"La endogamia es el gran pecado de la universidad"

BarcelonaEn el centro que dirige Joan Guinovart, el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IRB), trabajan científicos de 38 países. Cada año recibe 300 solicitudes de estudiantes de todo el mundo que desean conseguir una de sus diez plazas de doctorado. Una realidad que choca con sus recuerdos de una España "intelectualmente muy triste", dice. Como niño, en Tarragona, en el Colegio de La Salle con los "hermanus"-remarca que hay que decir" hermanus ", que hermanos son otra cosa-, en medio de aquella gris, dos profesores le despertaron la vocación científica: "L' hermanu Quilopondio, el profesor de física -dice, riendo- y el de química, que no era religioso y se le notaba que había pasado por la universidad". Guinovart, nacido en Tarragona en 1947, recuerda su militancia en el Sindicato Democrático de Estudiantes de la Universidad de Barcelona (SDEUB), y la cerrada de 1966, en la que la policía no les dejaba salir. "Ningún año estudiamos el curso entero". Fue de los pocos que en aquella época pudo marcharse a EEUU a hacer el doctorado. Regresó con plaza de profesor a la Universidad de Barcelona. En su facultad fue el primero que dio la clase en catalán. conserva el espíritu reivindicativo, como investigador, gestor y presidente de la COSCE, que reúne a las sociedades científicas y las reales sociedades de todo el país. No deja de recordar al gobierno español que, a pesar de la crisis, invertir en investigación es una prioridad.

¿Cómo compagina la COSCE con el Instituto de Investigación Bioméica?

— Me supone mucha responsabilidad, pero estoy satisfecho porque hoy la voz de la COSCE se escucha. Cada año analizamos los presupuestos generales del Estado con mucho rigor y hemos conseguido que nuestras cifras tengan mayor credibilidad que las del ministerio. Siempre se quejan de lo que decimos. Les pedimos que si lo que decimos es incorrecto nos rectifiquen. Y nunca nos han rectificado.

¿Se maquillan las cifras que el gobierno español dice que dedica a investigación?

— El presupuesto que se dedica a investigación no sólo depende del ministerio de Ciencia e Innovación. Hay partidas muy importantes que vienen de Industria, de Salud y de Defensa. estabilizó. Y en el 2010 llegó el batacazo, aunque no quisiera reconocerse cómo el presupuesto había llegado a disminuir. un 7,38%, si se tienen en cuenta todas estas partidas.

¿Qué ocurre cuando la investigación depende de cambios de gobierno, de fluctuaciones del mercado y de la crisis?

— Los proyectos no pueden depender de coyunturas. Por eso pedimos en 2004 un pacto de estado para la investigación. Y todavía lo estamos esperando. Sin embargo, en Cataluña hay que decir que hemos tenido una situación de privilegio. En su día, Mas-Collell puso en marcha los centros de investigación, el programa ICREA. Puso en marcha una pequeña revolución en Cataluña.

Pero si la crisis es tan brutal como ahora, hay que recortarlo todo, ¿no?

— Es necesario que la investigación se recorte lo menos posible, porque es el futuro de un país. Y los recortes que se apliquen deben ser asimétricos. No todos los centros tienen la misma importancia ni la misma excelencia. Es necesario mantener los grupos más productivos. Ahora no puede haber café para todos , es necesario proteger la investigación al máximo y que el dinero que hay consolide los proyectos que merecen ser consolidado. Si queremos salvarlo, todo lo perderemos todo.

¿Hay que pensar mejor en qué gastar?

— Hay una parte del dinero dedicado a investigación que no se gasta bien. Y si tenemos menos dinero hay que gastarlo mejor. Por eso habría que reorganizar el sistema. Necesitamos instituciones de investigación más ágiles, más flexibles, más efectivas y que hagan mejor uso de los recursos.

¿Y qué me dice de la recientemente aprobada ley de la ciencia?

— La ley de la ciencia es una oportunidad perdida de dar una ley valiente y moderna que permita a España dar un paso al frente. en el sistema de oposiciones y funcionariado- y en la competitividad. Hace tiempo que aplicamos nuevas fórmulas de gestión en muchos centros de Cataluña, del País Vasco y en Madrid, y funcionan. Necesitamos montar mecanismos alternativos, que den más oportunidades a los jóvenes, que los centros sean más libres pero más responsables Ahora la gente mayor puede ser muy valiosa en la enseñanza, pero bloquea la entrada de los jóvenes. de nuestros jóvenes, deberíamos ofrecerles independencia y medios suficientes.

El amiguismo es uno de los males.

— Esto tiene un nombre: endogamia. La endogamia es el gran pecado de la Universidad. Las normas antiendogámicas son la base de la confianza de los nuevos centros. La investigación debe basarse en la excelencia y el talento.

Su primer estudiante de doctorado fue Joan Massagué, reconocido en todo el mundo. Habrá mucho talento entre los solicitantes de sus plazas de doctorado.

— Los buenos estudiantes quieren ir a los sitios con buena atmósfera. Si no tienes buenos, tú no eres bueno. Así es como se llevan adelante los buenos proyectos. Si alguien teme estar en un entorno de bonos, es que no es bueno.