El combate contra la droga

Mafias extranjeras controlan el mercado de la heroína

La droga se produce en Afganistán, desde donde se exporta a Pakistán y después a Europa

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Operación policial al Arrabal para detener narcotraficantes, en una imagen de archivo del año 2018.

BarcelonaLa puerta del portal está ajustada y se puede acceder fácilmente al inmueble, sin llave. El piso ocupado está en la primera planta. Es fácil de reconocer. La cerradura de la puerta de entrada está reventada y en su lugar han colocado un trozo de papel de plata para que no se pueda ver el interior de la vivienda desde el rellano. Adentro se oyen voces. “Ding, dong”. Sorprendentemente, el timbre funciona. Después de unos segundos, un hombre de origen africano abre la puerta. Le falta un ojo, una especie de membrana blanca le cubre toda la córnea. “No sé nada de ningún piso ocupado”, contesta cuando se le pregunta. Adentro, al fondo, se ve a otro hombre africano y humo, mucho humo. Deben de estar fumando.

El piso es propiedad de una mujer mayor, según explica el presidente de la comunidad de vecinos de este humilde inmueble de cinco plantas sin ascensor, situado en la calle de la Lluna, del barrio del Raval de Barcelona. "Al principio lo alquilaba, pero ya se sabe cómo son estas fincas viejas, cuando no pierden agua les pasa otra cosa", comenta. Así que el piso se quedó vacío un par de años y, a pesar de que había una alarma de seguridad, los narcotraficantes lo ocuparon el agosto pasado. Y ahí siguen.

“Tienen un contrato de alquiler a nombre de la propietaria”, asegura el presidente de la comunidad. “Deben de haber ido al catastro para saber de quién era el piso y han hecho un contrato falso. En noviembre hay juicio para que la propietaria demuestre que este contrato no lo ha firmado ella”, sigue relatando.

Puerta del piso ocupado por narcotraficantes en la calle Lluna, del Raval.

El profesor del grado de seguridad de la UB Josep Antoni Macho, que también es sargento en activo de los Mossos d'Esquadra, explica que “una de las principales fortalezas” de los narcotraficantes es su “adaptabilidad a las circunstancias”. Es decir, su capacidad de modificar su manera de actuar con el objetivo de burlar a los cuerpos de seguridad y mantener su negocio.

Desde mediados de 2017 hasta octubre de 2018, una mafia dominicana controlaba el comercio de la heroína en el Raval, hasta que el 29 de octubre de ese último año los Mossos d'Esquadra protagonizaron la macrooperación policial Bacar, en la que consiguieron descabezar la cúpula de esta organización criminal. Se trataba de una mafia especialmente violenta que disponía de una estructura tan amplia que incluía desde personas que se encargaban de los narcopisos hasta otras que vigilaban en la calle y algunas dedicadas exclusivamente a localizar viviendas vacías para ocuparlas.

A raíz de la desarticulación de esta mafia, a partir de 2019 el tráfico de la heroína pasó a manos de una organización criminal de origen paquistaní, que obligaba a personas llegadas a Barcelona recientemente desde Pakistán a vender heroína y otras sustancias ilegales a cambio de comida y un lugar para dormir. En junio de ese año los Mossos d'Esquadra protagonizaron una nueva operación con el nombre de Suricata, que permitió detener a los líderes de esta nueva mafia.

El vacío dejado por esta organización criminal fue ocupado entonces por otra de origen rumano, que a diferencia de las anteriores vendía la heroína en la vía pública en vez de hacerlo en los narcopisos. En 2020 volvió a haber una tercera operación policial de los Mossos, llamada Coliseu, que también neutralizó a esta mafia.

El profesor Macho considera que no ha habido tiempo después de esta última operación policial y la pandemia para que otra organización criminal de envergadura haya tomado el control del tráfico de heroína en el Raval. Pero si lo hubiera hecho, lógicamente los Mossos d'Esquadra lo estarían investigando y no podrían facilitar esta información, aclara. "En 2021 los Mossos solo desarticularon una organización criminal destinada al tráfico de heroína, y estaba ubicada en Lleida y no en Barcelona", destaca.

Aumento de heroína en Turquía

Lo que sí dice Macho es que han recibido una alerta desde Turquía, porque los decomisos de heroína se han doblado el último año. "Si hay más confiscación en Turquía quiere decir que hay más circulación de esta droga", afirma. Este movimiento lo atribuye a un aumento de la producción de opio en Afganistán a raíz de la llegada de los talibanes al poder en agosto del año pasado, y la consiguiente paralización de la ayuda internacional a este país, que además sufre una sequía severa desde hace meses.

Afganistán cultiva casi el 90% del opio que se consume en el mundo. Después la droga es trasladada a Pakistán y, desde ahí, a Europa. Holanda sirve en cierto modo como hub. El profesor Macho declara que de momento el aumento de heroína detectado en Turquía no ha repercutido en Catalunya. "Los decomisos de heroína en Catalunya por parte de los Mossos d'Esquadra se mantienen estables en los últimos cinco años, en la franja de los 5 a los 7 kilos requisados al año", detalla.

 

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