Un forense de guardia para las violencias sexuales frente al aumento de las agresiones
El Instituto de Medicina Legal también alerta de un incremento de víctimas de redes de tráfico de personas
BarcelonaEl agua se filtra tantas veces que acaba siendo pura, tan depurada que no hidrata y que ni siquiera es buena para beber. El agua que llega a los laboratorios del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Catalunya (IMLCFC), ubicados en un sótano de la Ciudad de la Justicia, es ya más limpia que la de cualquier casa. Aun así, pasa por otros dos filtros antes de llegar a la máquina millonaria que analiza las muestras de orina, sangre, mocosas, líquidos... y te dice qué sustancias hay. Cocaína, alcohol, cafeína, anfetaminas. Un químico analiza todos los resultados, que en unos meses serán claves para resolver un homicidio, una agresión sexual o, simplemente, una muerte accidental. El ambiente es de laboratorio: estéril y pulcro, pero con muchos ordenadores, probetas y microscópicos. Incluso existen duchas en medio de los despachos para evitar la contaminación del espacio.
El director del IMLCFC, Eneko Barbería, explica que, más allá del tópico, los forenses hacen muchas más cosas que autopsias. De hecho, realizan más de 100.000 actuaciones cada año, y las disecciones no suponen ni el 5% de su trabajo. Cada día, por ejemplo, los especialistas del Instituto atienden a dos víctimas de violencia sexual. Normalmente, son ellos quienes acuden al hospital, donde suele ser la víctima, para recoger muestras toxicológicas y biológicas. El objetivo es encontrar vestigios del agresor en la víctima o saber si ésta ha sufrido sumisión química.
Durante los seis primeros meses de 2025, los forenses ya han realizado 327 actuaciones de esta tipología. La previsión es que el cierre de este año vuelva a dejar el dato más alto de la historia. En el 88% de los casos la víctima es una mujer y tres de cada cinco tenían menos de 30 años. Además, el 9% de estos cuidados han sido grupales, una cifra que se mantiene estable a lo largo de los años. Ante estos datos, el Instituto ha decidido situar a un forense de guardia que se dedique exclusivamente a atender casos de violencia sexual. Ahora había uno de guardia que se encargaba de todo. Se duplicará el turno.
"La atención podrá ser más inmediata y más exclusiva. Será mejor para el bienestar de la víctima", ha dicho la doctora Sara Milián, médica forense. Remarca la importancia de realizar la visita lo antes posible, y mejor sin haberse lavado ni cambiado de ropa para encontrar el máximo de vestigios posibles. El nuevo servicio atiende a las víctimas de la capital catalana y L'Hospitalet de Llobregat desde el pasado febrero y tiene su sede en el IMLCFC, pero el médico forense de guardia se desplaza al hospital donde se visite a la víctima.
El tráfico de seres humanos
Otra conflictividad en alza, y muy ligada a la violencia sexual, es la del tráfico de personas. Desde el año 2022 que existe una unidad específica para tratarlo en el IMLCF, la primera del Estado. Desde entonces, las víctimas no han parado de crecer: han atendido a 98. El año pasado fueron nueve personas, y este año ya son 16. La doctora Elena Cano, también médica forense del instituto, explica que normalmente son mujeres jóvenes que han sido víctimas de redes de explotación sexual. Parte, aunque más reducida, son personas transexuales. Además, son a menudo personas extranjeras, hijas de otras culturas y con una barrera idiomática. De ahí, ha dicho Cano, la importancia de una unidad específica.
Últimamente, hay otro elemento que preocupa: la criminalidad forzada. Son vigilantes de plantaciones de marihuana, mulas que llevan droga en los intestinos entre dos aeropuertos, y que también forman parte de redes de tráfico de seres humanos. "Es uno de los grandes retos", afirma Cano, que añade también el de la explotación laboral.
Otro servicio que se ha puesto en marcha recientemente es la nueva unidad de valoración forense integral. Se trata de un equipo multidisciplinar que incluye a un médico forense, un psicólogo y un trabajador social que visitan y evalúan a las víctimas de delitos violentos, pero también su entorno y su agresor. En 2024 evaluaron 368 casos y desde febrero de ese año hasta ahora ya se han realizado unas 900 actuaciones, ya que se han multiplicado los casos en los que intervienen.
Donación de tejidos
Que el trabajo de los forenses va mucho más allá de las autopsias lo demuestran también los datos de donaciones de tejidos. El IMLCF ya es la cuarta institución de Catalunya que más da, sólo por debajo de los hospitales de Bellvitge, Vall d'Hebron, y Clínic. Los tejidos que salieron del instituto el pasado año ayudaron a 16.000 personas. Siempre se realiza con la autorización de la familia y con la autorización del médico forense.