En busca de los furtivos que minaron con palangre las islas Medas
Agents Rurals y Mossos d'Esquadra intensifican medidas para encontrar a los pescadores ilegales del Baix Empordà
BarcelonaLos Agents Rurals han intensificado la vigilancia nocturna en las costas catalanas y los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación para identificar a los pescadores furtivos que el pasado miércoles colocaron centenares de metros de palangre en plena reserva natural de las islas Medas, una zona de máxima protección medioambiental de Estartit (Baix Empordà). Cuando se detectó el palangre ya había miles de meros y morenas enganchados en los anzuelos con cebo fresco.
Fueron grupos de submarinistas de dos centros de la zona quienes, al salir a hacer una inmersión, descubrieron el palangre. Lo retiraron rescatando tantos pescados como pudieron, pero muchos ejemplares ya habían muerto. También desmontaron unos 200 metros de hilos gruesos y 50 anzuelos a más de 30 metros de profundidad. Después los buzos denunciaron los hechos.
A estas alturas, ya hay más de 500 metros de línea de palangre retirada, que es la prioridad de los Agents Rurals porque quieren evitar una mortandad mayor de peces, y hay diferentes líneas de investigación abiertas por parte del área Central de Medio ambiente del cuerpo de Mossos d'Esquadra y el cuerpo de Agents Rurals.
Una técnica de profesionales
Uno de los guías de los grupos de submarinistas que descubrieron los hechos, Nacho Gómez, denunció a la ACN que se trataba de "profesionales" porque el palangre estaba “atado a gorgonias y rocas" y no parecía que lo hubieran lanzado y que la corriente lo hubiera llevado hasta allí. El testigo también declaraba que el tendido de hilo estaba situada a mucha profundidad, lo cual indicaba, según él, que era un trabajo minucioso que solo podían haber hecho buzos expertos. "Cubre un área enorme, quizás donde hay más densidad de vida de todo el archipiélago", afirmó. El Parque Natural anunció que activaría un refuerzo de vigilancia nocturna, por un lado, para disuadir a los furtivos y, por otra, para intentar identificar quién colocó el palangre.
Este tipo de pesca furtiva consiste en lanzar desde el barco una línea de la cual cuelgan un gran número de anzuelos. La cuerda puede tener varias longitudes, desde pocos kilómetros hasta 20, y hundirse además o menos profundidad. A pesar de que es un sistema de pesca aprobado y utilizado, hace años que se regula, no solo para limitar la zona de uso, sino porque puede generar capturas no deseadas como pájaros, tiburones o delfines que no son el objetivo de la pesca.