Seguridad

Un mes de protestas en el barrio de Marca de l'Ham de Figueres: "No estamos seguros"

Los vecinos se manifiestan cada semana para reclamar que se ponga fin a las okupaciones y al tráfico de drogas

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Protesta de los vecinos del barrio de la Marca del Anzuelo a la Rambla de Figueres

Figueres“Casellas [vicealcalde de Seguridad], te felicito, que bien que actúas” y “Queremos mejoras, no somos un barrio de tercera” son las dos pancartas que, desde hace un mes, encabezan las protestas organizadas por la Associació de Veïns de la Marca de l'Ham de Figueres. Cada jueves y cada viernes cortan la circulación de la vía para reclamar más seguridad al Ayuntamiento: “Tenemos una cuarentena de casas ocupadas, un edificio donde se consume droga y la gota que hizo derramar el vaso fue el acoso sexual que sufrió una vecina. No estamos seguros en el barrio”, resume el presidente de la entidad, José Garrido. Por el contrario, el vicealcalde de Seguridad, Pere Casellas, asegura que en esta zona de la ciudad "no hay más inseguridad que en otros puntos de Figueres, ni hay más tráfico de drogas ni se cultiva más que en cualquier otro lugar": "Lo tenemos constatado con datos", recalca.

Garrido calcula que hay una cuarentena de casas okupadas que forman parte de una antigua urbanización inacabada. “Hace más de un año que están. Hay unos cuantos que tienen dinero porque tienen placas solares y se han arreglado la casa. Y después hay otros que se dedican a mendigar y a traficar con droga”, afirma. Otra fuente de problemas es un edificio que antiguamente había sido propiedad del obispado pero que ahora hace tiempo que está okupado por “personas que consumen droga”. “Está de camino a la escuela y nos hemos encontrado jeringuillas por el suelo. Y ha habido dos muertes en el edificio”, añade Garrido. 

También otros vecinos presentes en la protesta de este viernes, que ha reunido a unas cuarenta personas, han lamentado la “degradación” y “el abandono” del barrio. “Protegen más a los que hacen las cosas mal que a los que pagamos impuestos. Yo he llamado muchas veces a los Mossos porque delante de mi casa todo el día están traficando con droga: veo que vienen, dónde lo esconden, todo. Pero no hacen nada”, critican Luisa Nieto y Monica Rogel, vecinas del barrio. Y David Díez, también de la Marca de l'Ham, carga contra el Ayuntamiento: “Hablas con ellos y le quitan importancia a nuestros problemas. Ahora parece que están haciendo algo, pero tienen que acabar con las okupaciones, no podemos más”. Por eso, los vecinos han advertido que no dejarán de movilizarse “hasta que la alcaldesa, Agnès Lladó, y el regidor Pere Casellas nos firmen los compromisos por escrito”. 

Identificaciones y derivaciones a los servicios sociales

Casellas expone que iniciaron un procedimiento administrativo para poder regularizar la situación de la urbanización que quedó a medias. Las obras se pararon porque los edificios están en zona inundable, el promotor quebró y acabaron en manos de la Sareb. Según el regidor, el banco les ha comunicado que quiere finalizar la urbanización y comercializarla, y que iniciarán los trámites judiciales para echar los okupas. “La Guardia Urbana los ha identificado a todos y se está trabajando con servicios sociales. Pero esto es una democracia y no se les puede echar, se tiene que seguir el procedimiento legal”, justifica el teniente de alcalde. En cuanto al edificio donde se consume droga, Casellas indica que también se han identificado a las personas que van y han acudido los servicios sociales. “Hemos levantado actas y hemos impuesto sanciones, pero no les podemos detener porque es pequeño consumo”, añade. 

El teniente de alcalde, además, recalca que han aumentado los agentes de la Guardia Urbana hasta 74, trece más que al inicio de la legislatura, y que hace diez días se llevó a cabo una limpieza en el barrio y se llenaron seis camiones de desechos. "Nos hemos reunido con los vecinos muchas veces y el Ayuntamiento está haciendo todo lo posible para solucionar los problemas del barrio", subraya.

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