Los temporales y la falta de planificación llevan a las playas catalanas a una situación límite
Hay playas que han perdido el 74% de su superficie en apenas cinco años, según datos de la Generalitat
Barcelona¿Cómo serán las playas del futuro? Más aún: ¿habrá playas en un futuro? Con estas dos potentes reflexiones el Consejo Asesor de Infraestructuras de Catalunya (CAdIC) ha querido poner sobre la mesa, este miércoles, la necesidad "urgente" de planificar la gestión de las arenas en el litoral catalán para evitar que las playas desaparezcan.
Los temporales de levante, las danas o gotas frías –que son cada vez más intensas– y el cambio climático, que roba espacio en la playa, están cambiando la morfología de las playas catalanas a un ritmo difícil de contrarrestar. Y la burocracia y el hecho de que la competencia sobre estas cuestiones es compartida (el Estado gestiona la arena, la Generalitat la ordenación territorial y los municipios parte del urbanismo) acaban de complicar la toma de decisiones para paliar ese desgaste del litoral.
Así, expertos y representantes institucionales del mundo local y de la Generalitat se han reunido este miércoles en el Palau Macaya de Barcelona para analizar los retos y para hacer propuestas para garantizar la sostenibilidad de la costa catalana. El ingeniero de caminos, canales y puertos y vocal del CAdIC Ramon Arandes ha abierto el acto con la presentación de un informe contundente que alerta de que "la falta de una gestión integral y coordinada de las arenas puede llevar a la degradación progresiva e irreversible de las playas catalanas".
Según Arandes, "el problema no es la presencia de los puertos, sino la carencia de aportaciones de sedimentos y la inexistencia de una planificación eficiente". Por eso, asegura, es necesario actuar con rigor científico y técnico. El documento recoge hasta 10 propuestas clave para mejorar la gestión del litoral, y en concreto de la arena, entre las que se subraya la necesidad de integrar a los dragados portuarios en una planificación global y la reducción de los trámites y los tiempos administrativos para poder remontar arena retenida en los puertos. De hecho, el consejo asesor hace un llamamiento directo a las administraciones públicas "para que asuman un papel activo en la definición de una estrategia litoral a largo plazo, dotada de recursos y planificación técnica".
Durante la mesa redonda, la directora de la Zona Portuaria Centro de Puertos de la Generalitat, Margarita Díez, ha explicado que "llegar a un consenso para hacer una planificación de usos de un puerto, por ejemplo, llega a ser extremadamente complejo". "A veces se hace un traje tan a medida que cuando cambia un poco ya no vale. Y eso, en infraestructuras que se piensan a 30 años vista, es un problema, porque nos encorseta y nos hace perder muchas posibilidades", ha afirmado. Los tiempos para llegar a acuerdos y poner en marcha los proyectos también son, según Díez, excesivamente largos.
En el coloquio, diferentes expertos han coincidido en decir que es necesaria más coordinación y que, efectivamente, el futuro de las playas, tal y como las conocemos, está en duda, pero no todos comparten la visión negativa. "Sin los espigones, Sitges ya no tendría playas, y sin el puerto, Mataró tampoco", recordaba Arandes al inicio del acto. Y la directora general de Políticas del Litoral de la Generalitat, Kiryat Mercado, ha puesto cifras: "Hay playas que, en los últimos cinco años, han perdido un 74% de superficie, con todo lo que ello comporta tanto para la ciudadanía como por el ecosistema preciado que representan las playas y como zona de protección para muchas".
En este sentido, el más contundente ha sido el experto en litoral y concejal de Ecología Urbana de Calafell, Aron Marcos: "Debemos pensar qué playas podemos mantener y cuáles no. Tenemos retos como la subida del nivel del mar y habrá que ver cuáles podemos mantener, cómo, cuánto cuesta y quién lo pagará".
Mercado, en cambio, no es tan pesimista y ha explicado que el Govern ya está trabajando en informes y planes para ayudar a los municipios a mantener sus playas. "Estamos elaborando informes que contendrán cinco o seis medidas que los ayuntamientos pueden salir adelante para garantizar el buen estado de sus playas. Serán medidas personalizadas en cada caso, porque lo que puede servir a una playa puede no servir a otra", ha explicado la responsable de Políticas del Litoral. "Estamos intentando acelerar la burocracia con el Estado y acortar plazos", ha insistido Mercado.
Y de la arena de la playa a la de los ríos. El gerente del Gremio de Áridos, Jaume Puig, ha abierto todavía un último debate. ¿Es necesario o no limpiar los cauces de los ríos? Puig recordó que es una práctica que se evita, al igual que la de "tocar" la arena de las playas, pero que "habría que revisarlo porque si no se puede quitar arena y sedimentos acumulados de los ríos el agua se desvía hacia otros lugares", apuntó. Puig también ha explicado que varias empresas de submarinismo han explicado al gremio que el nivel de la arena submarina también está subiendo "porque la playa, de forma natural, no tiene capacidad para mover la arena hasta la playa", y eso está haciendo que muchos ecosistemas hayan quedado sepultados durante la última década bajo toneladas de arena. "Desgraciadamente no podemos ir contra la naturaleza, pero pondremos todos los esfuerzos, con espigones, dunas y lo que sea necesario, para no sacrificar ninguna playa", ha concluido Mercado.