Informe PISA: la pobreza afecta más al rendimiento escolar que el origen
Un análisis de Save the Children y Esade alerta de que los alumnos catalanes pobres tienen seis veces más probabilidades de repetir que los ricos
BarcelonaLas desigualdades socioeconómicas tienen un efecto directo en los alumnos catalanes que sacan malas notas. Una de las primeras explicaciones del departamento de Educación después de recibir los resultados desastrosos del informe PISA fue que existía una sobrerrepresentación de alumnos recién llegados y que esto podía haber influido en la bajada que, en general, indicaban los resultados de las pruebas. Una justificación que el propio departamento rectificó al cabo de unas horas. Sea como fuere, el análisis de los resultados del informe PISA que han elaborado Save the Children y Esade desmiente que el origen del alumnado sea el principal detonante de los malos resultados: apunta directamente a la pobreza. Concretamente, un alumno recién llegado saca de media 42,6 puntos menos en la prueba de matemáticas (32,5 a nivel estatal) que un estudiante nacido en Cataluña y con familia autóctona. Pero esa brecha se reduce a 5,1 puntos si se descuenta el efecto de la desigualdad socioeconómica. Es decir, según el análisis de ambas entidades, la mala nota se explica más por el nivel socioeconómico del alumno que por su condición de migrante.
El efecto es tan importante que la organización avisa que les alumnos con menos recursos tienen seis veces más posibilidades de repetir curso que los que tienen un mayor nivel socioeconómico. De hecho, Cataluña es el segundo territorio del Estado, después de la Comunidad de Madrid, con la segregación escolar por mayor nivel socioeconómico. Aunque en el ámbito estatal la tasa se ha reducido ligeramente desde 2018, en Cataluña no ha habido cambios significativos. Éste es, de hecho, un factor sobre el que la consellera de Educación, Anna Simó, también alerta en una entrevista en el ARA: "Encabezamos el ranking español de pobreza infantil. Ha habido un incremento de las desigualdades sociales en todas partes, y en Cataluña más. El nivel de segregación escolar era muy alto y lo estamos empezando a revertir con un plan valiente, pero ni de mucho hemos empezado a ver los resultados, todavía", subraya Simó.
Catalunya lidera el ranking español en pobreza infantil, pero España lidera el ranking europeo en este ámbito. Las diferencias en el rendimiento y resultados en la prueba de matemáticas de los alumnos más desfavorecidos socioeconómicamente respecto a las familias más acomodadas son mayores que en 2018 (del 15,2% al 17,1%). Cataluña es uno de los territorios del Estado, junto con Asturias, Euskadi y Murcia, donde esta variación es más elevada.
Las propuestas
Para hacerle frente, Save the Children propone varias medidas. Cree que es necesario apostar de manera mucho más decidida por tutorías de apoyo y refuerzo individualizadas o en grupos reducidos, tanto en horario escolar como fuera del centro y durante el período estival. Otra medida que propone es mejorar las competencias en comprensión lectora mediante la implementación de espacios obligatorios de lectura y refuerzo de las bibliotecas escolares. También apuesta por amplias jornadas escolares, asegurando la gratuidad de material, comedor y transporte escolar a niños en situación de pobreza y el acceso a becas suficientes que promuevan la permanencia en el centro educativo y la continuidad en la educación postobligatoria.
La entidad también quiere que se mejore el acceso a una educación de calidad para niños de 0 a 3 años con bajo nivel socioeconómico y de origen migrante. Propone promover una formación del profesorado centrada en aumentar la eficacia y habilidades prácticas en gestión de aula en clases heterogéneas, así como formación asociada a reflexionar y cambiar creencias y prácticas pedagógicas relacionadas con la repetición de curso, además de poner en marcha medidas contra la segregación escolar para reducir la concentración del alumnado desfavorecido, migrante y de etnia gitana. Estos planes, según Save the Children, deben apostar por la gratuidad efectiva de la escuela concertada y considerar criterios de demanda y admisión, pero también valorar medidas de oferta y planificación en la red escolar, especialmente en un contexto de caída demográfica .