Hoteleros de la Costa Brava compran una desalinizadora sin saberlo el Gobierno para llenar piscinas
El sector turístico de Lloret ha pagado 1,5 millones de euros por adquirir una desalinizadora móvil para tratar 50 m³ de agua la hora
GeronaPolémica a la vista por el agua de las piscinas de los hoteles de la Costa Brava durante la temporada estival. Ahora mismo, en las zonas en situación de emergencia por sequía, las restricciones no permiten llenar parcial o totalmente las piscinas de uso recreativo, tanto privadas como del sector turístico, salvo que no sea con agua de mar. Estas prohibiciones ya preocupan a los propietarios de establecimientos de la costa gerundense, que temen que los clientes extranjeros, asustados por la alarma hídrica en Catalunya, se echen atrás y elijan otros destinos. Para revertir este efecto disuasorio, el gremio de hostelería de Lloret de Mar ha decidido tirar por el derecho y comprar una desalinizadora móvil para tratar miles de litros de agua salada, que garanticen la capacidad de las piscinas durante toda la temporada turística.
"Habríamos querido que fuera iniciativa de la administración para transmitir un mensaje de tranquilidad al cliente que quiere venir a disfrutar de las piscinas, pero lo hemos tenido que hacer nosotros; no podíamos permitirnos esperar ni un día más si no queríamos perder" mercado, ya que los tours internacionales comienzan a planificar las vacaciones por estas fechas", dice Enric Dotras, presidente del sector turístico lloretense. La desalinizadora, que ha costado 1,5 millones de euros pagados por los 120 miembros del gremio de su bolsillo, se pondrá en funcionamiento de dentro de tres meses y, en una hora, permitirá tratar 500.000 litros de agua salada, que se recogerán desde un pozo subterráneo debajo de la playa de Lloret.
Sin el permiso del ACA
Ahora bien, a pesar del empuje de los empresarios gerundenses, su iniciativa choca con las normas de la Agencia Catalana del Agua (ACA), ya que, según detalla el plan de sequía, el agua de las desalinizadoras no es incluye dentro de las excepciones que permiten proveer las piscinas. Fuentes de la agencia hídrica confirman al ARA que la medida de los hoteleros de Lloret de Mar no cuenta con el visto bueno de la Generalitat, dado que cualquier agua proveniente de plantas de tratamiento debe priorizarse por el consumo de boca y no por a usos recreativos. La dirección general de Turismo, de momento, no quiere realizar ninguna valoración, a la espera de conocer más detalles del proyecto.
A la espera de saber cómo se resuelve esta disputa entre la ACA y el sector privado, los hoteleros señalan los beneficios de su proyecto, prometiendo que, de toda el agua desalada que producirán, sólo utilizarán un 20% . El resto, unos 40.000 litros por hora, prevén cederlo a la red pública mediante acuerdo con el Ayuntamiento de Lloret de Mar, cuando tengan los permisos de salubridad correspondientes. "Ya que hacemos el esfuerzo por limpiar esta agua por las piscinas y los turistas, queremos que el excedente sirva para abastecer el agua de boca de la población", afirma Dotras. Y añade: "Nos gustaría que fuera un modelo reproducible en toda la Costa Brava, que puedan sacarlo adelante otros hoteles, establecimientos deportivos o puertos náuticos con la colaboración de la Generalitat".
En el Port de la Selva, por ejemplo, el ayuntamiento compró una desalinizadora móvil el año pasado, pero, en este caso, tenía el permiso de la ACA porque no era para el consumo del sector turístico, sino para dar servicio de boca en el pueblo, y potabilizaban el acuífero subterráneo salinizado por la entrada del agua de mar.