Derechos Sociales suprime el programa de mentoría con demandantes de asilo
Entidades y mentores creen que detener el plan en vísperas del endurecimiento del derecho a refugio dejará a personas desatendidas

BarcelonaPocas semanas antes de que entre en vigor la modificación del reglamento de extranjería, el departamento de Derechos Sociales ha suprimido el Programa de Mentoría Social para personas refugiadas y demandantes de asilo que funcionaba desde 2017. El paro, en principio, es de carácter temporal y la dirección general de Migraciones y Refugios la justifica por la necesidad de tomar la Uso de personas con necesidades de protección internacional". Sin embargo, entre el sector ha sorprendido la decisión. Por un lado, porque había un compromiso verbal para que continuara. Por otro, porque llega en vísperas del 20 de mayo, cuando el gobierno español endurecerá los requisitos para las personas que estén esperando una resolución a la demanda de asilo.
El departamento licita este programa de mentoría social en ocho lotes, teniendo en cuenta la división territorial de Cataluña. Tres entidades sociales (Resilis, CCAR y Esport 3) son las encargadas de coordinar y formar a los voluntarios con profesionales contratados a través del plan. Los ayuntamientos y otras asociaciones los derivan demandantes de asilo, y la supervisión de este equipo profesional recae en la Coordinadora de Mentoría Social. Sirios, ucranianos, georgianos, venezolanos y malienses son las nacionalidades más mayoritarias en el programa, así como marroquíes, paquistaníes y afganos.
Para Joan, uno de los mentores que se comprometieron con el programa, la decisión del departamento que dirige Mònica Martínez Bravo es un despropósito, porque deja a estas personas vulnerables en una "situación aún más precaria", ya que dejan de tener el acompañamiento de los voluntarios. En esta misma línea, la directora de la Coordinadora, Raquel Carrión, lamenta que se deje desatendidas, "sin ese apoyo comunitario imprescindible que ofrecen las personas mentoras para crear red social, aprender el idioma y de conocimiento del entorno, dejándolas sin unos referentes muy significativos para las personas recién llegadas". Además, la supresión coincide con los cambios de normativa que hará que a quien se les deniegue el derecho a asilo tendrán que quedar obligatoriamente en la irregularidad administrativa durante dos años y no durante seis meses como hasta ahora.
Desde que el programa se puso en marcha en 2017 –coincidiendo con las manifestaciones de Queremos acoger–, han participado más de 1.800 mentores y 1.200 personas mentoradas. El año pasado se formaron 153 tándems (parejas de mentoría o mentoría grupal). Los participantes no cobran por participar.
"No se trata de tomar un café cada tarde"
El reinicio del plan no tiene todavía fecha, pero seguro que no será hasta después del verano, cuando ya esté en vigor el nuevo reglamento. La responsable de la entidad cree que "la parada técnica" del programa dañará la "confianza" de las entidades que derivan los demandantes de asilo, el trabajo que se realiza en la mentoría y también la motivación de los mentorados a participar en otros planes. "No se trata de ir a tomar un café cada tarde", ilustra, sino que el objetivo es trabar una relación "de confianza y respeto" en un proceso en el que mentor y mentor ganan.
Los mentores son más que unos voluntarios que pasan el rato con los mentorados. Así, previamente deben pasar por una entrevista psicológica y competencial y seguir una formación específica sobre cuál debe ser su rol y sobre aspectos relacionados con la protección internacional. Además, debe haber un compromiso de al menos ocho meses, aunque las relaciones a menudo se alargan más allá.
En la carta que la dirección general de Migraciones ha hecho llegar a entidades y mentores para anunciarles la pausa del programa se indica que la voluntad es reanudarlo, y en este sentido Carrión explica que la Coordinadora y otras asociaciones han sido invitadas a participar en esta reflexión colectiva.