ATAC TERRORISTA A CATALUNYA

El imam Es-Satty y los misterios que no resolverá el juicio del 17-A

La figura más indescifrable de los atentados aparece de paso y sin profundizar en los interrogantes

Pau Esparch
4 min
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 Es-Satty, el catalitzador de la cèl·lula de Ripoll del 17-A.

Barcelona¿Era el imán de Ripoll Abdelbaki Es-Satty confidente del CNI durante los atentados en agosto de 2017? ¿Era el cerebro de los ataques terroristas? Son dos preguntas de las muchas que aún rodean a Es-Satty, la figura más controvertida del 17-A. El juicio en la Audiencia Nacional, lejos de intentar aclarar los misterios que quedan, sigue centrando las declaraciones en los tres únicos acusados y no profundiza en el resto. Pero eso no evita que, muy de vez en cuando, se escape alguna mención a Es-Satty y su papel en la masacre. Y todo a pesar del juez Alfonso Guevara, que no deja mucho margen para esta cuestión.

Servicios secretos

El imán presumía de relaciones con el CNI que no se han aclarado

"Una vez lo vi hablando con unas personas, que después me dijo que eran agentes secretos españoles", mantiene el presidente de una comunidad islámica belga donde Es-Satty quería hacer de imán a principios de 2016. Sin que estuviera previsto, el lunes fue el primer día del juicio -y seguramente el último- en el que Es-Satty centró la sesión. No solo por la declaración belga, que antes ya había ratificado un guardia civil que lo había investigado, sino por su relación con la comunidad islámica de Ripoll y su paso por Castellón después de salir de prisión por tráfico de drogas.

Pero parece que se haya prohibido mencionar la vinculación Es-Satty-CNI, ya que de no ser por Bélgica ni se habría hablado de ello. Claro que el juicio ya comenzó con esta intención y no se quiere juzgar por asesinato a ningún acusado. Se dan más detalles en el sumario de la causa judicial de la relación del imán con los servicios secretos españoles -porque se recoge que el CNI y la Guardia Civil visitaron al imán en la cárcel de Castellón- que en lo que se ha explicado hasta ahora en la Audiencia Nacional. Tampoco intervendrá ningún testigo que concrete, de una vez por todas, qué contactos tuvo Es-Satty con el CNI y hasta cuándo. La verdad que tanto anhelan las víctimas continuará en la lista de deudas con la comisión en el Congreso que algunos partidos no quisieron.

Agents del CNI i la Guàrdia Civil van visitar Es Satty 4 cops a la presó

Un liderazgo difuso

Condujo el grupo de Ripoll pero no se sabe si seguía órdenes de alguien

Enseguida se dio por hecho que el imán era el "cerebro" de los atentados -esta ha sido la palabra que más se ha utilizado-, pero a medida que ha pasado el tiempo este liderazgo se ha desvanecido un poco. No se cuestiona que Es-Satty condujo la célula de Ripoll, aunque su rol es un poco ambivalente. De entrada, tres de los jóvenes que formaban el grupo, en el escalón justo por debajo del imán, consumían propaganda yihadista antes de que Es-Satty se instalara en su municipio. Por eso se dice que el imán fue un catalizador y no un radicalizador; es decir, los chicos ya tenían interés por el yihadismo y estaban convencidos.

Pero ¿quién ideó el plan de atentar? ¿Es realmente Es-Satty el autor intelectual de los ataques? No es tan fácil de responder porque de los viajes que hizo el imán a Bélgica y a Marruecos, en este último país poco antes de los ataques, la investigación no ha aclarado nada. Tampoco de las estancias en Francia de otros terroristas. No constan contactos de la célula con combatientes del Estado Islámico, y eso genera dudas de si Es-Satty -y el resto del grupo- recibían órdenes de alguien externo a quien no se ha identificado.

Afán radicalizador

Ya había intentado captar a dos jóvenes y desde 2014 quería atentar

Lo que sí ha demostrado el juicio es que la radicalización de Es-Satty viene de hace mucho tiempo, y prueba de ello es su intento de captar a dos jóvenes conversos al islam en 2014 en Castellón, cuando acababa de salir de la cárcel y ya hacía de imán. Entonces ya manifestó que quería atentar, pero no se lo tomaron en serio: "Pensaba que no estaba bien. Era un paranoico", dijo en el juicio uno de los chicos a quien intentó radicalizar mostrándole vídeos del Estado Islámico.

Contraste de sospechas

En Ripoll no lo cuestionaban pero en otros lugares causaba recelos

En la mezquita belga sospecharon de Es-Satty cuando decía que hablaba con los servicios secretos y no facilitaba su certificado de antecedentes penales, y alertaron a la policía. En cambio, en Ripoll no comprobaron los antecedentes, y los responsables de la mezquita donde trabajó antes de los atentados declaró el lunes que el imán tenía "dos caras". Hasta el 17-A no habían cuestionado a Es-Satty y el portavoz de la comunidad ratificó, como había dicho, que la Policía Nacional les había visitado tres veces, unas visitas que habían enmarcado en la normalidad.

Pero el imán no había sido tan bien recibido en otros lugares porque, a parte de Bélgica y Castellón, había causado más recelos. El libro Sense por de morir. Els silencis del 17-A recoge que Es-Satty también intentó, sin éxito, hacer de imán en Balaguer y Berga.

Dudas en espiral

Su figura provoca incógnitas

La oscuridad de Es-Satty ha provocado que los elementos vinculados a él acaben siempre en preguntas y pocas respuestas. ¿Qué hacía su furgoneta, después de la explosión de Alcanar, aparcada en Sant Carles de la Ràpita? ¿Cómo se comprobó que los restos de Alcanar eran de él? Sobre esta última pregunta, los forenses explicaron jueves que el perfil genético de una oreja encontrada en Alcanar coincidía con muestras localizadas en el piso y a la furgoneta del imán, a pesar de que no se pudo determinar que pertenecieran a él. Para saberlo, hacía falta que un familiar aportara el ADN. Esta prueba se hizo en Marruecos y estaba previsto que los forenses que la llevaron a cabo declararan en el juicio, tal y como lo había propuesto el abogado de los padres del niño de Rubí muerto en la Rambla. Ahora bien, al final no hablarán porque Marruecos ha pedido que respondan por escrito, con una comisión rogatoria , alegando que falta una “base legal reguladora” para intervenir por videoconferencia. No se espera que la respuesta llegue antes de que acabe el juicio.

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