Así gestionan el islam otros países europeos
La mayoría han adoptado medidas para la integración de los imanes
BarcelonaLo que ocurre en España y Cataluña no es una excepción. Todos los países europeos se encuentran con el mismo reto: desconocen qué ocurre exactamente en las mezquitas y tienen imames extranjeros con unos conocimientos limitados de la lengua y del contexto social, cultural y legal del país. De momento ningún país ha encontrado la solución mágica para esta situación, pero la mayoría han adoptado medidas. Éstas son algunas iniciativas.
Alemania
Desde 2012, se han creado hasta ocho centros de teología islámica en universidades públicas, como la de Münster, Osnabrück, Tübingen, Frankfurt-Giessen, Erlangen-Núremberg y Berlín, “con el objetivo de formar tanto a profesores de educación islámica para las escuelas como profesionales teológicamente cualificados para las mezquitas”, destaca el director del Centro de Teología Islámica y profesor de educación religiosa islámica en la Universidad de Münster, Mouhanad Khorchide. Además, los estados federados y los municipios organizan periódicamente cursos de alemán y de formación intercultural para imames, en los que se tratan temas como la educación religiosa, la igualdad de género o el diálogo interreligioso.
“Se pretende ayudar a los líderes religiosos en Alemania a adoptar la lengua y los valores de una sociedad plural. Sin embargo, es un proceso a largo plazo. Estamos en el inicio”, añade el profesor Khorchide. Los cursos no son obligatorios porque “eso se consideraría una intrusión en la autonomía religiosa”, aclara.
Suiza
“Los imames son una figura clave como agentes de integración. Por lo tanto, deben conocer el idioma y también el contexto suizo”, afirma el profesor Hansjörg Schmid, director del Centro Suizo para el Islam y la Sociedad de la Universidad de Fribourg. Por esa razón, el gobierno suizo exige que los imames tengan un certificado de lengua B1 expedido por una escuela oficial de idiomas o superen un examen para demostrar sus conocimientos. Además, los que proceden de países de fuera de la Unión Europa necesitan “un permiso especial” de las autoridades cantonales o federales suizas para poder ejercer, si vienen directamente de esos países. No ocurre lo mismo si provienen de países de la Unión Europea.
Asimismo, desde 2019, el Centro Suizo para el Islam y la Sociedad de la Universidad de Fribourg imparte talleres para imames, en colaboración con las asociaciones de musulmanes del país, que son financiados por el Estado. "Como parte práctica del taller, los imanes deben realizar un proyecto sobre integración o diálogo interreligioso en la mezquita, o trabajar con instituciones estatales o de la sociedad civil", detalla el profesor Schmid, que aclara que "los talleres no son obligatorios, pero casi todos los imanes los hacen".
Bélgica
En Bélgica las mezquitas tienen la opción de ser reconocidas por el Estado y que el gobierno se encargue de pagar el sueldo al imam. Para ello, deben dar servicio a una comunidad de al menos 200 personas y someterse a la supervisión del Estado para garantizar que su ideología no es radical, detalla el islamólogo Michaël Privot y cofundador del Consejo Musulmán de Bélgica, institución que se encarga del proceso de reconocimiento. Además, el imam debe comprometerse por escrito a “respetar la legislación belga y los valores europeos”. Y, desde 2015, también tiene que dominar alguna de las lenguas oficiales del país, aunque de momento la administración es bastante laxa con este último aspecto.
Según Privot, de las 350 mezquitas que se calcula que hay en Bélgica, un centenar han sido reconocidas por el Estado, otro centenar están en proceso, mientras que el resto no han mostrado interés, ya que se trata de un trámite voluntario.
La investigadora del Centro belga de Investigación e Información Socio-políticas (CRISP) Caroline Sägesser cuestiona que el gobierno pague el sueldo a los imames, teniendo en cuenta que las mujeres son excluidas de esta función. Y lamenta que no exista un programa permanente de formación de imames. En cambio, valora la promoción de la religión islámica que se ha realizado en las escuelas públicas belgas desde 1978 para garantizar la enseñanza de "un islam ilustrado por parte de profesores formados en la universidad". "En Bruselas, el 53% de los alumnos hacen religión islámica", pone como ejemplo.
Francia
Francia aprobó en 2021 la denominada ley contra el separatismo, que prevé que las asociaciones islámicas que soliciten financiación pública deberán comprometerse a respetar el laicismo y los principios de la República, y pueden ser consideradas responsables de las acciones cometidas por sus miembros. También amplia a cinco años las penas de cárcel para los ministros de culto que inciten a la discriminación, el odio o la violencia, informa Laia Forès desde París.
Por otra parte, desde el año pasado los imames que trabajan en Francia no pueden estar contratados por países extranjeros, y su sueldo lo deben pagar asociaciones islámicas con sede en territorio francés. También se ha anunciado la creación de un estatuto del imam, que obligará a los imames a saber francés, pero aún no se ha implementado.
La investigadora del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS en su siglas en francés) Fatiha Kaouès explica que dos tercios de los 1.800 imames que se calcula que hay en Francia trabajan de forma voluntaria, y más de la mitad de los contratados cobran menos de 1.000 euros al mes. “Los bien pagados eran los remunerados por Estados extranjeros. Según mi investigación, esos imames están mejor formados que la mayoría de los imanes franceses”, advierte. También destaca que otro aspecto controvertido es que los servicios de inteligencia y los prefectos supervisan ahora el contenido de los sermones y se han cerrado un número significativo de mezquitas.
El Reino Unido
Los imames procedentes de otros países tienen que solicitar un visado como ministro de culto para poder ejercer en el Reino Unido, además de demostrar que saben inglés, según informa Quim Aranda desde Londres. El visado les da permiso para trabajar como imames durante tres años, extensibles a tres más.
Además, desde hace años existen múltiples instituciones para la formación de los imames en habilidades pastorales, responsabilidades cívicas, trabajo interreligioso y lideraje comunitario. Por ejemplo, el Muslim College, el Cambridge Muslim College, el Islamic College o el Institut Markfield. La formación, no obstante, tampoco es obligatoria en el Reino Unido.