Inmigración

Esperas de hasta un año para conseguir cita para pedir el asilo

La entidad de ayuda a los refugiados denuncia que el Gobierno no hace suficiente para detectar a los menores que pueden reclamar la protección

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Un joven subsahariano consultando su móvil con unos compañeros, en el puerto del Gran Tarajal de Fuerteventura.

BarcelonaLa Comisión Catalana de Acción para el Refugio (CCAR) ha denunciado este miércoles las trabas con las que se encuentran los migrantes que quieren pedir la protección del asilo. Pasado el periplo migratorio y una vez en territorio español, se les abre toda una carrera llena de obstáculos burocráticos que arrancan con el simple trámite, sobre el papel, de obtener una cita en la Policía Nacional. Desde la CCAR denuncian que el teléfono está "colapsado" y comunicando permanentemente, y tachan la situación de "maltrato institucional" que provoca un "desgaste emocional muy fuerte". Así, conseguir hora para la entrevista personal puede llegar a suponer esperas de nueve meses o incluso un año, según la entidad, mientras que la ley marca un máximo de seis meses para ese primer paso.

Otros bastones en las ruedas que se encuentran los migrantes y refugiados son las trabas al empadronamiento que ponen muchos de los ayuntamientos catalanes de todos los colores. "Tanto la diversidad de criterios de empadronamiento entre municipios como las prácticas abusivas en el mercado de la vivienda pueden distorsionar la fiabilidad del padrón en relación con las personas más vulnerables", afirma la entidad, que se añade a los llamamientos de otros organismos a "no excluir ni retrasar desproporcionadamente" a estos colectivos vulnerables de los padrones. Hacerlo es dejarlos sin derechos básicos como la tarjeta sanitaria o la educación de los niños.

Pocos menores

En este contexto de dificultades, la codirectora de la CCAR, Dilara Ekmen, señala la situación de los 2.300 menores sólo tutelados por la DGAIA –la dirección general de Atención a la Infancia y la Adolescencia– como el paradigma de esta debilidad del sistema . De todas estas criaturas, sólo 83 solicitaron protección de refugiado, cuando el año anterior fueron 64 y en 2021, 44.

Según Ekmen, pese a los esfuerzos para la detección de posibles solicitantes, las autoridades catalanas no están poniendo todo el énfasis en encontrar solicitantes de asilo o de refugio entre las criaturas tuteladas y, por tanto, no están dando una buena atención. Lo mismo ocurre en España, con 230 demandas de asilo respecto a los 10.738 menores que están bajo el cuidado de gobiernos. Para la entidad, son cifras demasiado bajas teniendo en cuenta que el pasado año acabó con el récord de 14.775 demandas y un panorama internacional con un estallido de conflictos bélicos que no se veía desde el final de la Segunda Guerra Mundial .

El caso catalán no es ajeno a la dinámica de España, que con 163.220 fue el tercer país de la Unión Europea que más peticiones de asilo recibió en el 2023 y, por el contrario, el que menos protección internacional concedió . Solo el 12% de los demandantes obtuvo protección internacional, una cifra 40 puntos por debajo de la media europea. Todo ello confirma la tradición histórica española de "la denegación porque no reconoce situaciones de vulneración de derechos humanos", ha insistido Ekmen. Las causas de la fuga de los países de origen son diversas: desde la persecución ideológica, religiosa, LGTBI o violencia política hasta la crisis climática que impide sobrevivir en una zona.

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