Los hospitales se van vaciando de enfermos de covid

Los ingresos por coronavirus caen a cifras de la segunda oleada y se reducen algunas restricciones

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Personal sanitario atendiendo un paciente a la UCI del Hospital de Bellvitge ayer.

Santa Coloma de GramenetPoco a poco, las hospitalizaciones por coronavirus van reduciéndose. Si la semana pasada había 1.432 personas ingresadas en los centros sanitarios de Catalunya, este viernes la cifra ha disminuido hasta las 1.139. En solo siete días, pues, la ocupación de las plantas covid ha experimentado una bajada significativa, de un 20%, gracias sobre todo al descenso de los ingresos de personas de más de 60 años, que están siendo vacunadas y, por lo tanto, protegidas de las complicaciones del virus en caso de contagio. “La epidemia está yendo a la baja por el efecto de la vacunación, por las medidas que se han ido tomando y por la solidaridad y el apoyo de la ciudadanía. La situación está controlada, y si seguimos por este camino es improbable un rebrote, pero tenemos que seguir alerta”, ha afirmado este viernes la consellera de Salud, Alba Vergés.

También el secretario general de Salud, Marc Ramentol, ha asegurado que la vacunación ha supuesto “un cambio de paradigma” en la pandemia. “La combinación de activos como la vacuna, el rastreo de contagios y la responsabilidad ciudadana nos permite mantener bajo control la pandemia a pesar de la apertura intensa de las últimas semanas”, ha explicado. Ahora bien, Salud sigue mandando un mensaje de prudencia y deja claro que, si bien la pandemia está "cambiando de forma", todavía no ha acabado. Por ejemplo, el efecto directo de las vacunas en las unidades de cuidados intensivos (UCI) todavía es demasiado sutil, si bien la ocupación sigue su camino de bajada: este viernes hay 399 ingresados, 70 menos que la semana pasada.

Este descenso se debe, en parte, a la reducción de los contagios entre los colectivos vacunados, pero todavía la mitad de la población más susceptible de entrar no lo está o no ha recibido la segunda dosis. Un 70% de las personas que forman la franja de edad de los 60 a los 69 años, que representan a un tercio de los ingresados en críticos, ya han recibido la primera dosis de la vacuna. En cambio, solo el 18% de la gente que tiene entre 50 y 59 años (el 20% de los ingresos en la UCI) han empezado su pauta de vacunación. Además, uno de cada diez ingresados tienen entre 40 y 49 años y, hasta junio, no se prevé que empiece a vacunarse este colectivo.

Los investigadores del Grupo de Biología Computacional y Sistemas Complejos (Biocom), que elaboran informes de evolución epidemiológica y asistencial para la Comisión Europea, constatan que las UCI "también ganan margen" pero más lentamente, y señalan que se divisa una mejora la semana que viene, antes de que se puedan observar los efectos del levantamiento del estado de alarma. Los expertos dan por hecho que la flexibilización de las restricciones impactará en los contagios pero confían en que sea una afectación suave.

Restricciones más flexibles

La mejora epidemiológica y asistencial hace que el Govern se plantee dar nuevos pasos en la desescalada a partir del 24 de mayo, cuando caduca la resolución vigente. En este caso, el Procicat quiere ampliar aforos en aquellos sectores en los que, hasta ahora, estaban limitados. Por ejemplo, autorizará el sector cultural a llenar las instalaciones hasta un 70% del aforo, pero con un tope de un millar de personas en espacios cerrados y hasta 3.000 al aire libre o en lugares con ventilación reforzada. Vergés también prevé ampliar los aforos de los comercios y la presencialidad en las universidades hasta un 50%.

El Govern también autorizará a los bares y restaurantes a abrir a las seis de la mañana, cuando hasta ahora solo lo pueden hacer a partir de las siete y media de la mañana. Con todo, tendrán que seguir cerrando a las 23 h. Además, se permitirá la reanudación de los congresos y las convenciones sin necesidad de autorización expresa del Procicat.

Sea como sea, el departamento de Interior reforzará los controles policiales en el primer fin de semana íntegro sin estado de alarma para evitar aglomeraciones como las del fin de semana pasado. Según ha explicado el conseller Miquel Sàmper, los Mossos d'Esquadra tendrán una presencia "más activa y más dinámica" en los puntos habituales de concentraciones de gente y botellones. El portavoz del cuerpo, Joan Carles Molinero, ha detallado que no se trata de un dispositivo específico sino que se han dado instrucciones a las unidades de seguridad ciudadana y a las de orden público que trabajan de forma ordinaria "para que hagan un especial inciso" en los puntos calientes.

En este sentido, Sàmper ha hecho un llamamiento a la "corresponsabilidad". Es "evidente", ha dicho, que se puede salir por la noche pero ha alertado de que las medidas para evitar contagios siguen vigentes "tanto a las cinco de la tarde como las tres de la madrugada". Las autoridades se preocuparon por las imágenes de fiestas masivas vistas el fin de semana pasado, pero la consellera Vergés ha admitido que todavía es "temprano" para ver si el fin del estado de alarma y las imágenes de aglomeraciones, así como la recuperación de libertades, ha impactado en los contagios. "Lo que sí vemos es que a pesar de la reapertura que hemos ido haciendo las últimas semanas, no han crecido ni los contagios ni las hospitalizaciones", ha defendido.

El efecto de las vacunas

Y en este control tiene mucho que ver la campaña de vacunación, los efectos de la cual son cada vez más evidentes, también, en la transmisión del virus. Entre el 4 y el 10 de abril, el periodo más actualizado por Salud, se han diagnosticado 6.988 contagios de covid. Hacía cinco meses, en pleno arranque de la tercera oleada, que no se detectaban menos de un millar de contagios diarios (998) de media. De hecho, hay que remontarse al 15 de julio del año pasado para ver una cifra diaria inferior a mil (928) en los registros.

Según el informe diario elaborado por la Agencia de Calidad y Avaluación Sanitarias (AQuAS) y el Biocom, la incidencia acumulada de los últimos 14 días en todos los grupos de edad es todavía elevada, de 216 contagios por cada 100.000 habitantes, pero notablemente inferior a los 250 casos registrados el pasado viernes, 4 de mayo.

"El camino que estamos emprendiendo es el correcto. No teníamos unas cifras de casos como esta desde el verano, de ingresos en el hospital desde la segunda oleada y de UCI desde principios de la tercera oleada", ha resumido la consellera Vergés, que ha recordado que la cuarta oleada está en decrecimiento gracias a la "intensidad de la campaña de vacunación".

De hecho, la propagación entre los colectivos más vacunados va reduciéndose semanalmente. Entre los mayores de 80 años, los positivos se han desplomado respecto a la media catalana: después de que el 89% hayan recibido las dos dosis de la vacuna, solo se están detectando 82 casos por cada 100.000 habitantes. Hace un mes eran 160, el doble.

Con el grupo de edad de 70 a 79 años pasa lo mismo: casi la mitad de la población tiene la pauta de vacunación completa -dos dosis de Pfizer o una de Janssen- y si el pasado viernes se diagnosticaban 150 positivos cada 100.000 habitantes, ahora se están detectando 131.

En cuanto a los sexagenarios, el otro grupo de edad que más avanza en la vacunación, con más de un 74% de la población con la primera dosis administrada, los positivos han caído de los 160 por 100.000 habitantes de la semana pasada a los 140 actuales.

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