El aeropuerto de Palma es territorio hostil para los sinhogares que viven allí
Las personas que duermen en el aeropuerto denuncian que Aena les presiona para que se marchen tres semanas después de la prueba pelota en El Prat

Palma / BarcelonaSe llama Arnaldo, tiene 83 años y la suya es una historia con final feliz. Originario de Bolonia, se encontró en la calle porque no podía pagar el alquiler y acabó durmiendo en el aeropuerto de su ciudad. Los trabajadores respondieron con solidaridad: el del quiosco le daba el diario todos los días, el de la cafetería le traía comida y bebida... y pasaron los meses, hasta nueve, hasta que el Ayuntamiento detectó su situación, y hace un año le ofreció un hogar donde vivir. La historia de Arnaldo recuerda la de Dominico. También es italiano, tiene 78 años y duerme en el aeropuerto de El Prat de Barcelona. Sin embargo, Dominico no ha tenido la misma suerte: hace tres semanas vio cómo le echaban del aeropuerto, en un movimiento de Aena para intentar vaciar la infraestructura del centenar de personas sin hogar que viven allí.
El pasado 27 de febrero, los trabajadores de Aena invitaron a marcharse al centenar de sinhogar que viven en el aeropuerto, que restringió sus accesos durante unas horas, alegando que debían limpiarse las instalaciones. Hace un año, estaban haciendo lo mismo en el mayor aeropuerto del mundo, el de Atlanta, en EEUU, en el que vivían unos 300 sinhogar. La de Barcelona fue una prueba piloto que duró dos días (luego la mayoría volvió) y que, según fuentes consultadas por el ARA, podría repetirse esta misma semana. Esa noche muchos sinhogar tuvieron que dormir en el exterior del aeropuerto, ya que la respuesta social era insuficiente y no les garantizaba una alternativa. Sin embargo, fuentes conocedoras del dispositivo afirman que se irá repitiendo. En este sentido, fuentes del departamento de Derechos Sociales afirman que llevan tiempo buscando opciones para estas personas vulnerables. En la misma línea, defienden que ellos, por el momento, no han pedido ayuda.
Presiones
Pero el de Barcelona no es el único aeropuerto que realiza las funciones de techo para personas en situación de sinhogarismo. En el aeropuerto de Son Santjoan, en Palma, hay 41 personas durmiendo, y también denuncian que las presiones para que abandonen la infraestructura son cada vez más fuertes. Todo ello tres semanas después de la prueba piloto en el aeropuerto de El Prat. "¡Hace una semana que esto se ha convertido en una cárcel!", asegura PM, un hombre de 59 años que vive allí desde hace casi un mes. Los sintecho que están en Son Santjoan explican que tenían escondidas sus pertenencias en lugares que califican de "estratégicos", como son algunos rincones del parking de la planta cuatro, detrás de las mamparas que hay por las obras o detrás de las máquinas expendedoras, entre otros escondrijos. Algunos las dejaban en los bancos que hay en las instalaciones o en rincones donde pudieran pasar desapercibidas. Aún así, muchas ya no están porque Aena "las ha tiradas", según denuncia la mayoría.
El ARA ha tenido acceso a la conversación entre una persona sin techo y una trabajadora de Aena que gestiona los objetos perdidos. "Aquí no han llevado nada. Si saben que las pertenencias son de personas que pernoctan aquí, las tiran", confiesa la trabajadora del aeropuerto cuando le piden por las maletas que le han desaparecido. Además, le advierte: "Esto les ha pasado a todos los que viven aquí. No debe dejar sus pertenencias solas". Aena, que no quiso hacer declaraciones, apuntó que este tema "lo gestionan los servicios sociales del Consell de Mallorca".
"No entendemos lo que nos están haciendo"
Con todo, los sinhogares del aeropuerto de Palma remarcan que Aena ha mirado "mucho tiempo hacia otro lado" y no entienden la insistencia de la empresa de echarlos en pleno invierno. "Antes colaboraban y se llevaban bien con nosotros, pero no entendemos lo que nos están haciendo ahora", dice Claudia (nombre ficticio). Además de tener mobiliario hostil, Aena ha prohibido juntar a los bancos para que las personas puedan estirar. Pero tampoco les deja tumbarse en el suelo. Tienen que dormir de sentados. "Ahora dormimos como momias, sentados y sin movernos. Si nos reclinamos un poco viene el personal de seguridad y nos dice de mala manera, a gritos, que nos levantamos o despiertan con una patada", explica Andreu (nombre ficticio). En el aeropuerto de El Prat, también hay sinhogar que aseguran que algunos trabajadores les tratan mal y les arrojan sus pertenencias.
Fuentes de Aena niegan que todo ello obedezca a ninguna estrategia estatal para echar a los sinhogar, y dicen que cada aeropuerto gestiona esta situación con los servicios sociales locales. Esta coordinación no siempre es fácil, lo que demuestra la situación en el aeropuerto de Barajas, en Madrid. Allí viven unos 500 sinhogares, aunque algunos de ellos esperan que se resuelva una demanda de asilo, y en las últimas semanas la Comunidad de Madrid ha acusado a Aena de "dejadez de funciones" por dejar que estas personas duerman en la infraestructura. La problemática se repite en las Islas Canarias, donde hay personas sin hogar durmiendo en los aeropuertos de Gran Canaria y Tenerife. Y más allá del Estado, la situación también se repite en París, con un centenar de sinhogar en el aeropuerto Charles de Gaulle, y en el de Heathrow, en Londres.