Multas de hasta 3.000 euros a los vecinos que gasten más agua de la permitida
El Govern crea un modelo de ordenanza para que los ayuntamientos puedan fiscalizar de cerca las restricciones por la sequía
BarcelonaUn tercio de los municipios que dependen de las cuencas internas del país se saltan los límites de consumo de agua que fijan las restricciones por la sequía. Lo advertía el director de la Agencia Catalana del Agua (ACA), Samuel Reyes, a las puertas del verano. La situación cada vez más dramática por la falta de lluvias ha hecho que el Govern endurezca la vigilancia sobre los ayuntamientos y ya haya activado los avisos de posibles sanciones si no reducen el consumo. Esto obliga a los entes locales a hacer lo mismo sobre los consumidores finales (particulares o empresas) y vigilar mucho más de cerca todos los contadores. Muchos no tenían hasta ahora herramientas ni para sancionar ni para vigilar qué gastaban sus vecinos, pero a partir de ahora esto ya no será excusa: la Generalitat les ha enviado a todos una ordenanza modelo que contempla multas de hasta 3.000 euros para los consumidores incumplidores. El texto, al que ha tenido acceso el ARA, es una normativa marco que podrán aprobar los plenos y poner en marcha en los próximos meses.
Ante el incremento de la vigilancia de la ACA, que ya ha enviado 170 requerimientos a ayuntamientos y a 41 empresas que gastan más de la cuenta, algunos pequeños pueblos habían advertido que no disponen de los recursos y las herramientas para realizar las tareas de vigilancia y control sobre todos sus vecinos. La ordenanza que propone la Generalitat quiere ser una herramienta para darles un marco normativo que puedan "adaptar a su realidad", según señalan desde ACA. El texto contempla infracciones leves, graves o muy graves, con sanciones que irían hasta los 750 euros si son leves o hasta los 3.000 en el caso de las muy graves. La consideración de la infracción dependerá del estado de gravedad de la sequía (si el municipio está en prealerta o en emergencia con restricciones más duras), de la actividad infractora que se detecte (si se llena una piscina cuando no está permitido , por ejemplo) o el grado de incumplimiento del usuario (si la piscina es pequeña o grande).
Algunos municipios, de hecho, ya han empezado a desplegar su capacidad sancionadora este verano. En Begur, se han cursado 40 multas a vecinos que incumplían los topes de forma reiterada, según informa ACN. Para quienes a pesar de la multa siguieran sin respetar los límites, el consistorio avanzó que les instalaría un sistema de reducción de presión en su acometida, una medida que podría afectar al buen funcionamiento de algunos electrodomésticos o de elementos del circuito de agua que deberían asumir los consumidores. Además, Palafrugell también multó a siete comunidades de vecinos por regar el césped cuando está prohibido.
Colaboración de las suministradoras
Para poder llevar a cabo toda esta labor de vigilancia y, en último caso, sancionadora, la ordenanza también fija unas obligaciones que el Ayuntamiento podrá exigir a la empresa suministradora que le esté prestando el servicio. Serán estas compañías las encargadas de compartirles los datos de consumo, los casos de excesos, informar a los usuarios o incrementar los períodos de lectura de los contadores. Antes de abrir el expediente sancionador, se explorará la causa y también serán las suministradoras las que podrán instalar (pagando el cliente final) contadores para realizar lecturas telemáticas en casos de incumplimientos o de grandes consumidores de agua, por ejemplo.
El texto también deja claro que los entes locales podrán dictaminar medidas como la reducción de la potencia del agua que sale de los grifos de los vecinos como una medida de ahorro de recurso e, incluso, aplicar medidas más contundentes como cortes puntuales en franjas horarias si la situación se vuelve más crítica. Todo ello está orientado a cumplir con los topes que la ACA impone a los ayuntamientos y que, en el caso de la treintena de municipios que ya están en emergencia por la sequía, son 200 litros de agua por habitante y día. Para gran parte de las cuencas internas (incluida toda el área de Barcelona) el estadio actual de excepcionalidad fija 230 litros como máximo.