Derechos sociales

Final feliz para la familia que acoge a un niño desde hace tres años: finalmente podrá adoptarlo

Aunque la acogida era temporal, después de generar un vínculo con el menor, la pareja solicitó que se quedara en casa

ARA
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Niño de acogida

Final feliz para la pareja que hace tres años acogió a un bebé cuando sólo tenía 11 días de vida. La familia, que tiene otras tres hijas, se comprometió a hacer una acogida de urgencia, que tiene un plazo de unos seis meses, pero la convivencia con el menor se ha prolongado hasta la fecha. Como ya se había generado un vínculo emocional, la pareja quería que el menor siguiera viviendo con ellos de forma definitiva, pero otra familia inició un proceso para adoptarlo y todo acabó en los tribunales. En ese momento la Generalitat frenó cautelarmente el proceso de adopción para valorar el caso y ahora, finalmente, la pareja ha logrado la adopción.

Según ha avanzado La Vanguardia y han confirmado al ARA fuentes de Derechos Sociales, ya se ha iniciado el proceso de preadopción y el niño, que ahora tiene tres años, podrá quedarse viviendo con la familia con la que ha crecido durante toda su vida. La pareja lleva años actuando como familia de acogida (ha cuidado de siete niños antes de la actual), pero en los anteriores casos no había transcurrido un período tan largo de tiempo como éste y no habían llegado a plantearse nunca la adopción de ninguno de los niños que habían acogido temporalmente.

Una final excepcional

El desenlace de esta historia es bastante excepcional en Cataluña. Para empezar, para poder adoptar, la diferencia de edad entre adoptante y adoptado no puede ser superior a 45 años, lo que en este caso no se cumplía. Además, casi siempre, la acogida es una medida temporal en la que una familia abre las puertas de su casa para hacerse cargo de un niño mientras su familia de origen no puede hacerlo. Ahora bien, los servicios sociales siempre intentan trabajar con la familia de origen para ayudar a resolver aquellas circunstancias que han motivado el desamparo con el objetivo de que el niño pueda devolverlo. Cuando esto no es posible se comienza el proceso adoptivo, que es la fase en la que se encontraba el niño protagonista de esta historia.

Tal y como explican fuentes de Derechos Sociales, el miércoles se reunieron con la familia para explicarles que ante la posibilidad de que se rompiera el vínculo entre el pequeño y los padres de acogida y la incertidumbre de cara al futuro que esto podía generar, han optado por "mantener los vínculos presentes". Por tanto, ahora la pareja iniciará el proceso que deben pasar todas las familias que desean acoger a un niño. De entrada, se abrirá un proceso para realizar un informe que proponga que los padres acogedores puedan, de momento, acoger al niño en forma preadoptiva. Si esta etapa va bien, se realizará un informe favorable para elevarlo al juzgado y que éste formalice la adopción del menor.

Las mismas fuentes insisten en que ésta es "una asignación excepcional porque se ha puesto por encima de todo la protección del niño". En este sentido, explican que "el vínculo establecido, y el ofrecimiento de los padres acogedores por adoptar, se ha considerado más sólido que los riesgos hipotéticos futuros" y también ha pasado por encima de la edad de los padres adoptantes.

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