Educación

La Síndica de Greuges alerta de que hay escuelas cobrando cuotas que no corresponden a las familias

Las AFA critican que muchos centros incorporan gastos de mantenimiento en la cuota de material escolar

Alumnos de la Escuela Sadako de Barcelona trabajando en un proyecto. Más de un millón y medio de estudiantes terminaron ayer el curso escolar, el más numeroso de la historia.
24/11/2025
5 min

"Material escolar", "mantenimiento del proyecto educativo" o "servicios generales". Son conceptos que a muchas familias les suenan porque aparecen en el recibo de cuotas que pagan en la escuela o instituto de sus hijos. Ahora bien, la ambigüedad de estas ideas puede acabar haciendo que las familias asuman gastos de un centro educativo que, por ley, no deberían asumir o, al menos, no deberían estar obligadas a hacerlo.

Es lo que advierte una resolución de septiembre de la síndica de agravios que ha podido consultar el ARA. El documento es la respuesta a un caso concreto, relativo a un cambio en las cuotas en varias escuelas concertadas, pero, en el texto, la institución también advierte que, en su actividad, ha detectado que "algunos centros públicos y concertados incorporan gastos [...] que no deberían corresponder a las familias o bien no deberían tener la consideración de aportaciones obligatorias".

Detrás de este hecho hay dos factores clave: por un lado, muchas familias desconocen qué les puede pedir pagar la escuela y qué no y, por otro, hay centros que dan la información sobre las cuotas, pero no desglosan por qué conceptos se piden dinero. De hecho, es esa falta de desglose de los gastos donde se esconde el problema.

Según la ley de educación (LEC), la educación entre infantil y bachillerato debe ser gratuita, pero se entiende que las familias sí deben hacerse cargo de los gastos de los libros de texto y del material fungible –lápices, libretas, bolis, etc.– que el alumno utilizará de manera individual. "Una vez sabemos que es verdad que el material escolar fungible deben asumirlo los padres, hay dos maneras de hacerlo, y la familia tiene todo el derecho de escoger. O bien el centro facilita una lista y tú vas a la papelería y compras el material que tu hijo utilizará durante el curso o se hace una cuota y, es el centro que compra el material de tu la federación que agrupa a la mayoría de asociaciones de familias de la escuela pública en Cataluña. Ahora bien, el problema es que, tal y como lleva años denunciando la AFFAC, hay escuelas –la mayoría, según la federación– que no desglosan qué hay dentro de esta cuota y que "acaban introduciendo gastos que no son el material".

En este sentido, en la resolución, también se recuerda que la síndica "ha detectado centros públicos y concertados que tramitan las cuotas sin diferenciar los diferentes conceptos que las integran" y se advierte que "sin este desglose, se hace imposible ejercer la voluntariedad en el uso de los servicios escolares y en el pago de las".

"Las familias no saben que las cuotas no son obligatorias"

"Son cuotas que se han normalizado. Las direcciones se han acostumbrado a contar con las cuotas que cobran de las familias como parte de su presupuesto de gastos, y eso no está bien. El problema es que las familias no saben que estas cuotas de material no son obligatorias", insiste Gasull. De hecho, la directora de la AFFAC explica que se han encontrado con casos de centros educativos que, entre los gastos de la cuota de material escolar, habían añadido reformas de fachadas, mejoras en patios y aseos, compras de mobiliario e incluso de pizarras digitales.

Ante este escenario, en la resolución, la síndica hace un toque de atención a la Generalitat: "El Síndic de Greuges pide al departamento de Educación y Formación Profesional un mayor compromiso para evitar que el cobro de cuotas sea un ámbito de generación de desigualdad educativa, y especialmente que vele por el cumplimiento de lo establecido por la normativa". En este sentido, la directora de la AFFAC también critica que cuando han ayudado a familias que se han opuesto a pagar ciertas cuotas de la escuela, casi siempre se han encontrado con que Inspección Educativa intenta "que el conflicto no escale" y soluciona el problema individual de la familia, pero "no interviene a fondo para cambiar la dinámica de cobro de cuotas de la escuela".

Cambio de cuotas en Maristas

El caso que ha motivado el dictamen de la síndica de agravios es el de las escuelas de Maristas de Rubí, Badalona, ​​Mataró y Girona, donde las familias denuncian que se ha realizado un cambio de cuotas de un curso para otro. Según explicaron algunos padres al ARA, una cuota que hasta ahora era voluntaria y se destinaba a la fundación, ahora se ha convertido en obligatoria bajo el concepto de "servicios generales" o de "mantenimiento del proyecto educativo". "Nos lo encontramos cuando los niños ya estaban matriculados y ya no teníamos la opción de pasar al hijo a la pública", se queja Mayte, una de las madres que ha criticado el cambio. E insiste: "No es que no queramos pagar, yo estoy pagando, pero quiero pagar lo justo y que si una cuota debe ser voluntaria, lo sea".

Por parte de Maristes, su administrador, Joan Galvany, justifica que el cambio fue aprobado en los consejos escolares de las diez escuelas de la titularidad. "No es una cuota que nos hayamos inventado o que se haya duplicado, sino que nosotros desde el inicio del concierto estábamos cubriendo una parte de nuestras necesidades a través del donativo y ahora esa cuota de donativos se ha convertido en una cuota de servicios", defiende Galvany en el ARA.

El administrador también apunta que el cambio responde a dos objetivos. Por un lado, asegura que otras instituciones de escuelas concertadas se han encontrado con que la Agencia Tributaria ha hecho "un cambio de mirada" y ha pasado a entender que estas cuotas voluntarias eran el pago de un servicio. "Aquí tenemos una responsabilidad, no podemos poner a las familias en riesgo", asegura Galvany. Por otra parte, también defiende que, pese a ser un donativo, siempre se había explicado a las familias que esta cuota voluntaria "era una ayuda imprescindible para el sostenimiento económico del centro" e insiste en que ahora no es obligatoria, sino que se factura a todo el mundo "porque todo el mundo disfruta del servicio".

Fuentes del departamento de Educació recuerdan que cualquier cuota que no sea por la sexta hora de más que se hace en los centros concertados "debe ser comunicada al departamento". Además, insisten en que "esta cuota, como cualquier otra aportación (a fundaciones, por ejemplo) tiene carácter voluntario".

La infrafinanciación de la concertada

Galvany también dice que el principal motivo para cobrar una cuota de servicios es la infrafinanciación de los centros concertados por parte de Educació: "El 35% del servicio que ofrecemos no queda cubierto por el concierto educativo", lamenta. Una situación que también denuncia la misma síndica, pese a pedir a Educació que trabaje con Maristes para que, entre otras cosas, "se garantice el carácter voluntario de las cuotas, que no deben ser abonadas con carácter obligatorio –como las cuotas en concepto de servicios–".

Sin embargo, la síndica hace referencia en varios puntos de su razonamiento a la infrafinanciación que viven escuelas e institutos y recuerda que el estudio sobre el coste de la plaza escolar "evidenció que los centros públicos y especialmente concertados reciben una financiación inferior a la que deberían recibir para garantizar la gratuidad plena de la enseñanza".

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