Anticorrupción estudia un presunto fraude millonario de excargos del centro estatal del cáncer
La Fiscalía todavía no ha abierto diligencias por la denuncia de contratos con valor de más de 20 millones de euros
Un ex alto directivo del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha denunciado en la Fiscalía Anticorrupción el presunto robo de unos 20 millones de euros en contratos públicos de la institución que lidera la lucha contra el cáncer en el Estado y que cuenta con una de las acreditaciones científicas más prestigiosas, la del Centro de Excel. Anticorrupción está estudiando la citada denuncia y de momento no ha abierto diligencias, según ha avanzado el diario El Mundo y han confirmado a EFE fuentes del ministerio fiscal este lunes.
A principios de año el patronato del centro ya destituyó a la directora científica, María Blasco, y al director gerente, Juan Arroyo, para "iniciar una nueva etapa" después de que saliera a relucir una polémica por la situación deficitaria y mala gestión del organismo ubicado en Madrid y de una guerra abierta entre Blasco y Arroyo. En junio un antiguo directivo del CNIO presentó una denuncia de 120 páginas en la que señala que empresas de antiguos cargos de la entidad se habrían lucrado con contratos que se fraccionaban, se inflaban o en los que ni siquiera existía una prestación real, con la protección de Arroyo.
En el texto, el denunciante, ex director de Compras y de Operaciones del CNIO, describe un presunto "torrente de microcorrupción" que desemboca, según sus cálculos, "en entre 20 y 25 millones de euros robados a la lucha contra el cáncer". Se trataría de una "gigantesca operativa de contratos –sobre todo administrativos, logísticos e informáticos– que de repente se descubren arreglados, fraccionados, hinchados (a veces hasta el 400%) o directamente sin contraprestación, o con un valor añadido nulo", asegura el denunciante. De acuerdo con la denuncia, este procedimiento se mantendría durante 18 años.
Destituciones a principios de año
A finales de enero de ese año, Blasco fue despedida después de veinte años en el CNIO como investigadora y, posteriormente, como directora científica. Cuando la despidieron, la investigadora hizo pública una denuncia ante la Fiscalía por "posibles irregularidades" en la contratación del centro, que dependía de Arroyo. A su juicio, un conjunto de contrataciones menores habrían recaído en un mismo grupo de empresas y suman adjudicaciones por un importe que ronda los cuatro millones de euros.
Blasco se marchó tras varias denuncias de mala gestión y acoso laboral. En concreto, en dos informes internos se concluía que las infraestructuras del CNIO estaban obsoletas y que el liderazgo científico estaba en declive, es decir, que la producción de estudios de calidad había descendido "significativamente". También varios investigadores del centro acusaron a Blasco de acoso, abuso de poder y maltrato, entre otros problemas, y la mitad de los jefes científicos del CNIO habían exigido su destitución a la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, por "falta de visión institucional".