La izquierda y la derecha se echan los platos por la cabeza por la falta de "imparcialidad" del informe europeo sobre la escuela catalana

BruselasEl Comité de Peticiones de la Eurocámara, presidido por la popular Dolors Montserrat, debía debatir este miércoles el informe sobre la visita a Cataluña de eurodiputados de la derecha y la extrema derecha para evaluar la inmersión lingüística de la escuela catalana. Sin embargo, el pleno se enfangó y se centró en discutir cuestiones procedimentales porque los resultados provisionales de la misión no estaban en todas las lenguas oficiales de la Unión Europea –sólo en inglés– y porque Montserrat no lo envió 24 horas antes al resto de representantes, tal y como estipula el reglamento. El resultado: la discusión sobre el sistema educativo catalán se ha hecho a toda prisa y, de hecho, los eurodiputados la han despachado en poco menos de media hora.

"Un minuto por cabeza y deprisa, que tenemos otros temas en la agenda", ha dicho Montserrat. Pero la popular antes había permitido (e incluso había participado) en una discusión de unos 50 minutos en la que los representantes de todos los colores se han tirado los platos por la cabeza y se han hecho reproches que tenían poco en ver con la situación lingüística de las aulas catalanas.

"Show", "papelo" o "espectáculo" son algunas de las expresiones que los eurodiputados de la izquierda y el independentismo han utilizado para describir tanto la discusión de este el miércoles en el Parlamento Europeo como la visita del pasado diciembre de los eurodiputados a Catalunya, que fue boicoteada por los Socialdemócratas, los Verdes y la Izquierda por estar hecha a medida para desprestigiar a la escuela catalana.

El juntero Toni Comín ha acusado a los grupos de derecha y extrema derecha de hacer "negacionismo lingüístico". “Todos los estudios confirman que el catalán está en retroceso. Así lo explicaba también el relator para minorías nacionales de la Organización de Naciones Unidas (ONU) el pasado diciembre”, ha afirmado. Y ha añadido: “Sin la inmersión en la escuela, el retroceso del catalán irá a más y será irreversible. La inmersión es la única garantía de que el catalán mantenga su vitalidad”.

Comín ha criticado directamente a Montserrat, a quien ha reprochado su papel al frente del comité de la Eurocámara. "Además de ser imparcial, debería parecerlo", le espetó. En este sentido, recordó que por la forma en que "estaba planeada la misión", que impulsó Cs y PP, diferentes grupos parlamentarios la "boicotearon". "No siga dañando la reputación de esta institución", le ha pedido el representante independentista a Montserrat, a quien considera responsable del "desprestigio" de la comisión. También ha tenido palabras para la eurodiputada naranja Maite Pagazaurtundúa: "Sienten que quieren defender el bilingüismo de la sociedad catalana, pero en realidad quieren que la sociedad catalana sea monolingüe y en castellano", ha dicho.

Acusaciones de "obsesión absurda contra el español"

Otra de las eurodiputadas que fueron más duras contra el papel de Montserrat y cuya misión fue la socialista Cristina Maestre, que ya rechazó participar en esta "farsa". Criticó a la conservadora catalana por "instrumentalizar otra vez" el Comité de Peticiones "al servicio del PP y de sus causas". "Y todo esto lo pagan todos los contribuyentes", se ha quejado la republicana Diana Riba entre el jaleo.

Ciudadanos, en cambio, ha querido dar un tono de épica al trabajo de los eurodiputados y al informe preliminar sobre la inmersión lingüística, que todavía puede estar sometido a enmiendas y modificaciones. "En Catalunya vimos algo inusual, que la lengua común no pueda ser utilizada con normalidad. Hay una obsesión absurda contra el español", ha dicho la eurodiputada naranja Maite Pagazaurtundúa.

La única eurodiputada que formó parte de la delegación de eurodiputados que no era de derecha ni de extrema derecha, la italiana del Movimiento 5 Estrellas (no adscrito a ningún grupo) Maria Angela Danzi, criticó la falta de "imparcialidad" de la misión. También ha cargado contra el informe preliminar, que asegura que los catalanes que quieren más castellano en las aulas son "víctimas de discursos de odio" y ha dicho que el hecho de que la justicia marque los porcentajes de las lenguas en la escuela no respeta la separación de poderes. "No se puede cambiar el sistema por la sentencia judicial que afecta a un solo niño, esto aumenta la hostilidad", ha añadido.