Cuatro muertos debido a la ola de calor que abrasa Catalunya
Sanidad estima 360 muertos atribuibles a las altas temperaturas en cuatro días mientras continúan los incendios descontrolados en todo el Estado
BarcelonaLa ola de calor extremo que asola Europa debido a una demasiada de aire proveniente del Sáhara está dejando temperaturas récord en Catalunya: en Lleida se ha registrado una máxima de 41,4 grados en Sant Romà d'Abella –en el Pallars Jussà– y en Seròs –en el Segrià–, y en Barcelona, donde no se ha bajado de los 27 grados, el mercurio ha llegado hasta los 31,5 grados. Hace cinco días que el país se enfrenta a uno de los episodios de calor con más gravedad de las últimas dos décadas, lo que ha obligado a la Generalitat a decretar restricciones severas en las actividades en el medio natural para tratar de minimizar el riesgo de incendios. De hecho, la situación es crítica en varios puntos de España y, según los datos recopilados por el Instituto de Salud arlos III, en todo el Estado se han producido 360 muertos entre el 10 y el 15 de julio atribuibles a las altas temperaturas, 123 de las cuales se produjeron el viernes. Cuatro de ellas se han computado en Catalunya, según informa el ministerio de Sanidad.
Estas cifras provienen del Sistema de Monitorización de la Mortalidad Diaria (MoMo), la herramienta que radiografía los excesos de mortalidad respecto a otros años y, si bien no se detallan las causas de la defunción, la mayoría de los casos corresponden a personas que han sufrido descompensación metabólica. El caso más mediático ha tenido lugar en Madrid, donde Sanidad calcula que se han producido 89 muertos por la ola de calor, la cifra más elevada del Estado. En Vallecas, un basurero de 60 años murió el viernes por la tarde mientras trabajaba. Su temperatura corporal estaba a 41,6 grados y tuvo que ser ingresado en el Hospital Gregorio Marañón, donde acabó muriendo. A raíz de este caso, el ayuntamiento madrileño permite a los operarios municipales de limpieza flexibilizar su horario para evitar las horas más calurosas del día, de 14 a 21 horas, y trabajar entre las 17 horas y la medianoche.
A pesar de que se espera que pasado este domingo se llegue a un punto de inflexión, la predicción meteorológica para Catalunya apunta que a corto plazo el ambiente tórrido continuará en todo el país, con picos que volverán a superar los 40 o 41 grados en las zonas de interior. El único lugar donde se espera que las temperaturas sean algo más bajas a partir de este momento está en la zona del litoral, si bien la temperatura y el bochorno seguirán disparados. Está previsto que el aviso de calor siga vigente en todo el territorio al menos hasta la semana que viene. Las autoridades recomiendan evitar hacer ejercicio al aire libre y salir a la calle en las horas centrales del día, cuando el sol está más arriba, para eludir posibles golpes de calor. También recuerdan que es imprescindible hidratarse y remojarse frecuentemente, utilizar si es posible algún tipo de climatización e ingerir alimentos ligeros y poco calóricos, evitando el alcohol.
Sin tregua en el oeste de España
El calor abrasa todo el Estado y este sábado el aviso por riesgo extremo se ha activado en varias zonas de Aragón, Cantabria, Extremadura, Navarra y La Rioja, mientras que el resto del territorio peninsular se encuentra en nivel naranja y solo las Canarias se salvan de esta ola por ahora. La evolución meteorológica es preocupante en todo el Estado, pero sobre todo en aquellos puntos donde se han declarado varios incendios forestales que avanzan descontroladamente y que han obligado a desalojar varias poblaciones. Se trata de municipios del oeste y el sur de España, como Extremadura, Castilla y León, Andalucía y Galicia, donde las temperaturas extremas están complicando las tareas de extinción.
Los fuegos del Parque Nacional de Monfragüe, en Cáceres, que han quemado unas 3.000 hectáreas, y los de la sierra de Mijas, en Málaga, que afectan a un perímetro de 1.890 hectáreas, son los más críticos. En Castilla y León también hay 30 fuegos simultáneos (12 de los cuales controlados) y en Galicia ya se han quemado 4.300 hectáreas en trece incendios, de los cuales tres forestales en la provincia de Lugo ponen en riesgo varios núcleos de población.