Los últimos tres días de julio han sido los más cálidos de los últimos 20 años en Cataluña

BarcelonaEl primer episodio de calor extremo con cara y ojos de este verano se marchó ayer tras dejar los valores de temperatura más elevados del año y noches de mal dormir en buena parte del país, donde de forma generalizada ha costado bajar de los 20 °C e incluso de los 25 °C en zonas de la costa y en algunos puntos de las comarcas interiores.

Esta ola de calor, que este año ha llegado mucho más tarde que los dos años precedentes, ha hecho que se hayan alcanzado las temperaturas más elevadas de este 2024, con 43,2 °C en Cabanes (Alt Empordà), 43,0 °C en Torroella de Fluvià, también en el Alt Empordà, o 42,5 °C en Banyoles (Pla de l'Estany). Estos registros de temperatura corresponden a las máximas de ayer miércoles, cuando las comarcas de Girona vivieron un pico de calor transitorio por la entrada del viento de garbí recalentado, algo que también propició que el martes el Observatori Fabra llegara a los 40 ,0 °C, la mayor temperatura registrada en este punto de observación de la capital catalana en sus 110 años de serie de datos. Hablamos, pues, de valores inusualmente elevados y que localmente han batido récords, como es el caso de Barcelona o también de algunos puntos de la costa del Empordà, pero que en general han quedado bastante lejos de los récords de calor excepcionales registrados en la reciente ola de calor de julio de 2023, cuando el mercurio superó los 45 °C en el Alt Empordà. Tanto el récord histórico de 2023 como los récords de estas últimas jornadas han sido favorecidos por un viento cálido y seco como el garbí, que en estos casos ha ganado la batalla a la marinada (un viento de mar hacia el suelo más fresco y húmedo ) y ha permitido que se dispararan las temperaturas.

Un julio que ha ido de menos a más

En julio empezó con una temperatura normal o incluso fresca para la época del año, con unos primeros diez días del mes que en el conjunto de Cataluña tuvieron una media de temperatura de más de 1 °C por debajo de la registrada en el período 2009-2020. A pesar de este inicio de mes fresco, la situación se revirtió por completo durante la segunda quincena de julio, con dos semanas que han sido excepcionalmente cálidas, con prácticamente 3 °C de diferencia positiva respecto a la media de la última década y por encima de la del pasado año, que ya fue muy cálida. De hecho, en el conjunto de Cataluña la temperatura media del lunes 29, martes 30 y miércoles 31 ha sido la más elevada en los últimos días de un mes de julio de, al menos, los últimos 20 años. Todo ello ha hecho que este julio sea el sexto más cálido de los últimos 110 en Barcelona y el cuarto más cálido en Lleida de los últimos 86 años. En el caso de Barcelona, ​​el podio de julios cálidos lo encabezan tres años de este siglo (2003, 2006 y 2022), demostrando la tendencia progresiva hacia un planeta más cálido.

Los 40 °C se instalan en Cataluña

El 19 de julio fue el primer día del año con una temperatura superior a los 40 °C en Cataluña, pero desde ese día este hito ya se ha alcanzado bastantes veces y en un gran número de estaciones meteorológicas, hasta y todo en algunas cercanas a la costa, que normalmente suaviza la temperatura, como en los casos de Roses (41,3 °C el miércoles) o Barcelona (40,0 °C el martes). Llegar a esta temperatura es, pues, un hecho normal en la actualidad, pero lo es desde hace poco. Nuestro país ha superado los 40 °C todos los años desde 2014, pero anteriormente no era frecuente llegar a un valor tan extremo. El caso más paradigmático de ese cambio de patrón en las temperaturas extremas lo tenemos en Lleida, que esta semana ha superado los 40 °C tres días consecutivos y que en los últimos tres años ya ha llegado tantas veces (18) como en el período temporal que va de 1941 a 2006.