Sequía

¿Tarragona, Palma o Marsella?: Cataluña también se prepara para recibir agua en barco

La Generalitat debatirá el lunes con el gobierno español propuestas de inversión en infraestructuras hídricas tras la declaración de emergencia

ARA
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Imagen de archivo del Port Vell de Barcelona

BarcelonaCataluña ha entrado oficialmente en emergencia por la sequía y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, aseguró el jueves que la apuesta del Govern por hacer frente a esta crisis, y las que pueden llegar en un futuro, es potenciar las desalinizadoras y mejorar las estaciones potabilizadoras, así como impulsar un uso racional por parte de los municipios. Ahora bien, si la falta de lluvias no se revierte, Cataluña también se plantearía la posibilidad de abastecerse de otros territorios; un extremo que lleva meses sobre la mesa. Fuentes gubernamentales reconocen que no se puede descartar la opción de traer agua en barcos desde Tarragona –tal y como admitió el consejero de Acción Climática, David Mascort, en una entrevista en el ARA–, pero también de Palma o Marsella, como se hizo en 2008. Ahora bien, matizan que de momento no está decidido el origen de esta agua y que sería una solución muy puntual que, además, no aportaría grandes cantidades de agua.

Ésta es una posibilidad que ya se ha contemplado en otras ocasiones y que, si fuera necesario, según anticipó Mascort, contaría con el aval de la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. "La predisposición de la ministra es máxima y seguro que encontraremos la fórmula: si es necesario traer agua a Barcelona, ​​llevaremos", afirmó el jueves, durante la rueda de prensa de declaración de la fase de emergencia. De hecho, el próximo lunes, Mascort y Ribera se reunirán en Barcelona para abordar y debatir diferentes propuestas para responder a la excepcional sequía que asola Catalunya.

Entre los posibles temas que se abordarán en el encuentro se encuentra la “colaboración” del Estado para traer agua a Barcelona si se agudiza la situación. Según Mascort, tanto él como la ministra del ramo coincidirían en que "si hace falta llevar el agua no es tan relevante de dónde viene sino el hecho de que si hace falta agua, el agua vendrá". Fuentes gubernamentales subrayan que, en octubre pasado, Ribera se ofreció a pagar el transporte de agua en barco en caso necesario.

Con todo, las mismas fuentes niegan que Catalunya ya "esté buscando agua" o que haya ya un calendario que marque a partir de qué momento es necesario activar este recurso. El ejecutivo, insisten, quiere dirigir sus esfuerzos a conseguir obras de carácter permanente, como las infraestructuras para regenerar agua. "Los barcos con agua es una de las acciones menos prioritarias; necesitamos infraestructuras permanentes, obras de por vida. [Recibir agua en barco] Sería temporal ya cantidades pequeñas", ha corroborado el director de la Agencia Catalana del Agua ( ACA), Samuel Reyes, en declaraciones a Catalunya Ràdio.

Las mismas fuentes conocedoras de los planes del ejecutivo sí admiten, sin embargo, que estudian un abanico de fórmulas posibles para obtener agua y que no se descarta ninguna de momento, como transportarla desde Tarragona o Marsella, o desde Palma. Es una opción muy cara, que según la administración no aportará un gran volumen de agua, pero, sin embargo, el ejecutivo lleva meses trabajando para tenerlo a punto. El Puerto de Barcelona hace obras para poder recibir embarcaciones cargadas de agua en caso necesario.

Desde el ministerio de Transición Ecológica se limitan a decir que el lunes habrá un encuentro y que se evaluarán todas las propuestas que traslade a la Generalitat. Un punto del orden del día claro será la transferencia de fondos para ampliar la desalinizadora de la Tordera, que se estima que costará unos 220 millones de euros. El gobierno español se comprometió a financiarla después de incluirla entre las inversiones estratégicas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), pero todavía no ha concretado cómo o cuándo lo hará.

Consumo de agua limitado

La Generalitat ha declarado la declaración de emergencia por sequía en 202 municipios que dependen del sistema Ter-Llobregat, la red más potente del país y que da servicio a seis millones de habitantes de las comarcas de Barcelona y una parte de las de Girona . Las agónicas reservas de agua en los embalses, que están en mínimos históricos, han empujado al Gobierno a limitar los topes y el uso de las dotaciones de agua en diferentes ámbitos: se reduce a 200 litros por día y habitante para todos los usos (se incluye desde el consumo doméstico hasta el de equipamientos públicos o actividades económicas); se veta el uso de agua potable para la limpieza de espacios públicos y la posibilidad de llenar piscinas, restringiéndose drásticamente el agua para el riego, especialmente a la agricultura y la ganadería.

Municipis afectats per la sequera
Actualitzat l'1 de febrer del 2024

Hacía días que la conselleria de Acció Climàtica hacía equilibrios con las décimas de las reservas para intentar aplazar al máximo una entrada en emergencia que era inevitable. El jueves, las reservas de la red hídrica más importante es el sistema Ter-Llobregat descendieron al 15,8% de su capacidad y, por tanto, quedó por debajo del umbral que establece el plan gubernamental para desplegar medidas especiales, fijado en 16%.

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