Tribunales

Condenado un hombre a diez años de cárcel por malos tratos a su bebé de un mes en Montblanc

La Audiencia de Tarragona acaba absolviendo a la madre, que también estuvo en prisión provisional

Los juzgados de Tarragona, en una imagen de archivo.
10/10/2025
3 min

BarcelonaCondena de diez años y medio de cárcel a un hombre por los malos tratos a su hijo cuando era un bebé de sólo un mes de vida en Montblanc. El hombre le causó heridas que requirieron cirugía y un ingreso en la UCI en 2019. El niño sufre secuelas que, ahora que tiene cinco años y está bajo tutela de la Generalitat, le suponen una discapacidad del 70%. La sentencia de la Audiencia de Tarragona ha acabado absolviendo a la madre, que también estuvo en prisión provisional investigada por los malos tratos.

Las valoraciones de los diferentes profesionales sanitarios que intervinieron en el juicio dejaron bien claro que las lesiones no eran por accidente. Ya cuando examinaron al bebé, nacido el 4 de enero del 2019, detectaron que sufría varias lesiones con distintos grados de evolución, lo que les hacía pensar que no se debían a un golpe o una caída accidental. Las lesiones hicieron que el bebé perdiera demasiado cerebral y le dejaron secuelas irreversibles.

Hoy tiene cinco años, hace P3 y está en seguimiento neurológico y oftalmológico. No es un niño autónomo, pero camina por sí solo después de recibir el alta de fisioterapia hace un año. También le acompañan logopedas, y todos los profesionales coinciden en que todavía es difícil determinar futuras secuelas. Precisamente por eso, el hombre deberá indemnizar a su hijo con un millón de euros. La condena, por un delito de lesiones con grave deformidad, también le prohíbe acercarse o ponerse en contacto con el niño durante 12 años.

El juicio debía aclarar si la responsabilidad de los malos tratos era del padre, que entonces tenía 22 años; de la madre, que tenía 21, o de ambos. Tanto el hombre como la mujer pasaron unos meses en prisión provisional y ambos llegaron al juicio de julio como acusados. En el último momento, la acusación particular de la Generalitat retiró la acusación contra la mujer.

La Fiscalía siguió reclamando 12 años de cárcel para cada uno, pero admitió que tenía dudas de la intervención de la madre. Para resolverlo, fue clave la actitud que ambos mostraron ante los trabajadores sanitarios y de la cárcel, que vieron empatía en la madre y frialdad en el padre. De hecho, explican que la mujer no abandonó "la creencia" de que el hombre no había maltratado al hijo hasta que llevaba ya unos dos meses en prisión, "separada de su influencia" y de la dependencia emocional que tenía.

La sentencia también recoge que, ante las explicaciones del forense sobre las graves lesiones que sufría su hijo, mientras la mujer lloraba hasta desplomarse y sin poder creer lo que sentía, el hombre le dijo que no se preocupara, que si les tomaban el hijo se lo devolverían "a los seis meses". Se refería a su hijo mayor, de una relación anterior y del que ya se le había retirado la custodia, que ahora tiene la madre del niño.

Lo escondió a la mujer

Otro elemento clave para condenar al hombre y absolver a la mujer es que el tribunal ha constatado que él le mintió a ella sobre una de las visitas médicas del bebé. Tras recibir el alta del hospital donde había nacido, prematuro y por cesárea, pero completamente sano, la pareja no se presentó en el primer control. Cuatro días después, la mujer llevó al niño al médico para el control y la enfermera no detectó nada anormal. Tampoco había aparentemente ninguna lesión en las siguientes visitas que le hicieron, pero el 12 de febrero (cuando el bebé tenía un mes y ocho días) el hombre llevó al bebé a urgencias porque tenía vómitos. La pediatra encontró "cierta palidez y poca reacción a los estímulos" en el niño, y recomendó al hombre que le llevara al hospital. Pero él no lo hizo y tampoco explicó a su pareja el consejo de la doctora.

De todos modos, al día siguiente ambos volvieron a urgencias porque seguía con vómitos, según ellos relacionados con un medicamento que tomaba por hongos en la boca. Durante la exploración, los profesionales del Hospital Joan XXIII le encontraron hematomas y lesiones, entre ellas una en el fémur, y un hematoma de 1,5 centímetros en la mandíbula. Los médicos sospecharon que no eran accidentales y activaron la alerta de maltrato infantil.

En ese momento el menor no enfocaba bien los ojos y tenía rigidez en las extremidades, y con una ecografía confirmaron múltiples lesiones. En el juicio, el hombre se intentó defender diciendo que podrían haber sido causadas durante el parto, algo que se ha descartado porque el niño nació sano, y también diciendo que, por trabajo, no estuvo demasiado con su hijo sus primeros días de vida, cambiando su versión original, en la que había explicado que el bebé siempre estaba con él o con la madre.

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