UCI. En sede judicial la conductora, una mujer de 33 años y vecina del barrio de La Riera, argumentó que se encontró en una situación de pánico y en lugar de apretar el freno apretó el pedal del gas. También dijo tener problemas de salud mental. A Antonio, de 65 años, le cuesta entender por qué "se empeñó" en salir pese a la masa de gente, y "más siendo del barrio". Un primer atropello a una mujer provocó que la multitud empezara a agredir el vehículo.Después se produjo el segundo atropello, el más grave de los dos.

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Antonio se encontró un día en una situación casi calcada. "Yo aparqué, bajé y amablemente dije que era vecino del barrio y que tenía que salir. Hicieron un pasillo y me dejaron pasar", explica. Desde ese día nunca más coge el coche en días de partido del Espanyol. Ésta es una realidad frecuente en este barrio, que los vecinos dicen que ha mejorado entre semana pero que empeora cada 15 días, cuando hay partido. Juan nunca se queda y siempre se marcha a la segunda residencia que tiene en Cunit. "Solo me hizo falta un partido para verlo", afirma. Las quejas vienen por los problemas de movilidad, pero también por el comportamiento de una parte de la afición blanquiazul. "Creen que el barrio es suyo, no nos respetan", denuncian desde la asociación de vecinos del barrio de la Riera. Critican los botellones tres y cuatro horas antes del partido y también enfrentamientos.

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Por ejemplo, explican que los vecinos no pueden ir vestidos con simbología de otro club por la calle. "Si no, les increpan", apuntan desde la asociación. Ponen de ejemplo a un residente que tenía una bandera del Barça en el balcón y los aficionados del Espanyol le quemaron el timbre. "No estamos en contra del campo, sino de la gente que provoca altercados", afirman. Su principal demanda es que les hagan entrar en el campo por otro sitio, y que se restrinja el acceso al barrio. Fuentes del Ayuntamiento de Cornellà responden que la comunicación con los vecinos es "permanente" y que su compromiso es "mantener la convivencia".

Restricciones de movilidad

El barrio de la Riera es un conjunto de edificios no muy altos y muy juntos, que dejan a su paso calles estrechas. Tras la última hilera de blogs se abre una gran explanada que alberga un parque, el centro comercial Splau, el campo del Espanyol y también el de la UE Cornellà. Los accesos a la principal carretera que separa la explanada del barrio, la avenida del Baix Llobregat, están cerrados al público durante los partidos del Espanyol, pero no lo están las calles internas, y los vecinos que salen de sus párkings pueden llegar. De hecho, la calle por la que pasó la conductora antes de llegar a la muchedumbre de gente hace unos años habría sido cortada, según indican los vecinos. En esta calle se encuentra un bar llamado Los Cazadores, que era un punto de encuentro de los aficionados más radicales del Espanyol. Después de una batalla campal con los Casuals-Boixos Nois, la afición radical del Barça, en el 2021 y varios problemas económicos, el bar cerró. Esto provocó que esta calle ya no estuviera cortada. En más de una ocasión las peñas blanquiazules pidieron que se corten más calles de los accesos del estadio.

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El atropello ha enfadado a la afición del Espanyol, que ha convocado protestas antes del partido de este sábado, en el que los pericos se juegan la permanencia. La conductora está en libertad con medidas cautelares. Para evitar enfrentamientos, los Mossos han planificado un dispositivo muy similar al del derbi y el partido ha sido catalogado de alto riesgo. Este operativo prevé restringir el tráfico en la avenida Baix Llobregat y en las zonas cercanas. También habrá un refuerzo de orden público, con Brimo y ARRO preparados para actuar. Sin embargo, por este partido se han suspendido otras actividades, como por ejemplo un partido que debía disputarse en el estadio de Cornellà en el que jugaban las categorías inferiores del Barça.