"Acabarán expulsados de su casa": la crisis de la vivienda centra el examen de catalán de las PAU
La mayoría de ejercicios de la primera prueba de catalán sin lecturas obligatorias tratan los problemas de la gentrificación
BarcelonaGentrificación, lobis y la imposibilidad de asumir el alquiler. La crisis de la vivienda ha sido, sin lugar a dudas, la protagonista del primer examen de lengua catalana sin lecturas obligatorias de la selectividad. La prueba, que algunos de los estudiantes han admitido que era "asequible", como la mayoría de pruebas de las PAU de este año, ha comenzado con un ejercicio de comprensión lectora sobre un fragmento del artículo La gentrificación verde, el peligro obviado, de Josep Maria Boronat i Pujals –y no Joan Maria, como aparecía por error en el examen–.
Un texto donde aparecen afirmaciones como "[los vecinos de las grandes ciudades] acabarán expulsados de su casa, sea por la imposibilidad de asumir la subida de alquileres que se les aplicará por la revalorización de la zona sea por la desaparición del tejido comercial de proximidad que dará paso a actividades dirigidas a otro tipo de público". lobbies que más se oponen a las pacificaciones son los que las acaban aprovechando más para sacarle provecho, comprando edificios para suministrar viviendas a unas élites que quieren estar cerca de los espacios verdes".
También se ha pedido que los futuros universitarios reflexionen sobre los problemas de vivienda derivados de la gentrificación. De hecho, la actividad de expresión escrita del examen ha consistido en escribir un texto formal en el que se describieran "las consecuencias de la llegada masiva de turistas a una ciudad". Todo ello ha hecho que varios estudiantes celebraran la temática del examen de catalán de este año en las redes con mensajes como "Tourist go home, increíble el texto de catalán" o "Me lo he pasado bien rayando de los guiris en la redacción".
El auca, el rosellonés y la desolación
Más allá de la problemática de la gentrificación, en la última de las pruebas obligatorias de estas PAU también ha aparecido el poema Desolación de Joan Alcover y los alumnos han tenido que responder a varias preguntas sobre el texto, entre ellas las temidas figuras literarias. Concretamente, este año se ha pedido identificar en qué parte del poema se utilizaba el polisíndeton –cuando se utilizan muchos nexos entre oraciones para dar un ritmo ágil al texto o para repetir elementos importantes– y dónde había un hipérbaton –cuando se altera el orden habitual de las palabras en una frase.
Por otra parte, también se ha pedido a los estudiantes que explicaran en cincuenta palabras las diferencias entre un auca y una corranda, o si los términos Renacimiento y Renacimiento son sinónimos. Además, en uno de los ejercicios del examen el alumno debía identificar a cuál de las variedades dialectales (rosellonés, central, noroccidental, valenciano, balear y alguerés) pertenecía un texto y subrayar tres características diferentes que lo demostraran.
Matemáticas de lo social, la difícil de estas PAU
No fue hasta este viernes al mediodía cuando surgieron las primeras críticas a un examen de la selectividad por su dificultad. Ha sido por la prueba de matemáticas aplicadas a las ciencias sociales, un examen que algunos han asegurado que ha sido más difícil que su hermana del científico (normalmente es a la inversa). "Qué vergüenza el examen de matas, todo el mundo salió llorando", aseguró uno de los alumnos por redes sociales, mientras que otro apuntó que la prueba "fue criminal". Entre los diferentes ejercicios se pedía al alumno realizar cálculos sobre el precio de una estancia por 10 personas en un hotel en función de la capacidad de las habitaciones que se reserven o los beneficios y pérdidas que se pueden tener invirtiendo dinero en un fondo de inversión "muy volátil".
Las PAU de este 2025 han acabado con las pruebas de las optativas de biología, tecnología e ingeniería, funcionamiento de la empresa y diseño de modelos de negocio y literatura catalana. Esta última ha sido una de las materias en las que más penalizarán las faltas de ortografía según los polémicos criterios de corrección que han marcado la primera edición de la nueva selectividad en Cataluña.