Empieza la reforma de la estación de Sants: así afectará a la movilidad
Esta primera fase de las obras desplazará todos los carriles actuales y durará hasta la primavera de 2024
BarcelonaLos cambios en la estación de Sants ya han comenzado. El Ayuntamiento de Barcelona ha explicado este miércoles que inicia la primera fase de las obras del proceso de remodelación de la estación, que tienen una doble finalidad: actualizar y ampliar la capacidad de esta infraestructura ferroviaria y realizar un lavado de cara a la plaza dels Països Catalans –una reivindicación histórica–, para añadir más elementos verdes que permitan integrarla con el barrio.
Esta primera parte de las obras, que corre a cargo del Ayuntamiento, implica afectaciones a todo el tráfico rodado que rodea la estación y, por tanto, a la movilidad tanto de los vecinos como de los usuarios del equipamiento. Durante 8 meses se trabajará para trasladar todos los coches y el transporte público de la banda montaña al lado mar del edificio. Es un paso "indispensable" para que más adelante la gestora de la infraestructura, Adif, pueda dar las obras dentro y fuera de la estación. "Esta es una deuda histórica con la ciudad", aseguró la primera teniente de alcaldía y responsable de Urbanismo, Laia Bonet.
Para trasladar todo el tráfico es necesario crear cuatro carriles nuevos (dos por sentido para los coches y otros dos para los buses) que absorberán todos los vehículos alrededor de la estación. También será necesario arreglar y adecuar urbanísticamente el inicio y el final de esta calle, que por un lado confluye con vías importantes como la calle de Numancia, Tarragona, Provenza y la avenida Roma y, por el otro, con la plaza Joan Peiró de Sants. Los cambios, además, llegan para quedarse: las obras dejarán la movilidad en el lado mar, tal y como quedará "para siempre".
Las paradas de las líneas de bus también cambiarán de lado, para ajustarse al nuevo trazado de la calle. Por el contrario, la parada de taxis que se sitúa en la parte trasera de la estación se mantendrá igual. "Serán meses complejos, pero intentaremos generar el mínimo impacto posible y el máximo de información para evitar problemas tanto a los vecinos como a los usuarios de la estación, pero evidentemente habrá afectaciones, claro", admitió Bonet. La teniente de alcaldía ha remarcado que las obras se inician sobre el calendario previsto y que, en cuanto acaben, dentro de ocho meses, Adif ya podría iniciar la reforma interior y de la plaza de forma "inmediata".
El siguiente paso, en manos de Adif
Así pues, en la primavera de 2024 la gestora de infraestructuras podría empezar con los cambios estructurales, que está previsto que empiecen por la ampliación del vestíbulo y la apertura de los nuevos accesos a las dos fachadas que ahora no tienen, la de al lado mar y la del lado montaña. Y es que, según se anunció el pasado otoño, la nueva estación de Sants será un edificio abierto por los cuatro lados, con mucha más luz y materiales sostenibles. El total de las obras va a costar 410 millones de euros y tendrán una duración de seis años.
Tal y como ya explicó el ministerio de Transportes el pasado otoño, uno de los rasgos característicos de la nueva estación es que será mucho más transparente y estará presidida por un manto, que tiene la doble función de crear sombra en las plazas y de captar luz natural para el vestíbulo. Desaparecerá el parking que actualmente existe en la cubierta y se generará un nuevo espacio con comercios, oficinas, establecimientos de restauración ycoworkings, además de 14.000 m2 de placas fotovoltaicas. La estación también sumará un nuevo equipamiento público: una ludoteca.
En la plaza de los Països Catalans se recuperarán elementos originales como las fuentes, que se utilizarán como zonas de juego, y se restaurarán las pérgolas. También se incluirá mucha más vegetación y al mismo tiempo se reservará un espacio para los skaters, tal y como se acordó en el proceso participativo previo a las obras. "Quedará una plaza muy diferente y rodeada de verde, que creo que es una enorme ganancia para la ciudad", ha concluido Bonet.