Erupciones intermitentes, la nueva fase del volcán de La Palma

La actividad del Cumbre Vieja se ha parado dos horas de manera repentina este lunes por la mañana

El volcán de la Palma se ha reactivado este maté día 27 de septiembre
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BarcelonaParecía que el volcán Cumbre Vieja daba una tregua a la isla de La Palma este lunes por la mañana, cuando durante casi tres horas y por primera vez desde su su erupción, dejó de salir humo, ceniza y lava por el cráter- EL cese de la actividad volcánica entre las 8.30 y las 11h dio esperanzas a los isleños después de una semana de violentas erupciones como la del domingo, cuando el magma se tragó una parte importante del núcleo urbano de Todoque y derribó edificios importantes, como el campanario de la iglesia y el consultorio médico. Pronto, sin embargo, se impusieron las tesis prudentes de los vulcanólogos: la inactividad tan solo era aparente y no implicaba en absoluto el final de la erupción.

“Esto no se ha acabado. Hace solo 24 horas se vivía la fase más efusiva y agitada, con nubes de ceniza a gran altura y coladas de magma avanzando rápidamente. Lo que ha pasado este lunes es que, como es un volcán estromboliano, ha entrado en una fase de intermitencia: respira mucho más lento porque se está recargando y lo más probable es que haya una nueva erupción”, explicaba al ARA la geóloga de la Unidad de Respuesta Geológica ante Emergencias del Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC) Juana Vegas, que vigila la evolución de la erupción en La Palma. También el director técnico del Plan de Prevención de Riesgos Volcánicos (Pevolca), Miguel Ángel Morcuende, ha calificado de “descanso normal” el cese de actividad de este lunes. “Un volcán estromboliano tiene continuidades y discontinuidades en su comportamiento, pero lo que es seguro es que no se ha apagado”, ha afirmado. 

Los expertos aseguraban que había “pocas garantías” de que la parada fuera definitiva y la lava y el humo negro que vuelven a escaparse de la boca del volcán, acompañados de algunas explosiones esporádicas que se han podido oír a kilómetros de distancia, confirman la brevedad de la tregua. De hecho, hacia las 19 h la erupción se ha reanudado, con explosiones de baja intensidad, según el instituto Vulcanológico de Canarias.

Además, el traslado de la actividad sísmica al sur de la isla, concretamente a Fuencaliente, donde se han detectado 16 terremotos, ha obligado a los geólogos a hacer un llamamiento a la prudencia. “Tenemos que estar muy atentos porque el escenario puede cambiar rápidamente. Puede ser que el flujo [de lava] haya bajado; o que continúe, a pesar de que con menos cantidad, aunque después pueda volver a aumentar”, subrayaban desde el Instituto de Geociencias.

Este comportamiento no es nuevo. Los últimos ocho días se han registrado episodios cíclicos muy explosivos de materiales y gases que se codeaban con otros de relativa calma.

La llegada al mar

La previsión de las autoridades es que la lava del volcán llegue de manera “inminente” a la costa, pero los geólogos admiten que “es probable” que esto pase, a pesar de que no es seguro. Desde su erupción el domingo 19 de septiembre, el Cumbre Vieja ha expulsado más de 46 millones de metros cúbicos de material piroclástico, pero la consistencia y viscosidad de la lava –bastante menos fluida ahora– ha hecho que se deslice mucho más lentamente. “Si el domingo calculábamos el adelanto en metros, ahora lo hacemos en centímetros”, explica Vegas. Además, la misma orografía de la isla está dificultando su llegada: hay dos coladas activas, una a una velocidad muy baja, y otra dividida a su vez en dos lenguas más. De estas, una se mueve más lentamente porque se ha topado con la montaña de Todoque, pero los expertos creen que acabará por rodearla y acabará convergiendo al sur con las otras.

Tanto si la lava llega en las próximas horas al mar como si no, el gobierno mantiene el confinamiento de los cuatro núcleos poblacionales de Tazacorte más próximos al lugar donde previsiblemente la lava puede caer al mar, una decisión que afecta a unas 300 personas. Pero toda precaución es poca: la lava ya ha afectado más de medio millar de viviendas y una superficie de 237,5 hectáreas y, además, Vegas subraya que las cenizas del volcán ya están llegando a otras islas del archipiélago canario.

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