Argimon avisa de que hay que vigilar que "los Reyes no traigan de regalo la tercera oleada"

Defiende no avanzar el cambio de fase por el puente y dice que este fin de semana se decidirá sobre Navidad

Ara
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Una parella passeja rient per un dels eixos comercials de Reus durant el Nadal en una imatge d’arxiu.

BarcelonaLos últimos datos de contagios de covid en Catalunya permiten cierto optimismo -se espera que esta semana habrá unos 7.000 positivos, un dato similar al que había antes de la segunda oleada-, a pesar de que la presión asistencial y especialmente la ocupación de las UCI no disminuye al mismo ritmo. El secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, ha confiado en una entrevista a Catalunya Ràdio en que el ritmo de contagios se mantenga a la baja y en que las medidas que se acuerden de cara a las fiestas de Navidad puedan ser homogéneas para todo el territorio. Argimon ha reiterado que trabajan con la idea de permitir encuentros de hasta diez personas, a pesar de que el gobierno español haya rebajado esta cifra a seis.

Argimon ha asegurado que esta será una decisión que se tomará desde las comunidades autónomas y que, en el caso de Catalunya, este fin de semana se harán reuniones para acabar de decidir los detalles sobre cuántas personas se podrán encontrar, cómo será el confinamiento perimetral y hasta qué hora se alargará el toque de queda. A pesar del "buen dato" actual en cuanto a los contagios, el secretario considera que habrá que vigilar mucho para evitar que "los Reyes de Oriente nos traigan de regalo la tercera oleada". Un miedo que, ha dicho, le han hecho llegar muchos profesionales, sobre todo teniendo en cuenta que la época de Navidad implica mucha interacción.

"Si somos capaces de mantener dos semanas más la Rt a 0,8, podríamos llegar a menos de 600 casos diarios, y esto permitiría una Navidad mucho mejor", ha dicho. Argimon ha avisado, en este sentido, de que no es tan importante el número de personas que se encuentren en las celebraciones como la mezcla de grupos en comidas sucesivas, que es un hecho muy propio de las fiestas. Sobre la coincidencia de dos grupos de convivencia, ha dicho que se dará, y que por eso hay que tomar medidas como la ventilación, la mascarilla y la distancia. "Si los datos epidemiológicos evolucionan en el buen sentido, podremos hacer una Navidad que nos permita reencontrarnos con nuestras familias", ha coincidido la portavoz del Govern, Meritxell Budó, en una entrevista a Catalunya Ràdio, en la cual también ha remarcado que será el Govern quien tome las decisiones en este ámbito.

Salir de la residencia por Navidad

En cuanto a las residencias de gente mayor, Argimon ha explicado que, de cara a las fiestas de Navidad, habrá un protocolo para facilitar "la dignidad y la vida de estas personas" y que puedan pasar las fiestas con sus familias. Argimon ha dicho que habrá criterios fijos porque se trata de población frágil, unos criterios que están más o menos escritos. Y ha avanzado que las personas que se vayan de las residencias se tendrán que hacer pruebas al salir y al volver.

En cuanto al toque de queda, ha asegurado que se flexibilizará por Navidad, pero que todavía está pendiente de definir hasta qué hora. Argimon ha dado por hecho que este confinamiento nocturno se alargará dos o tres meses más porque permite controlar dos aspectos importantes: la movilidad y la noche. Pero ha insistido en que una vez pase la pandemia todo el mundo tendrá que estar muy atento para recuperar las libertades perdidas: "Cuando acabe este periodo, lo tendremos que recuperar todo y más".

El secretario de Salud Pública también se ha referido a la reapertura de bares y restaurantes para remarcar que vigilar que se cumplan las restricciones sanitarias es competencia del Govern y no de los propietarios de los locales y que, por eso, ahora los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana se han comprometido a estar más atentos, y que el Gremi de Restauració también entiende que tiene una gran responsabilidad: "Estoy convencido de que ahora habrá más seguimiento de las medidas".

No avanzar fases

Sobre la posibilidad de avanzar el cambio de fase con el puente de la Purísima, ha defendido que hay que cumplir los 15 días fijados para la primera etapa. El cambio, ha remarcado, no se tendría que hacer antes del lunes 7 de diciembre. La portavoz del Govern, Meritxell Budó, abrió la puerta, la semana pasada, a este adelanto que el secretario de Salud Pública ha pedido no hacer: "Tenemos que ser serios". También ha dicho que en la siguiente fase los centros comerciales podrán reabrir y que hará falta un control visual del aforo. "Pienso que podrán abrir y que irá bien", ha añadido, y ha remarcado que si se pudieran pagar ayudas económicas seguramente ahora no se estaría reabriendo la economía. "No somos un país rico", ha lamentado, y ha defendido la necesidad de encontrar el equilibrio entre medidas sanitarias y la crisis social y económica.

Argimon ha explicado que en la nueva oleada de cribajes masivos los porcentaje de positivos detectados es bajo. Están llamadas 650.000 personas y Argimon las ha animado a asistir: "No lo tenemos que mirar solo desde el punto de vista individual, que da falsa seguridad, sino desde el punto de vista del control de la pandemia".

Sobre las vacunas, ha dicho que los primeros que la recibirán serán personas del entorno de las residencias, trabajadores esenciales empezando por los sanitarios y personas que viven en instituciones. Después la campaña se abrirá a colectivos como los de más de 80 años.

Garantizar el derecho a voto

En cuanto a las elecciones catalanas, ha remarcado que se tendrán que garantizar dos aspectos: que los locales cumplan con las condiciones para que haya distancia de seguridad y que se garantice que todo el mundo puede votar, también los positivos y contactos directos que estén en cuarentena. Un aspecto que, ha remarcado, no depende de Salud.

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