La gran sequía

Los embalses catalanes, más vacíos que nunca: las reservas descienden por debajo del mínimo histórico del 2008

Los últimos quince días han sido los más secos desde julio del pasado año, pero la ACA no prevé extender la emergencia hasta finales de noviembre

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BarcelonaLa situación actual de las reservas de los embalses de las cuencas internas carece de un precedente conocido. Desde que se realiza un seguimiento de los datos, la Agencia Catalana del Agua (ACA) no tiene constancia de ningún otro momento en que los embalses estuvieran de media más bajos que ahora. Hasta ahora, el mínimo conocido era el de la sequía del 2008. Entonces, el 30 de marzo, los embalses llegaron a estar en el 21,1%, un nivel que ya se ha alcanzado este fin de semana.

La grave sequía que acumulamos desde hace ya casi tres años, remate por quince días extremadamente secos en Cataluña, han cavado este agujero que se continuará profundizando día a día como mínimo durante toda la semana que viene.

Hay que recordar que las cuencas internas son todos aquellos ríos de Cataluña que no desembocan en el Ebro antes de llegar al mar. De esta agua depende el 90% de la población, instalada mayoritariamente en la costa. En la cuenca del Ebro los embalses están al 31% de media, pero el pantano de Rialb está apenas al 17%.

Cuencas como la de Riudecanyes y ámbitos como el del Fluvià-Muga y todas las zonas que dependen del pantano de Darnius-Boadella ya están en emergencia, pero la mayor parte de la tarta de las cuencas internas, el sistema Ter-Llobregat, no se prevé que entre hasta finales de noviembre o principios de diciembre, según fuentes de la ACA. El calor de los últimos días y el hecho de que acabamos de pasar las dos semanas más secas en el conjunto de Catalunya desde julio del año pasado no harán variar esta previsión que se había hecho pensando en el peor de los escenarios.

En situación de emergencia, el consumo de agua se limita a 200 litros por persona y día, y queda prohibido el llenado total o parcial de cualquier tipo de piscina, el uso de agua para el riego de jardines y zonas verdes, tanto de carácter público como privado y la limpieza de calles y vehículo. También se cierran las fuentes ornamentales.

Gran parte del agua que se consume en Cataluña se dedica a usos agrarios y ganaderos, pero la proporción es muy diferente si nos centramos en las cuencas internas, donde más de un 65% del agua se destina a usos urbanos o industriales y un 28% es para el consumo doméstico.

La gran diferencia entre la sequía actual y la de 2008 son las desalinizadoras y el uso de agua regenerada. Según estimaciones de la ACA, actualmente, de toda el agua que se consume en la región metropolitana de Barcelona, un 25% proviene de la desalinizadora de El Prat y un 15% es agua regenerada que se ha vuelto a hacer circular por el río.

Más regeneración y aprovechamiento pluvial

Uno de los temas recurrentes y que hacen correr más comentarios en redes sociales cuando se habla de sequía es que el uso hidroeléctrico que se haya podido hacer del agua haya contribuido a vaciar los embalses. La ACA, que gestiona las cuencas internas, siempre lo ha negado. Consultado por este diario, el catedrático emérito de ecología de la UB Narcís Prat dice que "pondría la mano en el fuego" que en las cuencas internas no se ha dejado bajar agua simplemente para hacer electricidad.

Ahora bien, Prat es crítico con algunos aspectos de la gestión del agua, como por ejemplo la eficiencia de los regadíos en zonas como el Pantano de Darnius-Boadella, donde cree que la ampliación o no de los cultivos debería ir acompañada de una eficiencia superior del riego. El catedrático también cuestiona la falta de fiscalización en los ayuntamientos o "cómo se tarifica el agua".

Prat considera que la apuesta de futuro pasa por "potenciar la regeneración de agua" y aboga por aprobar una ley que obligue las casas a partir de una superficie determinada a tener un sistema de aprovechamiento de las aguas pluviales. El catedrático apunta que, por el contrario, actualmente quien apuesta por este recurso es "fuertemente penalizado por un sistema de tarificación del agua demasiado cargado de gastos no vinculados al consumo".

A corto plazo, pide responsabilidad colectiva al hora de reducir el consumo del agua de forma individual y plantea soluciones como la posibilidad de que los ayuntamientos se pongan de acuerdo "para contratar conjuntamente desalinizadoras móviles o potabilizadoras del mismo estilo para salir del paso".

En cuanto a la previsión del tiempo, en los próximos días no hay indicios de que tengan que llegar lluvias, pero el escenario podría cambiar a partir de la tercera semana de octubre.

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