Institutos escuela, tres años después: "No queremos más módulos en el patio"
Los centros avisan que baja la calidad de la educación si la ESO se hace en barracones
BarcelonaDe ser el ojito derecho del departamento de Educación a no tener espacio para dar clase. Ahora hace tres años, el departamento de Educación anunció que doblaría el número de institutos escuela en Catalunya, la fórmula que une educación infantil, primaria y secundaria en un mismo centro –como hacen muchas concertadas–, con el objetivo de intentar reducir la segregación y el absentismo escolar en la secundaria. La mayoría de los nuevos centros se creaban añadiendo 1.º de ESO en una escuela, una medida que, aparte de los argumentos pedagógicos, también era "de eficiencia presupuestaria", porque es más barato abrir la ESO en una escuela que ya existe que no construir de cero un instituto entero. A pesar de que el entonces conseller, Josep Bargalló, garantizó que no se pondrían módulos prefabricados, tres años después la ESO va creciendo en algunos centros en barracones en el patio y ahora estos centros reclaman el edificio prometido.
Uno de estos casos es el Institut Escola Pallerola de Sant Celoni, creado hace tres años a partir de una ampliación de la escuela. En una carta al conseller, Josep Gonzàlez-Cambray, avisan que "hoy por hoy" no tienen espacio físico para los tres cursos de primero de ESO que subirán el año que viene porque tienen el patio lleno de barracones. "El primer curso perdimos el aula de inglés y la de música para meter a la primera promoción de la ESO. Lo entendíamos, era una medida provisional. El año siguiente fueron dos salas polivalentes más y el huerto para poder hacer sitio a los módulos. Lo aceptamos como una renuncia asumible por un curso", recuerdan en la carta. Ahora, sin embargo, se plantan: "No podemos ni queremos permitirnos que nos llenen el patio con más módulos". Las familias lamentan que tres años después no solo no han empezado las obras del edificio de la ESO prometido, sino que ni siquiera está el proyecto adjudicado y ya han convocado una manifestación para el próximo 2 de abril para denunciarlo. "Los motivos de los atrasos son múltiples: desde errores técnicos hasta renuncias de las empresas que habían ganado el concurso, pasando por una pandemia, pero las víctimas son siempre las mismas: los niños y los docentes", aseguran en la carta, en la que piden la implicación de la conselleria para solucionar su situación: "Desencallar la construcción es una cuestión de voluntad política".
Una cosa muy parecida ha movilizado también a algunas familias de Premià de Dalt. En este caso, el departamento se comprometió hace tres años a transformar la Escola Santa Anna en un instituto escuela con el mismo nombre porque el otro centro de la ESO del municipio "estaba muy por encima de su capacidad". A este compromiso se añadía la promesa de construir un nuevo edificio para meter a toda la secundaria y, para ejecutar de manera "inminente" el proyecto ante la situación "insostenible" del otro instituto, el Ayuntamiento se ofrecía a ceder los terrenos de al lado de la escuela y avanzar parte del coste de la obra. Pero en estos tres años las administraciones no se han puesto de acuerdo y el edificio no está construido. La AFA del instituto escuela está movilizada, porque el departamento les ha confirmado que instalarán de manera provisional unos módulos prefabricados para que los cursos de la ESO tengan sitio donde dar clase. "La escuela ha sufrido una pérdida de espacios para acoger a la secundaria en detrimento de la calidad educativa que se ofrece", dicen las familias, que están recogiendo firmas para reclamar la aceleración del convenio de obras entre el departamento y el Ayuntamiento y oponerse a la instalación de barracones al patio.
Críticas por la desaparición del bachillerato
El malestar de algunos institutos escuela también llega a Barcelona, después de que el departamento anunciara hace unos días la fusión de la Escola La Prosperitat y el Institut Galileo Galilei para crear el nuevo Institut Escola El Molí. La comunidad educativa de los centros dice que conoció la decisión "el día antes" de que se anunciara públicamente y que es una medida "impuesta". "No hemos tenido la oportunidad de debatir a fondo el acierto del proyecto. Simplemente se ha decidido crear este nuevo instituto escuela y se nos ordena que empezamos a implementarlo ya el curso que viene", han dicho en un comunicado, lamentando que la conselleria hable a la vez "de autonomía de centro" e "implicación de toda la comunidad educativa".
Las familias y los docentes se muestran especialmente preocupados por la desaparición del bachillerato (los institutos escuela no tienen estudios posobligatorios) en el instituto, una etapa que "se ha flexibilizado para garantizar un éxito académico y acompañamiento" a los alumnos. Creen que la extinción del bachillerato en el centro "conllevará lógicamente una reducción de las líneas de la ESO", lo que se traducirá en una disminución de las optativas y la "probable pérdida" del grupo de adaptación curricular de 3.º y 4.º de la ESO. La directora de enseñanzas posobligatorias del Consorcio de Educación, Gemma Verdés, ha explicado al ARA que el bachillerato se mantendrá dos cursos de manera excepcional en este centro para que puedan estudiar los alumnos que ahora hacen 4.º de la ESO y 1.º de bachillerato. En Barcelona ahora quedan solo dos o tres institutos que, como el Galileo Galilei, solo tienen una línea de bachillerato, y Verdés apunta que este modelo no es el que se quiere promover, sino al contrario: centros grandes de posobligatoria, capaces de atraer a alumnos y ofrecer más materias optativas, aunque para estudiar haya que desplazarse.