El cadáver de Roda de Berà es el de una niña argelina que viajaba en una patera con sus padres
En la embarcación, que naufragó cerca de Baleares, había 15 personas, pero ninguna sobrevivió
BarcelonaEl cadáver que se encontró el 11 de julio en la playa de Roda de Berà es de una niña argelina de solo ocho meses que viajaba en una patera con sus padres. Habían salido desde Cherchell, en Argelia, el 21 de marzo y naufragaron entre Denia y las islas Baleares, el punto al que tenían previsto llegar. En la embarcación viajaban 15 personas, entre ellas los padres de la criatura. Ninguno sobrevivió.
Héroes del Mar, una ONG que acompaña a menores extranjeros con sede en Almería, le ha puesto nombre a la pequeña: Lilia, hija de Samira, que ya fue enterrada hace poco en su país de origen. El cuerpo de la mujer se recuperó el mismo día del naufragio en la costa de Baleares, según ha comprobado la policía comparando los perfiles genéticos de la menor con los que tenían de su madre en la base de datos. Y el cuerpo de papá es uno de los que aún no ha sido identificado.
Muertes anónimas en el mar que se repiten por la ausencia de equipos de rescate que hagan búsqueda activa de náufragos y también porque el miedo a ser hallados hace que los que se embarcan en alta mar para migrar tarden demasiado en dar la alerta. Solo en el primer semestre de este año la ONG Caminando Fronteras ha detectado 19 barcas en las que todos los ocupantes murieron al realizar alguna de las cuatro rutas migratorias entre África y las costas españolas.
La de Argelia en Baleares es una ruta migratoria relativamente nueva que utilizan mayoritariamente ciudadanos de Argelia, como la familia de la criatura localizada en Roda de Berà, buscando un camino sin tanto control de los guardacostas (evitando así el riesgo que se los detenga y se les obligue a volver a puerto) y la violencia de Libia. Así, en pocos tiempos los flujos de embarcaciones se han multiplicado, hasta el punto de que en la primera mitad del año ha habido incluso un repunte en esta ruta (un 29% más que en el mismo período de 2022), en contraste con la reducción de la ruta que va a Canarias o de la que atraviesa el Estrecho, según la entidad que dirige la activista Helena Maleno. En estos seis meses se tienen registradas 102 muertes de migrantes en ocho tragedias hacia Baleares y cientos de desaparecidos.
Las primeras exploraciones in situ del cuerpo de la niña permitieron saber que se trataba de una criatura muy pequeña. Inicialmente, se aseguró tener entre dos y tres años, pero la autopsia preliminar ya hizo rectificar esta primera aproximación y se apuntó que tenía menos de un año. Ahora el análisis de las muestras enviadas por la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de Tarragona permiten concretar que era una niña de apenas ocho meses de nacionalidad argelina.
El cadáver lo localizó un operario municipal después de que estuviera casi un día entero en la arena sin que nadie prestara atención. Los bañistas pensaban que era un muñeco. Nadie se acercó mucho ni avisó a la policía. Estaba en la arena, cerca del espigón. El hecho de que llevaba tanto tiempo en el mar dificultó el primer cálculo de edad. Tampoco constaba entonces ningún naufragio reciente cerca de la costa de Tarragona ni desaparición alguna en la zona de una niña de esta edad que diera pistas sobre quién podía ser.
El alcalde de Roda de Berà, Pere Virgili, ya apuntó cuando se encontró el cuerpo que una de las opciones era que se tratara de una "víctima más delmadre mortum". Es decir, que podía ser una migrante que hubiera perdido la vida a bordo de una patera intentando huir de su país de origen (de media, cada día mueren cinco personas en un naufragio intentando llegar a las costas españolas), como se ha terminado confirmando. Que la pequeña trajera ropa de calle y no de bañista daba más fuerza a esta hipótesis.